8: 10 pm. En los baños femeninos de un lujoso club exclusivo en la ciudad. Laika Kovalenko se escondió llamando por teléfono de inmediato a su mejor amiga. —¿Rina? —Si, ¿por qué me llamas a esta hora Laika, creí que trabajabas hoy en el club —le dijo Ekaterina a su mejor amiga, vía llamada telefónica. —Es así, estoy en el club. Pero mi amigo, que trabaja en el otro que pertenece al mismo dueño, me acaba de enviar una fotografía. Esa mujer que odias ha ido ahí con Vladimir~ —sonrió maliciosa la mujer de cabello corto rubio contándole a Ekaterina. —¿En serio?, pero ya sería demasiado involucrar a un tercero, podría arruinarlo todo. —No. Porque me debe un montón de favores~ es un apostador y bueno… Tiene problemas con gente incorrecta~ le he prestado dinero en algunas ocasiones —contaba Laika sobre el hombre que trabajaba en el otro club. —¿Entonces puedo contar contigo? —preguntó con un tono de voz animado, Ekaterina. —Claro~ hagamos que Vladimir vea lo zorra que puede ser esa m
Humillada, débil y sin escape. El recuerdo de ese hombre rubio cruzó por la mente de Tatianna en ese momento de desesperación.Ella que torpemente se movía todo lo que podía para que ese señor no la tocara fácilmente. ¡CLANK! Un fuerte sonido se escuchó en ese momento desde la entrada a esa lujosa habitación. El viejo que encimaba a Tatianna furioso se levantaba de la cama yendo a ver qué sucedía. Sin embargo, apenas él bajó con dificultad por su peso, ese hombre rubio ya había ingresado a la recámara. PAF~ Sonó la fuerte patada que le dió ese rubio al hombre que cayó asustado al piso alfombrado. Tatianna que se sentó sobre la cama veía temblorosa por las drogas en su cuerpo la escena mientras sentía nuevamente náuseas y que caería desmayada en cualquier momento. —¡SOY INOCENTE! ¡NO HE HECHO NADA! —gritó el señor viendo esa peligrosa mirada asesina en el rubio que sacó su arma del interior se su traje. ¡BAM! ¡BAM! Un disparo no fue suficiente… Tatianna desvío su mirada a
Vladimir exhaló y tomó a Tatianna de la mano. —Bien, pero no intentes nada. Me preocupa tu salud, niña."¿No intentar nada?, ni que él fuera un inocente chico puro y yo una violad*ra… Si cuando tuvimos sexo no tuvo piedad de mí en ningún momento el desgraciado" Pensó Tatianna haciendo un puchero. Pues obviamente sus intenciones eran "intentar algo". —¿Lo dices porque estando enferma soy una carga para ti? ¿O por qué no te gusto lo suficiente para hacer algo "travieso en un hospital"? —preguntó Tatianna al ingresar al cuarto de baño junto a ese CEO mafioso. —No eres una carga. ¿Por qué dices eso? —preguntó él soltando la mano de su esposa y comenzando a quitarle con total descaro y normalidad la bata que ella llevaba puesta. Tatianna levantó sus brazos permitiendo que ese hombre se la quitara, dejándola en ropa interior sencilla de algodón y color blanco que le fue entregada en el hospital por una enfermera. —Nunca te había visto con ropa interior tan anticuada~ —rió él burlista
*************••••••••••*************>>> Vladimir Korovin: Iba a matarla. Realmente quería venganza. Quería torturarla día y noche, que pagara por ser una maldita desagradecida que me traicionó en el pasado y me intentó matar varias veces. Pero todo cambió. La misma noche en la que la localicé con su amante Alexei Kéldysh (A.K) en esa cabaña. Pensé que tendría mi venganza, mis dos objetivos reunidos en un solo punto y sin nadie que les protegiera. Sabía que no sería tan sencillo, pero salió aún peor de lo que imaginé y Alexei (Mikhail) escapó. Tatianna no huyó. « Ella no logró salir. »Cuando mis subordinados me informaron que ella no salió de esa cabaña que se incendiaba. M*ldita sea… Ni siquiera lo pensé y me fuí a buscarla. No sé si fue porque no quería que ella tuviera una muerte rápida y menos dolorosa que como yo pensaba dársela. Quizá la salvé por una reacción involuntaria…Cuidé de ella por años y arriesgué mi vida para salvarla en varias ocasiones. Por lo que sea
••••••••••1: 00 pm. Esa tarde en la mansión de Vladimir. —¿Te irás tan temprano? —preguntó Tatianna que veía a ese hombre vestirse después de salir del cuarto de baño. —Sí. Dijiste que me ocupe de ese asunto y eso haré —respondió él seriamente, mientras abotonaba su camisa manga larga blanca. —¿En serio?, pensé que me ibas a convencer para ir contigo… —preguntó Tatianna. La bella mujer castaña estaba usando una pijama de seda roja compuesta por una blusa de tirantes y un pantaloncillo corto con encaje oscuro. Ella que se encontraba acostaba boca abajo en la cama de ese hombre, leía el libro que Kristy le había obsequiado. Sin embargo, apenas él había salido y comenzando a vestirse, se robó por completo la mirada de esa mujer que pasó su lectura a segundo plano. —¿Por qué haría eso?, necesitas recuperarte. Lo mejor será que- —No me quedaré en la mansión si eso piensas decirme —lo interrumpido Tatianna—. Al menos no después de mañana… Vladimir que ahora se ponía su corbata az
*************••••••••••*************>>> Tatianna Korovin: Todo a mi alrededor dejó de tener relevancia…Sentía que no existía nada más que nosotros dos, que nada importaba más que ese momento…Mi mirada solo podía concentrarse en ese hombre que apenas ingresó conmigo al vestíbulo y cerró la puerta, me acorraló contra la misma y se inclinó hacia mí besando mis labios con apasionado deseo y haciéndose sacado los guantes de sus manos. Levanté mis brazos permitiéndole quitarme la blusa de tirantes y él rápidamente lo hizo dejándola caer en el piso provocando un sonido pesado al estar empapada. A distancia ví que el mayordomo que parecía acercarse a recibirnos de inmediato se dió la vuelta y se marchó de ahí. No pude evitar sonreír nerviosa en ese momento. Al carajo si alguien nos veía… No quería detenerme, no podría… Mis manos con desesperación le quitaron esa gruesa gabardina a mi Vladimir y la lancé a un costado y seguidamente me quité la parte inferior de mi pijama con toda y la
*************••••••••••*************>>> Vladimir Korovin: Ella me vuelve loco de deseo…Su sensual cuerpo al que comienzo a volverme adicto, cayendo sin resistencia alguna ante sus juegos seductores. Lo caliente que me pone y lo mucho que quiero hacerle… No es suficiente, es incómodo en este maldito vestíbulo. Me dejé llevar por ese ardiente deseo que sus labios sobre los míos iniciaron y sin pensarlo comencé a hacerle el amor ahí mismo.—Niña~ no es suficiente… —susurré haciendo una pausa. Maldición… Que vista más provocativa de su cuerpo desnudo ví al alejarme un poco de ella.El brillante de su sudor que empapa su suave piel, su respiración agitada que mueve sus senos como si me estuvieran invitando a saborearlos una vez más. Ella mantiene su espalda contra la puerta y me ve con esos preciosos ojos azules que desde que la conocí noté y considere atractivos. Me he reprimido mucho tiempo… Deseando lo que no podía y enterrando esos sentimientos. Deseándote a ti, mi amada Tati
*************••••••••••*************6: 10 pm. —Ahora sí~ te ves bastante apuesto~ —le guiñó un ojo Tatianna mientras terminaba de acomodar la corbata roja de ese hombre rubio—. Supongo que ya tengo que dejarte ir… Aunque me gustaría pasar más tiempo contigo —admitió ella descaradamente. Vladimir que se encontraba de pie frente a su esposa en la habitación de él, sonrió ante el comentario de esa mujer castaña que ahora vestía otra pijama, en esta ocasión una compuesta por una ligera bata sexy púrpura que apenas llegaba un poco por debajo de su trasero. —Aún puedes venir conmigo y ocuparnos de los que te tendieron esa trampa en el club — sugirió él que seguidamente se acercó al mueble donde había dejado puestos sus guantes. Tatianna no pudo evitar sonreír sintiéndose extremadamente feliz por la consideración de ese hombre. "Sabe que necesito descansar y que recién salí del hospital, pero aún así me sugiere salir con él, aunque sea una carga a la que él tenga que estar protegiendo