Xavier estaba atado por manos y pies tirado en el suelo de un lugar alejado de la casa donde se escondía. Los hombres de Xavier estaban a su alrededor tirados pero para su desafortunadamente suerte cada uno de ellos estaba muerto. Su respiración se aceleraba pues sabía que León no perdonaba, era cruel con la traición y nunca quedaba impune ninguna acción en su contra pues era vengativo.

Han lo levanto y lo levanto de las manos con una polea de manera que quedará como de pie.

Xavier abrió lo ojos poco a poco al sentir que la luz que impactaba su rostro, León entró mirándolo con odio, lleno de rencor y con el semblante frío que le caracterizaba.

- Así que llegaste, pensé que moriría en las manos de tus hombre.- Xavier dijo con la voz entrecortada por el dolor que tenía en las costillas.

- Quien hablo de matarte Xavier, eres tan cobarde que ruegas por la muerte? - pregunto León viendo a su sobrino a los ojos

- Entonces que harás conmigo? - pregunto el con la duda desbordando en su cab