_ ¡Buen día, Señor Esteban! -dijo entrando apresurada antes de cerrarse la puerta del ascensor. _ Buenos días, Doctora ¡Amanece usted más bella hoy! _ ¡Como siempre! –sonrió guiñando el ojo, al hombre que todos los días halagaba sus encantos. Todos la miraron, aunque trataba de actuar de una forma espontánea y despreocupada, sabía que gracias a su belleza podía conseguir todo lo que se propusiera en esta vida, incluso subir al ascensor abarrotado del personal que estaría hoy de guardia en el hospital. Era Patricia Bruzual, una mujer con una figura de princesas, irresistible y muy llamativa, pelirroja, con licencia para seducir y volver loco a cualquier hombre, tenía una piel muy blanca, casi transparente, salpicada con pecas hasta en las palmas de sus manos, sus ojos eran color cielo, azules muy claros, penetrantes y encantadores, estaban rodeados por unas largas y abundantes pestañas rojas, igual que su cabello, disfrutaba siendo el centro de atención por su belleza natural, era c
_ Familiar de Josué Mendoza -dijo en voz alta desde la puerta de la sala de espera dónde los familiares debían permanecer luego de iniciar la cirugía, para que todos escucharan. Ya habían terminado de operar al niño, debía informar a sus padres sobre la recuperación del paciente. _ Familiar de Josué Mendoza –no respondían al llamado- ¿Tal vez irían por un café? -igual nadie dejaría a un niño solo durante una cirugía. Tenía sueño, se sentía agotada, no durmió bien durante la noche, preocupada por la fiebre de su hija, pero aun el trabajo no acabaría, olvido llamar a casa, para ver si Majo había comido, si le habían dado sus medicinas. Aprovecho ese momento, mientras esperaba al familiar desaparecido que estaría en algún lugar del hospital, tomo su celular, marco el número de Duly, su prima, quién se encargaba de cuidar de María José mientras se encontraba en el hospital. Había ganado el concurso para una beca en uno de los mejores hospitales de Maracaibo, Duly también la cuidaba cu
_ Te ausentas sin decir nada. – dijo Erika mientras trasladaba al pequeño a la sala de recuperación, no tenía ganas de explicar por qué lo hizo, así que ignoro sus palabras. Esta vez fue todo más rápido, así que se dispuso a preparar al siguiente paciente, era el turno de Óscar González un niño de 8 años qué sería intervenido por una amigdalectomía, esta es una afectación fastidiosa que todos los meses reaparece, haciendo que los niños presenten mucha fiebre y les duela mucho la garganta es preferible extirpar las amígdalas antes de que hagan daño, porque la bacteria( Estreptococo Beta hemolítico) que se aloja en ellas, casi siempre daña los riñones, es muy agresiva, todos los padres tenemos duda en hacerlo pues a ninguno nos gusta llevar a nuestros hijos a quirófano, sin embargo es una solución para aliviar el malestar de los pequeños. _ Oscar González ¿eres tú? - pregunto con voz suave, mientras estrechaba su mano. _ Si, lo soy – dijo el niño mirando a la doctora que parecía un án
El día estaba muy tenso, decidió tomar unos minutos para relajarse, ya Erika había salido del quirófano, estaba realmente molesta. La próxima paciente era una niña de seis años, con una hernia umbilical, esa cirugía sería muy rápida, quizás, veinte o treinta minutos no más y termina la jornada del día.Recordó que aún no había comido, ya eran las cinco de la tarde y apenas había probado bocado por la mañana, todos los días eran iguales, se pasaban demasiado rápido las horas dentro de ese lugar tan frío, sin embargo, era su sitio favorito, a pesar de los inconvenientes del día.Miró al pasillo dónde estaba la niña, se acercó para decirle que era la tía Patty, que venía por ella para llevarla a un lugar mágico, donde soñaría con las princesas de los cuentos de hadas. Debía conseguir calmar su corazón. _ Allá dentro, -dijo- hay mucha magia, sabemos que te sientes nerviosa, pero no debes temer, juntas viviremos una experiencia fantástica y maravillosa. Ese era su mundo, ese era el viaje
_ Anoche me dormí pensando que eras un mal amigo... ¡Me dejaste sola en el hospital!además... -La interrumpió un llanto fuerte al otro lado del teléfono móvil. _ ¿Qué sucede? -Se incorporó inmediatamente en su amplia cama, un frío helado recorrió todo su cuerpo al escuchar el llanto de su amigo. _ Patty... mi mamá, está muerta. No podía creer lo que estaba escuchando, nadie juega con eso, tampoco estaba soñando, se escuchaba real._ Espera, voy a bajar. - Apenas buscó sus babuchas de "Hello Kitty" que él le regaló un día antes de su cumpleaños, al salir, dudó en tomar el ascensor o bajar las escaleras, se decidió por lo segundo, a pesar, de que sus piernas estaban temblorosas cómo una gelatina, bajó los cinco pisos que los separaban, sintiendo como la adrenalina aceleraba su corazón. _ ¡Dios... no puede ser! -Eran las seis dé la mañana- ¿Qué le pasó a Susana? ¿Puede ser una equivocación? -era su único pensamiento bajando cada escalón para llegar hasta el segundo piso, entró co
Alejandro la tomó por la mano, y comenzaron a caminar en silencio, como tantas veces habían salido de ese lugar, pero esta vez, bajo otras circunstancias de pena e incertidumbre.Erika había logrado crear dudas en su mente, y si ella tenía razón, y ¿no fue solo un infarto?¿Realmente, el Dr. Armando Nash, sería capaz de ocultar información de la muerte de su exesposa?Y de ser cierto. ¿Por qué? ¿Y a quién protegía?Su corazón estaba lleno de preguntas, que no tenían respuestas. ¡Hasta ahora! Sacudió su cabeza, no quería pensar en esa probable y terrible situación.Era un sábado normal por la tarde, había muchas personas que entraban y salían del hospital, cada una con una historia diferente.En el estacionamiento, estaba un hombre alto, vestido con traje negro y lentes oscuros, parecía el chófer de alguien importante, que subió a una camioneta Toyota Lang Cruiser blindada, la puerta trasera se abrió abruptamente, antes de ponerse en marcha el vehículo, allí estaba su pequeño paciente,
Dos meses antes..._ ¿Cómo pudiste engañarme? - Julio la miró a los ojos, sus manos presionaban el delgado y sexy cuello de Megan, su corazón latía tan fuerte, que se escuchaba al otro lado del salón._ ¡Suéltame, me haces daño! ¡Me lastimas, no puedo respirar! - Estaba pálida, llena de miedo, el hombre que tenía frente a ella, deseaba acabar con su vida. _ Dime, ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me traicionaste?_ Te repito Julio, nunca te he traicionado, yo te... - Antes que pudiera terminar la frase, él la apartó, no valía la pena ensuciar sus manos, con tan miserable mujer.Megan D'Loren, era la asesora financiera de la empresa, una mujer ambiciosa. Tenía habilidades para los negocios, utilizaba su exquisita figura para conseguir lo que deseaba. Desde la muerte de Abigaíl, había estado a su lado, mostrando ser una mujer totalmente diferente a lo que ella era, le ayudó con los niños y a sobrellevar su pérdida. Él se había entregado totalmente a su desgracia, no tenía interés por na
El suicidio de un ser querido, puede ser emocionalmente desbastador, las emociones de sufrimiento, ira, confusión, y mucha veces de culpa, te consumen. Patricia, no sabía cómo mantener el control, su entrenamiento de meditación no la ayudaban mucho, trató de visualizar, de respirar, pero siempre volvía la misma imagen, las dos copas de vino sobre la mesa, el frasco de pastillas para dormir, y la madre de su amigo sobre el suelo, inerte, sin vida; se preguntaba si pudo haber hecho algo para evitar la muerte de Susana.Antes de darse cuenta, ya era la hora de salir, la esperaba Alejandro en la entrada del edificio. Se había colocado su vestido negro a media pierna, ceñido a su cuerpo que resaltaba su perfecta figura, su cabello rojo rizado, caía sobre su espalda, se miró al espejo de la habitación, su rostro lucía triste, pero también la embriagaba el miedo. Miedo de que sus sospechas fueran verdad.Las palabras de Duly rondaban por su mente sin parar, unidas a las de Alejandro: -Le d