Su vida ya no vale nada, por lo único que vive es por su hijo hermoso de cinco años que cada día se parece más a él. Volverían a lo mismo de hace cinco años atrás. Las vueltas de la vida, ahora tendría que volver a hacer la puta de Liam otra vez.
Algo que pensó que se había acabado hace tres años después que se casaron, su vida volvía hacer la mía de antes, sentía que era un déjà vù.
Las veces que Liam lo violó con su hijo en el vientre y ahora se repetía lo mismo otra vez, sólo que su bebe tenía un mes de estar dentro de él y eso lo asustaba. Aún recordaba cómo fue tener a su hijo la primera vez, tuvieron que ponerle anestesia para poder hacerle la cesárea.
Pero sonrió con emoción cuando despertó y vio una pequeña cuna a su lado.
— Creía que era esto lo que pedías esta mañana —dijo Liam, sacándolo de sus pensamientos.
— Lo siento. Es que estaba pensando en Jedward. Pero, gracias por sacarme de la casa —murmuró.
— No es nada, te lo ganaste —sonrió, pícaro, y Harry se sonrojó.
Estaban en un parque privado cerca de la zona de donde vivían. Liam les indicó a sus guardaespaldas que se retiraran y que luego los llamaría si necesitaban algo.
Fue con Harry hacia los árboles y arbustos que estaban un tanto lejos de los demás. Se sentó primero y luego hizo que el menor se sentara entre sus piernas y luego colocó sus brazos alrededor de sus hombros y cintura de forma protectora.
Harry suspiró colocando su cabeza en el pecho de Liam.
— ¿Por qué suspiras? —besó su cabello.
— Por nada en especial, pienso que cambió entre nosotros —dijo sincero, logrando que Liam mirara extraño.
— No cambio nada, simplemente somos una pareja de casados —dijo, simple, y Harry rió sin ganas.
— No somos una simple pareja de casados y lo sabes bien —dijo con tristeza.
— Harry, siempre seremos una pareja normal, la única diferencia es que yo me dedico a la vida fácil, sabes bien que hago todo esto para que tú y Jedward tengan una vida mejor —le recordó.
— Sabes que eso no me importa. Por mi puedes dejar lo que haces —se encogió de hombros.
— ¿Sabes? Mejor dejemos esto aquí. No quiero discutir contigo otra vez, estábamos bien hasta ahora. No dañes mi día con tus cosas —le reprendió.
Harry se dio la vuelta para mirarlo a los ojos, colocó sus piernas a cada lado del cuerpo de Liam y se acercó más a él. Sabía que era inútil discutir con él, era mejor llevar las cosas con calma.
— Te quiero hacer una pregunta —murmuró, bajando la mirada.
— Dime que te atormenta —tomó su barbilla para subir su mirada color esmeralda.
— ¿Desde ahora me tratarás como antes? —preguntó, tímido.
— No entiendo, bebe —frunció el ceño.
— Es decir, ¿Qué me trataras como en la escuela? —se animó a preguntar.
— El día que nos casamos te dije que te trataría mejor, aunque en estos días has estado muy desobediente, esa es la razón por lo que te castigo. Así que es mejor que no me lleves la contraria —besó sus labios—. Aunque no me molestaría que te vistieras a veces para mí, ya sabes cómo lo hacías en la escuela. Yo no pondría ninguna resistencia — acercó sus labios a los del menor para luego besarlos.
Harry jadeó pensando en separarse de él pero se dejó hacer se acercó más al cuerpo del Liam cerca de su miembros logrando que el mayor gruñera en su boca. Sus lenguas hacían una danza de sensualidad única que ambos creaban a su manera.
Las manos intrusas de Liam se colaron debajo de su camiseta de tirantes hasta llegar a sus pequeños pezones los cuales apretó un poco.
— Liam... —gimió el menor.
— Me tienes duro, bebé —mordió su labio inferior.
Harry no dijo nada, asintió y volvió a besarlo restregándose más encima de su miembro sacando otro gruñido por parte de Liam. Si tenía que ser así para poder huir con su hijo otra vez, tenía que comportarse de esa manera.
Se separó de los labios del mayor con una sonrisa de lado mostrando un hermoso hoyuelo.
— Te amo —le dijo Liam, y estaba seguro de que si se lo hubiese dicho antes le creería pero ahora no está seguro de eso.
— Yo también te amo —dejó un casto beso en sus labios. De eso estaba seguro. Lo amaba como el primer día en que decidió volver por él.
— Siento lo que pasó anoche, sé que me comporte como siempre habías tenido miedo, de eso estoy seguro. Es que hay veces en las que me haces enojar de más —suspiró— Pero de algo estoy seguro es de que te amo demasiado como para dejarte ir otra vez —murmuró entre dientes.
A Harry se le hizo un hueco en el pecho, debido a la seriedad con la que habló el mayor, sabía que Liam era de armas tomar.
— Tengo que decirte algo —pasó sus manos por los hombros de este.
— Dilo sin miedo —rió.
— Cuando fui a la clínica me hice unos estudios...
— Señor, nos tenemos que ir, hay una camioneta al otro lado del parque, se sospecha que hay alguien adentro y que nos está vigilando —dijo uno de los guardaespaldas, de Liam totalmente agitado.
Liam al escuchar eso se levantó de un salto aún con el menor en sus piernas, lo tomó en brazos haciendo que este enrollara sus piernas en su cadera y salir corriendo con él hacia donde estaba el vehículo que los había traído ese día.
Aún con Harry enrollado en su cuerpo entró a la camioneta negra y lo soltó.
La camioneta comenzó a acelerar hacia la casa de los Jackson-Hamilton, sin detenerse.
— ¿Estás bien? —preguntó Liam, quien tenía su cabeza en su cuello.
Liam sintió como Harry temblaba encima de su cuerpo y su preocupación aumentó al máximo. Vio como el menor sacaba su cabeza y él frunció el ceño.
— ¿De qué te ríes?
—De… nosotros —siguió riendo.
— No entiendo —dijo confundido—, ¿Te estás riendo de una situación tan delicada?
— No es de eso —suspiró tres veces antes de hablar—. Es en la forma en que corriste conmigo en brazos es lo que le da risa, yo parecía un muñeco y tu un niño que no quiere que se lo roben —explotó, en risas, logrando que Liam también riera.
— No me había percatado de eso. Aunque ahora que no pienso me da risa eso que hice —rió.
— Eres divertido cuando te lo propones —secó las lágrimas que habían salido de sus ojos por la risa.
El teléfono que Liam usaba para comunicarse con sus guardaespaldas sonó en su bolsillo logrando que Harry diera un salto por el susto. Liam tomó el teléfono y Harry pudo apreciar que su rostro cambió, colgó el teléfono antes de mirar a Harry.
— Era una falsa alarma —murmuró.
Harry se bajó del regazo de Liam y murmuró una maldición entre dientes.
— Llévame a la casa, Jackson —se cruzó de brazos.
Liam dijo una medición en voz alta cuando vio a Harry cruzar el jardín que daba hacia la casa, miró todo el camino a sus guardaespaldas de forma asesina por dañar su día con Harry de esa forma. Ahora tiene una erección entre los pantalones que lo está matando y está seguro que Harry no va a querer hacerse cargo de eso ese día.
Fue directo a su despacho esperando que Michael llegara para poder hablar de negocios.
Harry por su parte, había visto a Michael desde que entró a la sala, lo tomó del brazo cuando vio a Liam caminando con dirección a la casa.
— Hey, ¿Qué pasa? —le preguntó, cuándo estaban en la cocina.
— Necesito que me ayudes a escapar de Liam otra vez —soltó sin rodeos.
— ¿Qué? —preguntó, confundido.
— Que me ayudes como hace cinco años, por favor...
— ¿Qué está mal? —acarició su rostro.
— Volvió hacerlo, anoche lo hizo otra vez —susurró—. Tengo miedo de que me haga daño al igual que lo hizo cuando estaba embarazado de Jedward —bajó la mirada.
— Pero tú fuiste el que decidió volver con él, no puedes irte ahora —tomó su mentón.
— Ahora me quiero ir, bien lejos. No quiero que en algún arranque de ira por parte de Liam, me haga perder a mi bebe como casi lo hizo hace cinco años —sus ojos se llenaron de lágrimas.
— No otra vez, Harry —lo abrazó.
— Yo creía que no lo haría, que en verdad me amaba pero todo se fue a la mierda. Hace un mes y medio, antes de irse a Colombia, me di cuenta hace unos días de que tenía un mes de embarazo. Tengo tanto miedo. No sé qué pasó en ese viaje. Él llegó feliz ese día, pero después se puso agresivo, no acepta que Jedward juegue con Kayled, porque según él, no quiere un hijo maricón —lo abrazó con fuerza.
— Enserio, lo siento. ¿Cuándo deseas marcharte? —preguntó, después que se separaron.
— Aún no sé, pero ten todo listo. Debo esperar algunos meses antes de que Liam vuelva hacerme eso, estoy seguro de que lo volverá hacer. Gracias por todo —sonrió a medias y salió de la cocina.
Liam era un caso perdido, si Harry quería irse lo ayudaría cueste lo que cueste. Todo sea por salvar la vida del bebé que viene en camino, la vida de Jedward y Harry.
La cabeza de Michael daba vueltas, estaba metido en un lío extremadamente grande. Sabía desde que Liam y Harry se casaron que las cosas podían ponerse de esa manera. Harry no merecía un hombre como Liam, desde que conoció al mayor algo le decía que era bastante controlador. Un fuerte gruñido salió de sus labios cuando llegó al despacho de Liam.Entró cuando escuchó que el mayor le dijo que lo hiciera.— Al fin llegas —murmuró el mayor.— Lo siento, estaba con Carl y se me pasó el tiempo —mintió.— Veo que lo tuyo con ese niño va en serio —se sentó en su silla.— Sabes
Estaba de camino a la habitación después de limpiar la cocina cuando terminaron de cenar. Jugaba con sus manos mientras se mordía el labio con fuerza. Se detuvo enfrente de la habitación de su hijo y abrió la puerta. Frunció el ceño cuando encontró la cama vacía. Su vista se dirigió a la ventana donde encontró a su hijo sentado en esta.Deberá agradecerle a Liam por colocar unos cojines en ese lugar, se acercó a su hijo el cual aún no se había dado cuenta de que estaba allí. Se paró detrás de él y vio al niño de al lado hablando con él. Harry sonrió al ver que su hijo había hecho una amistad con ese niño nuevo.— Papi. Él se llama Nicolás... y es muy lindo —dijo es
El lunes había llegado dando así, el inicio de un nuevo día de clases para Jedward quien estaba feliz por ir a la escuela. Harry reía con él, mientras el menor hacía caras raras al tener que comer verduras en la escuela.Liam miraba la situación desde el umbral de la puerta de la cocina con una sonrisa que fue sustituida con una seriedad única en él.Harry lo miró desde donde estaba, por inercia tomó a Jedward en brazos para luego tomar su mochila e ir a la puerta.Liam lo siguió con la mirada, incluso después de que Harry entrara a su hijo en uno de los carros con Michael y su novio, los cuales se habían ofrecido a llevarlo todos los días de la semana.Ha
Ajustando bien las medias a sus cremosas piernas, se miró en el espejo por tercera vez desde que se las había puesto hace unos minutos atrás. No se veía mal, eso no. Después de haber dado a luz a su pequeño revoltoso hace cinco años había adquirido algunas curvas pronunciadas en su cuerpo.Y más ahora que estaba esperando a su segundo hijo. Aunque esta vez su vientre iba creciendo con más rapidez. Mordió su labio pasándose una mano por el cabello y haciendo una mueca al ver que este estaba bastante largo. Según él necesitaba un recorte de cabello otra vez. Se dio la vuelta a medio cuerpo para ver si algo en la parte de atrás estaba fuera de lugar. Caminó hacia la cama donde había dejado la bata de dormir y fue hacia la habitación de su hijo. Clavando sus uñas en la espalda de su esposo, arqueó la espalda y soltó un gemido ronco en el oído de Liam. No podía negar que se sentía bastante bien que Liam lo penetrara de esa forma tan poco usual en él.Tal vez sean los años que tienen teniendo sexo de esa forma. Pero la otra vez Liam lo había violado sin compasión, aun cuando él se había desmayado. Sus pies se arquearon cuando Liam tocó otra vez ese punto sensible en él.— Eres un bebé muy travieso —susurró Liam, sacando su cabeza en el cuello de Harry y acercándose su boca al oído de él.Harry soltó un suspiró antes de que Liam lo besara entrando su lengua hasta el fondo exploranCapítulo 11.
Después de desayunar, Liam se había dispuesto a consentir a su bebé, el cual estaba más sensible. Ambos se bañaron en el mismo baño, el cual se demoró más de lo normal.Una vez que estuvieron listos salieron de la casa.— ¿A dónde quieres ir? —preguntó Liam, una vez que habían salido de la casa con rumbo hacia el carro.— ¿Podemos ir al parque la otra vez, por favor? —preguntó el menor, haciendo un puchero.— Podemos ir..., con una sola condición —susurró, y la mirada de Harry cayó al piso con tristeza. En su mente pasó otra vez lo que había pasado el día anterior. Habían pasado dos semanas y todo seguía igual que el día en el cual Harry le había contado sobre su embarazo.Digamos que no tanto...Liam ahora se mostraba más posesivo con Harry, no lo dejaba salir de la casa si no era con él. Incluso, con ninguno de sus empleados lo dejaba salir, había días en los que él se quedaba un día completo en la casa sin hacer nada, solo observando cómo Harry se movía.Harry por su lado, solo rodaba los ojos cada vez que Liam llegaba a su lado con algo de comida, se sentía asfixiado en pocas palabras. No podía salir de la casa sino era con él, cuando creía que tenía un poco de privacidad en alguna parte del jardín trasero de la casa. Liam ya estabCapítulo 13.
Harry metió una fresa con mermelada otra vez en su boca, disfrutando de ese delicioso manjar en sus pupilas gustativas. Veía una película en su habitación, justamente como Liam le había ordenado esa mañana.El tiempo seguía pasando, el frío de una de las mejores temporadas del año se sentía. Estaban a principios de diciembre y su hermosa barriguita iba en aumento. Tenía aproximadamente casi cinco meses de embarazo y estaba súper feliz por eso.Digamos que en esos meses las cosas han ido un poco bien por así decirlo. Aunque había días en los que todo era un caos total. Liam había descubierto a Harry husmeando cerca de su caja fuerte y el menor se había llevado tremendo golpe el rostro. Por supuesto, se había disculpado de inme