José ArbeláezEntro a la panadería y quedo embelesado viendo desde la distancia a una preciosa cajera, lo que más me llama la atención son sus ojos azules como la lejanía del horizonte.—Buenas noches señorita, Seria tan amable de darme; Una salsa de tomate, mayonesa, litro de aceite, jugo de dos litros de manzana, pan de sándwich, Medio de queso amarillo y medio de jamón. — Ordeno sin quitarle los ojos de encima.La joven es rápida y me responde —Tenga amigo. ¿Algo más? — Con una voz dulce y melodiosa que me hipnotiza, no sé qué me pasa, esto nunca me había pasado con nadie—Sí, faltó el jamón. — Le respondo con una sonrisa, tratando de reiniciar mi cerebro, por poco tartamudeo.—Claro que sí, disculpe. — Que jamón ni que nada, quien le va a dar jamón a ese sucio, piensa ella disimulando una mueca de desagrado.—Tenga y quédese con el cambio para usted. — Expreso amablemente, mis ojos se pasean por su cuerpo de guitarra de la preciosa mujer que me está atendiendo en este momento.—
Espero muy atento las respuestas que me dará ella, me parece que estuviera en una constelación estelar y aunque me duele un poco mi extremidad superior izquierda me fascino escucharla.—Bueno José, terminé con un novio, mi único novio de la vida, hace pocas semanas fue ese rompimiento y realmente no tengo, y ahora no ando pensando en eso, de verdad estoy agradecida contigo por lo que hiciste y solo como amigos tu y yo, no te hagas ilusiones, y no quiero traerte más problemas porque con quien terminé se ha puesto intenso , no quiere y no asimila que ya no lo quiero y eso me ha traído muchos inconvenientes.— No debí contar tanto, pero bueno, no hay cosa mejor que la sinceridad. Que directa es, me gusta más. — Las cosas que valen la pena, se ganan, se merecen, y se construyen y con todo respeto ese hombre no sabe lo que perdió, eres muy valiosa, se ve que eres inteligente, decente, estudiosa, trabajadora, y como te dije, quiero verte de nuevo. —— Puede ser, aunque no te hagas ilusione
Al amanecer siguiente José continua en progresiva recuperación, está de pie en la habitación y caminando de un extremo a otro, está pensando en Yulia ya que indudablemente Cupido le ha dado con la flecha, y entre esos pensares planifica sus acciones para conquistar a tan bella dama. Mandaré a comprar un ramo de flores y una carta para hacerle un escrito especial, mandaré a mi hermano a que me diligencie todo esto.— Hermano toma mi tarjeta y cómprame esto que está en la lista, incluye esta carta en ese paquete y llévale esto a la joven que fuiste a llevar anoche, llévale esto a las 7pm. A la panadería que está en esta dirección, haz todo esto al pié de la letra que yo te daré tu regalo. — Mi hermano es calidad, puedo confiar en él siempre. —— Claro que si hermano, voy en tu carro a comprar eso temprano. Sabes que te iba a contar que ayer cuando llevaba a esa muchacha que te gusta, llegó un tipo en una camioneta grande y le reclamó unas cosas fuerte, el tipo estaba bravo y ella asust
José Unos transeúntes que pasan poco después de ese altercado ven al muchacho herido en el suelo le prestan ayuda y se dan cuenta que sangra por la nariz y la boca, inmediatamente paran al primer carro que pasa y lo llevan al hospital donde es atendido de emergencia por los graves golpes que le han dado. La madre del herido estalla en un ataque de desesperación por lo que ha sucedido y al rato de recuperar la calma le da las gracias a quienes lo han traído al centro médico.— Disculpe Joven. ¿Es usted? Quién encontró y trajo a mi hijo aquí al hospital. —— Buenas noches señora, si yo fui quién lo traje, ya respondí a las preguntas que ha hecho la policía y como le decía a ellos, yo pasaba en mí camioneta con una amiga y unos dos hombres me pararon y me pidieron que lo trajera al hospital rápidamente, ellos dijeron que lo habían conseguido en el suelo inconsciente y yo como buen samaritano lo traje y espero que se mejore. — Que vieja tan preguntona.— Gracias por hacer esa obra de ca
José— Es un placer Isis, conocerte y quisiera invitarlas a comernos algo, por aquí venden un pollo asado bueno y aunque me duele un poco el brazo puedo manejar y mi hermano ya está fuera de peligro. Serían tan amables de no despreciarme. —— El placer es mío José, ya mí amiga me ha hablado de ti y no se equivoca en lo caballeroso y respetuoso que has sido. —— No te vamos a despreciar y en vista de que es una comida sana que no te perjudica, vamos a cenar. — Este hombre es maravilloso, acaba de salir de un hospital por un disparo que le dieron, antes de ayer le golpear el hermano y está pendiente de todos y de mí también, es una buena partida, vale la pena, es amable, es gentil y sobre todo respeta cosa diferente al enfermo de Rubén que al pensar nada más en el me causa miedo. Vamos rumbo al restaurante hablando relajados y muy amenamente, cuando llegamos ordeno dos pollos asados con todo y uno es para llevarle a mí mamá, cuando veo que Yulia e Isis cambian de semblante muy drástica
Al conocer y posteriormente al entablar una conversación amena con los padres de Yulia me despido de todos y ella muy amablemente me acompaña hasta mí vehículo con una sonrisa encantadora y me dice con esa voz tan dulce.— Gracias José por todo, le caíste bien a mis padres, puedes venir en otra oportunidad, te lo hare saber cuándo, has sido un defensor de mí, disculpa los malos ratos incluyendo el de hoy en el restaurante. —Cuando voy a contestarle estoy un poco perplejo por la emoción que me invade y ella me sorprende dándome un beso en la mejilla y apretando mi mano derecha con la suya y lo que puedo contestarle es. — Gracias a ti Yulia por ser tan especial y por darle un colorido notable y encantador a mi vida, ¡prometo no defraudarte, vales mucho! —— Hasta mañana y muchas gracias por las flores y el regalo que me diste hace poco. —Me dice ella con todos esos atributos que invaden su humanidad de belleza y amabilidad. Mientras me retiro de la casa de los padres de Yulia está un
Ha llegado el día tan anhelado y la decoración me parece que quedó bien, ya tengo comprado casi todo lo que le brindaré a los invitados, casi que no aguanto esperar ver a la preciosa Yulia. Saldré a comprar lo que falta. — Vamos hermano a comprar unas pequeñas cosas que faltan.— Le digo entusiasmadamente cuando llega Jairo y se me pone a la orden para ayudarme en cualquier cosa que me haga falta y le digo que no es necesario pero él insiste en que quiere ayudarme y acepto que me ayude en repartir la comida y la bebida para el brindis. El sale un momento para atender una llamada y salgo con mi hermano para hacer las compras.— Si jefe, todo va andando como me ha indicado, iré de inmediato a buscar la sustancia que usted me ha dicho que me dará y disculpe la pregunta. ¿Qué es lo que le vamos a poner? —— No me gusta que preguntes mucho, solo vas hacer lo que te diga, y es echar en la bebida del mecánico algo que lo hará pagar lo que intenta quitarme. En una hora te espero en la empresa
La reunión continua en cónsona armonía e invito a sentar a mi madre en la mesa que ocupo con las dos señoritas y ellas entablan una conversación que escucho con disimulo, pero con atención. — Mamá. ¿Te acuerdas de Yulia? ella es mi madre sé que se conocieron. — Las presento por si acaso, ambas se miran de forma evaluadora, las mujeres a veces ven enemigos donde no los hay, mi madre a veces es sobre protectora, y quiere tratarme como si fuese un niño, era un niño cuando asumí las responsabilidades de mi padre como el sostén de la casa…las cosas fueron muy difíciles desde que el falleció.— Un placer señora, la felicito por tener un hijo tan cortés y educado se nota que la educación se le refleja en su hijo. —Le dice Yulia, y mi madre parece complacida por las palabras de ella.— Gracias señorita, el placer es mío que me doy cuenta que mi hijo tiene buen gusto, ponte cómoda que ya te siento como una integrante de la familia. — Le responde mi madre. Las dejo un momento a solas para que