José
— Es un placer Isis, conocerte y quisiera invitarlas a comernos algo, por aquí venden un pollo asado bueno y aunque me duele un poco el brazo puedo manejar y mi hermano ya está fuera de peligro. Serían tan amables de no despreciarme. —— El placer es mío José, ya mí amiga me ha hablado de ti y no se equivoca en lo caballeroso y respetuoso que has sido. —— No te vamos a despreciar y en vista de que es una comida sana que no te perjudica, vamos a cenar. — Este hombre es maravilloso, acaba de salir de un hospital por un disparo que le dieron, antes de ayer le golpear el hermano y está pendiente de todos y de mí también, es una buena partida, vale la pena, es amable, es gentil y sobre todo respeta cosa diferente al enfermo de Rubén que al pensar nada más en el me causa miedo. Vamos rumbo al restaurante hablando relajados y muy amenamente, cuando llegamos ordeno dos pollos asados con todo y uno es para llevarle a mí mamá, cuando veo que Yulia e Isis cambian de semblante muy drásticamente me doy cuenta que entra un hombre fornido y una mujer elegante de cuerpo elegante y bien definido y les pregunto a ellas que les pasa, porque están así, quienes son ellos y Yulia está sin habla e Isis me dice ese es Rubén el que fue novio de Yulia. Ahí entiendo todo y les digo cálmense y ellos se sientan a cuatro mesas de la de nosotros sin quitarnos la vista y Yulia me dice en baja voz.— ¡Vámonos por favor! El no me va a dejar en paz, me persigue a todas partes. — Le respondo un poco incomodo agarrándole las manos que le tiemblan notablemente, me dirijo certero pero con serenidad que conservo todavía. — Mira Yulia, no tienes porque sentirte ni ponerte así, no estás haciendo nada malo, nos vamos a ir cuando llegue la comida y la pido para llevar y si tú quieres yo voy y hablo con ese sujeto y así le aclaro que te deje tranquila y por su puesto le doy las gracias por haber llevado a mí hermano al hospital. — Le digo tratando de calmarlas que las siento muy incomodas.— No hables con él, no lo conoces, es humillador, anda armado a veces y creo que es capaz de cualquier cosa, varias veces a armado espectáculos que agrede a las personas física y mentalmente, por desgracia lo conozco y viví esa tortura por casi tres meses y por eso me alejé de él.—— Está bien, haré lo que dices, en lo que llegue la comida nos vamos. — Cuando estoy pagando y ordenando que la comida es para llevar, el hombre que acaba de llegar y no nos quita la vista de encima se dirige a mí y me dice despectivamente.— ¡Tú eres José! ¿Qué haces aquí, tienes para pagar esa comida?—Volteo y le respondo mirándolo a los ojos y noto que empuña sus manos y se agudiza su mirada sombría y de manera contundente me le paro en el frente y le digo.— ¡Sí soy José, y tengo para pagar eso! Te pregunto qué te pasa y que es lo que quieres. —— Esa mujer es mi novia y aunque estemos bravos no voy a permitir que un don nadie como tú la estés confundiendo así que apártate de nuestras vidas si no quieres que esto llegue a mayores, además le salvé la vida a tú hermano que lo conseguí casi muerto en la calle. —— Me vas a tener que quitar del camino tú mismo, deja a Yulia tranquila que ella no quiere nada contigo y lo de mi hermano te lo agradezco pero respeta a estas damas porque yo no conozco el miedo ante ti ni nada. —Se sonríe sarcásticamente y espero lo que sea para responder con lo que tengo que es un brazo enyesado y los pollos que están por llegar, pero ni así muestro amedrentamiento y en ese momento Yulia e Isis me agarran y me piden que nos vayamos insistentemente.— Vámonos, vámonos por favor, ya llegó la comida y esto no vale la pena, José por favor. — Cuando las escucho con ese drama me retiro agarrando las bolsas de comida lista y no le quito la mirada y él me vuelve a decir.— Sabes que me las vas a pagar mecánico, eres un intruso y estás acabando con el amor que ella siente por mí. —Antes de que yo le diga algo a ese tipo Yulia llorando le responde enfáticamente.— ¡Yo no tengo nada contigo, no quiero verte más, me has hecho daño! y en todas partes me persigues, si sigues con el acoso te denunciaré a la policía para que te detengan. —Salimos del restaurante y le vuelvo a decir con voz alta. —! Déjala en paz sino te la veraz conmigo y él se ríe y grita.Se carcajea escandalosamente hasta las lágrimas antes de responder—. No me hagas reír mecánico, grasoso, pata en el suelo, si supieras quién soy, no estarías hablándome así, te esconderías debajo de las piedras, y no hay quien me la haya hecho y no me la haya pagado, joajana. —— Vámonos José y Yulia ese ser no vale la pena, hay que denunciarlo si sigue con su acoso y sus amenazadoras. —— Tienes razón amiga y José gracias por defenderme y hacerle frente a ese engreído, aunque hay que tener cuidado él es peligroso y se cree dueño de todo. —Por esta mujer soy capaz de cualquier cosa, incluso de defenderla hasta del mismo diablo, ella vale la pena y tengo que tratar de que se pase la página y que momentos como este no los viva más. — Disculpen el mal rato no era mí intensión que esto se desarrollara de esta forma. —— No es tu culpa José, pero ya el sabe que no estoy sola, pero, lo conozco y es capaz de cualquier cosa. Vamos a mí casa a comernos esto y a contarle a papá y a mamá este acto tan desagradable que ese ser nos ha hecho pasar.Al conocer y posteriormente al entablar una conversación amena con los padres de Yulia me despido de todos y ella muy amablemente me acompaña hasta mí vehículo con una sonrisa encantadora y me dice con esa voz tan dulce.— Gracias José por todo, le caíste bien a mis padres, puedes venir en otra oportunidad, te lo hare saber cuándo, has sido un defensor de mí, disculpa los malos ratos incluyendo el de hoy en el restaurante. —Cuando voy a contestarle estoy un poco perplejo por la emoción que me invade y ella me sorprende dándome un beso en la mejilla y apretando mi mano derecha con la suya y lo que puedo contestarle es. — Gracias a ti Yulia por ser tan especial y por darle un colorido notable y encantador a mi vida, ¡prometo no defraudarte, vales mucho! —— Hasta mañana y muchas gracias por las flores y el regalo que me diste hace poco. —Me dice ella con todos esos atributos que invaden su humanidad de belleza y amabilidad. Mientras me retiro de la casa de los padres de Yulia está un
Ha llegado el día tan anhelado y la decoración me parece que quedó bien, ya tengo comprado casi todo lo que le brindaré a los invitados, casi que no aguanto esperar ver a la preciosa Yulia. Saldré a comprar lo que falta. — Vamos hermano a comprar unas pequeñas cosas que faltan.— Le digo entusiasmadamente cuando llega Jairo y se me pone a la orden para ayudarme en cualquier cosa que me haga falta y le digo que no es necesario pero él insiste en que quiere ayudarme y acepto que me ayude en repartir la comida y la bebida para el brindis. El sale un momento para atender una llamada y salgo con mi hermano para hacer las compras.— Si jefe, todo va andando como me ha indicado, iré de inmediato a buscar la sustancia que usted me ha dicho que me dará y disculpe la pregunta. ¿Qué es lo que le vamos a poner? —— No me gusta que preguntes mucho, solo vas hacer lo que te diga, y es echar en la bebida del mecánico algo que lo hará pagar lo que intenta quitarme. En una hora te espero en la empresa
La reunión continua en cónsona armonía e invito a sentar a mi madre en la mesa que ocupo con las dos señoritas y ellas entablan una conversación que escucho con disimulo, pero con atención. — Mamá. ¿Te acuerdas de Yulia? ella es mi madre sé que se conocieron. — Las presento por si acaso, ambas se miran de forma evaluadora, las mujeres a veces ven enemigos donde no los hay, mi madre a veces es sobre protectora, y quiere tratarme como si fuese un niño, era un niño cuando asumí las responsabilidades de mi padre como el sostén de la casa…las cosas fueron muy difíciles desde que el falleció.— Un placer señora, la felicito por tener un hijo tan cortés y educado se nota que la educación se le refleja en su hijo. —Le dice Yulia, y mi madre parece complacida por las palabras de ella.— Gracias señorita, el placer es mío que me doy cuenta que mi hijo tiene buen gusto, ponte cómoda que ya te siento como una integrante de la familia. — Le responde mi madre. Las dejo un momento a solas para que
— Si, muy amable es tu mamá. Disculpa, ese señor, ¿Quién es? —Pregunta viendo a Lázaro con mala cara, no se sabe comportar y hace que hasta su esposa muera de vergüenza.— Ese es Lázaro un amigo de la infancia, lo que pasa es que tiene problemas y no quiere solucionarlo, pero, voy a ver como lo ayudo. — Respondo un poco apenado.— Eso me gusta de ti que tienes un buen corazón, aunque uno ayuda hasta donde se puede y si esa persona lo permite. — Me dice ella, tomando la iniciativa y colocando una de sus suaves manos sobre la mía.— ¡Estas en lo cierto! ojalá mi amigo se dejase ayudar— Se me escapa de los labios, lo conozco igual que Jairo y no quiero verlos mal, pero ellos parecen unos niños inmaduro.— Ese amigo tuyo le estaba diciendo al señor que está allá que creo que es un fiel cliente tuyo, al que está con su esposa, que él té había dado para comprar casi todo para tu reunión mientras se comía esas uvas que estaban de adorno en la mesa, se las comió.Me carcajeo con las locuras d
Mientras todo transcurría bajo el manto oscuro de la noche, las incisivas garras del mal tejían y se direccionaban a buscar su propósito que no era más que la desesperación, el desdén y la muerte que le daría satisfacción aguda y que no tardaría en llegar y quebrar el medio circundante de esta historia de la vida real. — Ven Jairito, cuéntame que pasó, hiciste el encargo, veo que no, habla y no llores. — Estoy envuelto en llamas por dentro y tranquilo y sereno por fuera le doy la oportunidad de que me convenza el por qué aun el mecánico está vivo y por ende sigue saliendo con mi Yulia. — Habla maldito y deja los lloros antes de que se me salga el fuego por mis poros. — Le digo y muerto de miedo me comienza a responder con macujeo y gemidos.— Jefe perdóneme, yo hice casi todo, pero me eche para atrás cuando tenía todo listo y servido tal como usted me lo ordeno, yo casi lo hago, pero, los recuerdos de cuando José y yo éramos niños y jugábamos no me dejo hacerlo, además él me ha ayu
Pasan pocos días de aquel triste suceso, y en horas de la tarde exactamente a las cuatro, ella permite que José la busque a la universidad y posteriormente la lleve a su trabajo en la panadería y en el trayecto ella le dice con esa voz tan apacible.— De nuevo te doy las gracias por arriesgar tu vida por mí, siempre defendiéndome, gracias por tus detalles, por estar pendiente de mis cosas, además sé que cargas ese llavero que te obsequié para arriba y para abajo, eres una persona muy especial para mí y siéndote sincera has empezado a gustarme por allá un poquitico y aunque no te he aceptado como mi novio me siento bien con tu compañía y quiero que vengas a casa de mis padres a una cena especial que voy hacer para ti mañana a las siete de la noche. ¿Te parece? —— Por supuesto que estaré ahí con todo el placer de mi corazón, pensamiento y alma. Gracias Yulia por permitirme entrar a tu mundo, eres una mujer maravillosa que sé que llegaste a mi vida para llenarla de pasión, amor y noble
— Buenas noches José, pasa adelante. —— Buenas noches Yulia, si estas tan hermosa como siempre, te traje este ramo de flores de tu misma especie y aroma. — Le digo entregándole un ramo de rosas rojas y una caja de bombones de chocolates de cacao de los mejores con una carta de regalo que tiene timbrado su nombre y siento que mi corazón salta fuerte entre mi espalda y pecho.— Gracias José, están preciosas. — Exclama dándome un beso en la mejilla que me sabe a gloria. — Siempre atento y cortés como siempre, pasa y siéntate por favor que ya vienen mis padres. ¿Y eso que llegaste diez minutos retrasado? Tan puntual que eres. — Me pregunta ella un poco extrañada.— Bueno linda, te cuento que Lázaro el amigo que estaba bebiendo a dos manos en la reunión de hace una semana, agarro a beber todos los días y la mujer de él le reclama y a él parece no importarle, no lleva comida, no busca trabajo, le propuse que trabajara conmigo y no quiere nada bueno… Estaba llevándolo a su casa porque lo co
José se marcha a su casa con una sonrisa en los labios, no puede creer su suerte, pensó que ella nunca se fijaría en un hombre humilde como él y más cuando lo ha visto en sus peores fachas, ella vale la pena, y cuando se va a costar sueña con un futuro con ella, incluso sueña con unos niños que tengan los ojos iguales a los de ella, de un precioso azul profundo.Ya con tres meses de ese noviazgo la felicidad del amor noble rodea el sentimiento de Yulia y José, pero la envidia tratara de envestir con malas intenciones lo que ellos tejían con ternura y consistencia. En un día cuando ella llevaba a la universidad el dialogo de ellos transcurría de la siguiente manera —— Bueno amor gracias por traerme a la universidad, gracias por apoyarme en todo y eso que me dijiste anoche todavía no, aunque nos deseemos las cosas en su momento y yo me quiero casar contigo primero, termino mi carrera, nuestra casa y ahí sí.—Le aclaro a José, si él me quiere de verdad va a esperarme. Y sigue insistiendo