Camila recobro la salud casi como de milagro, por fin había abandonado la cama y la enfermera la empujaba alegremente por el pasillo del hospital. Ella había esperado mucho por León y aún no regresaba, la enfermera amablemente al verla desesperada se ofreció a llevarla a caminar para que se sintiera más tranquila pero Camila no lograba sacarse el hueco que había en su pecho; era como si su alma le quisiera gritar algo pero no lograba entender que era, ella empezaba a temer por la seguridad de León y se preguntaba cuando volvería.

Después de unas Horas mientras paseaban por los jardines del complejo hospitalario oyó unos paso que sin dudas reconoció; era León.

- Hola mi amor, me da gusto que al fin salieras de la cama. - le dice León mientras se inclina y besa su mejilla.

- Si, ya extrañaba tu presencia mi vida - la voz dulce de Camila derritió el frio corazón de León y de inmediato se agacho ante ella y beso sus labios pálidos.

- Ven vamos adentro, te traje la cena.- dijo León to