Capítulo 5

El día de Camila trancurrio sin menor problema, después de que se expuso el plagio de Sofia sobre los bocetos de Camila sus compañeros la empezaron a notar y más de uno comenzó a ser amable con ella. Cuando faltaba poco para la salida una sus compañeras le aviso que el señor Coleman solicitó que fuera a su oficina por lo que ella se dispuso a guardar sus cosas y subir tres pisos en la escaleta para ir a ver al señor Coleman, llegando afuera la secretaria del supervisor le indico que esperará un poco ya que su jefe estaba un poco ocupado.

Pasaron unos minutos cuando por fin oyó la voz del supervisor llamándola.

- Señorita Bennett pase por favor- la miró irónicamente con una sonrisa malévola.

- En que puedo ayudarle señor Coleman- pregunto Camila al entrar.

- Quisiera hablar con usted sobre la nueva colaboración con el señor Thomas. - le dijo mientras cerraba la puerta a sus espaldas.

- Ya entregue los diseños ya solo esperare a que el.señor Thomas le de el visto bueno para comenzar a conseguir los materiales, le aseguro que.seran de excelente calidad.- Camila sonrió al pensar en la colaboración.

El señor Coleman se acercó más a ella y estando a escasos centimetros de ella la jalo hacia él presionando la contra su pecho con la mirada llena de sujuria y una sonrisa frívola en el rostro.

- Verás, esta colaboración depende de lo que me ofrezcas en este momento, de lo contrario será muy facil deshacerme de ti en un segundo- El aliento del hombre choco contra la cada de Camila, ella estaba aterrada sabía que no sería fácil escapar de esta situación. Camila se retorcía buscando la forma de escapar

- Suelteme!! Ayudaaa!- Camila empezó a gritar desperadamente pero nadie venía a su rescate, las lágrimas empezaron a salir de su rostro sin saber que es lo que pasaría con ella.

Por su parte León esperaba a Camila afuera de la empresa, hacia 15 minutos que había terminado su turno y aun no salía del edificio, comenzaba a sentir un fuerte dolor en el pecho, era como si le avisara que algo no estaba bien con Camila, León sin pensarlo más le pidió a Han que investigara en donde estaba ella y que era lo que estaba haciendo. Unos minutos más tarde Han se acerca con preocupación a su jefe y con toda urgencia León sale del coche pues sabe que la reacción de Hano es por una situación normal.

- Señor, me dijeron que Coleman la llamo a su oficina antes de y le pidió a todos en el piso que saliera se retiraran inmediatamente. - la mirada de León se volvió fría, llena de ira, León bajándolo coche y camino a toda prisa al interior del edificio, sabía perfectamente a donde dirigirse, y lo que tenía que hacer.

León entró a la oficina a tiempo, Coleman la tenía contra el escritorio haciendo jirones su ropa, el deseo estaba impreso mientras que en el rostro de Camila el pánico, la vergüenza y la desesperación estaban tatuados.

León rápidamente tomo del cuello al animal que yacia sobre Camila, lo levanto y lo estrelló en el piso, luego lo pateo hasta que no se movió más, Camila estaba conmocionada, la habían salvado de él destino más vergonzoso y repulsivo que le puede ocurrir a una mujer, este hombre que apenas ayer formaba parte de su vida la salvo de mil maneras diferentes aún si saber su pasado, sin saber que pasaría entre ellos y sin sentir amor el uno por el otro.

León se acercó a Camila y la tomó entre sus brazos al tiempo que su asistente se acercaba.

- Ya sabes que hacer con esa bestia Han, lo mío no se toca, encárgate de que lo recuerde de por vida.- Las palabras frías y llenas de odio pusieron a templar a Coleman que estaba recobrando la conciencia.

Con Camila en sus brazos salió del la empresa y subió a su coche, León manejó de regreso a Villa celeste, el camino a casa fue sumamente silencioso, cuando al fin estacionaron enfrente de la puerta principal al fin León rompió ese silencio sepulcral.

- Camila te juro que no volveré a permitir que alguien te lastime de nuevo- dijo él con los ojos inyectados de sangre, dicidido a destruir a quien lastimada a su mujer. Los dos entraron en la casa y justo antes de subir las escaleras el color del rostro de Camila la abandono y callo de rodillas, antes de que su cabeza tocara el suelo León la alcanzó y la tomó entre sus brazos para subirla a la habitación y le pidió a Nora, su ama de llaves que llamara al doctor inmediatamente.

León se quedó a su lado mientras yacia en la cama y el doctor la revisaba.

León no entendía porque esta mujer de la noche a la mañana se había convertido en alguien indispensable para él, es como si lo conociera de tiempo atrás, como si su subconsciente lo reconociera al ver sus ojos claros. El doctor se retiro cuando al fin despertó Camila, y el aura peligrosa de León desapareció de inmediato al verla abrir los ojos.

- Ya te sientes mejor?- León necesitaba saber con urgencia.

- si, gracias- los ojos de Camila se cristalizaron, las lágrimas bajaban por sus mejillas y León sin poder soportarlo la atrajo a su pecho y daba pasadas en su espalda de manera muy cariñosa, Camila se aparto un momento para ver a este hombre que ahora se había convertido en su protector, y su corazón empezó a galopar a toda velocidad llenando sus mejillas de un color rojo en un instante, la sonrisa en el rostro de León se hizo presente y se acercó más sellando este momento en un cálido beso al que Camila contesto euforicamente; Este beso solo era el inicio de otra noche apscionada, pues en cuestión de segundos la llama del deseo se encendió en ambos haciendo que se deshicieron de la ropa y León pasándose sobre ella subiendo más la temperatura de la habitación, los gemidos de Camila se elevaron aún más cuando al fin León comenzó a envestirla con pasión llegando al órgano una y otra vez, León y Camila no pararon hasta que ambos llegaron al cielo y se quedaron dormidos.

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