—¿Qué quieres? Estoy bastante ocupado.
— Debo hablar contigo ahora—, Kaira detuvo a su marido, que estaba a punto de salir, ella se sentía emocionada a la par de ansiosa, —Te prometo que solo serán unos minutos…
— Bueno, no me quites tiempo.
— Es que… fui al hospital y me han dado la noticia… que estoy embarazada…—, susurró con la cabeza gacha, sin atreverse a mirar a su marido a los ojos.
Hubo unos segundos de silencio, pero pronto las crueles palabras del hombre hicieron que el corazón de Kaira se hundiera hasta el fondo del mar.
— ¿Qué esperas que te diga?, ¿Qué me alegre?, ¿Qué te felicité?
Kaira levantó la cabeza para mirar fijamente a los gélidos ojos de su marido.
— Bueno, pensé que quizá te haría un poco de ilusión y …
— Nunca, de hecho, no quiero saber nada de ello.
— ¿Estás segura de que eso es lo que piensas de verdad? ¡Vamos a tener un bebé juntos!, y…
— ¿Y qué?, ¿pensaste que jugaríamos a la casita?, fui claro desde el principio cuando nos casamos te dije que este no sería un matrimonio real, el hecho que nos acostamos un par de veces no quiere decir que sienta algo por ti.
Las lágrimas humedecieron los ojos de Kaira mientras miraba inexpresiva al hombre que tenía delante, agarrando la manga de su traje.
— He intentado ser paciente, ganarme tu afecto aun soportando tus desplantes. He justificado tu actitud, pero es demasiado y no entiendo el porqué de tu odio hacia mí.
— Tengo suficientes razones.
Se sacudió la mano de la mujer con disgusto, y luego la palmeó suavemente como para borrar las marcas de su agarre.
— Si por supuesto, tu dolor, perdiste a la mujer que amabas y te viste obligado a casarte conmigo, ya me lo has echado en cara suficientes veces.
— No solo es eso y lo sabes.
— ¿Y mi dolor?, ¿Y lo que yo siento?, perdí a mi hermana, mi mejor amiga, mi otra mitad, hacíamos todo juntas, yo también la amaba—, afirmó Kaira sin poder contener el llanto.
— No actúes, las lágrimas no funcionan conmigo, no tengo suficientes pruebas, pero sé que eres solo una ambiciosa, sin escrúpulos y sin corazón.
Kaira dió un paso atrás, no se había dado cuenta de que todo este tiempo su marido pensaba así de ella, nunca la había aceptado.
Era tan estúpida.
Kaira se secó las lágrimas, le dio la espalda a su marido y le dijo: —Solo quería informarte que estoy embarazada.
— ¿Quién es el padre?
— ¿Cómo me preguntas algo así?, solo he estado contigo y…
— ¿Y mi hermano?, ¿Quién es él para ti?
— Él… solo es mi amigo y nada más.
El hombre se rió despectivamente y tiró de la mujer hacia él, con las puntas de las narices casi juntas.
— ¡Escucha! Siempre amaré a tu hermana, nunca podrás sustituirla, ¡aunque compartan la misma cara!—, inmediatamente después, el hombre levanta la mano para acariciar el vientre de Kaira, —Lo mejor para evitar este ridículo en que pondrás a mi familia es que acabes con lo que llevas en el vientre, eres una vergüenza.
Su marido dió media vuelta y sin más se marchó sin darle la oportunidad de responder.
Los ojos inyectados en sangre de Kaira miraron fijamente a la espalda del hombre mientras unas palabras escapan de sus labios.
— NO HARÉ ESO, ¡NUNCA!
Aquella era una hermosa tarde para una boda, en la ciudad de Udaipur. En los días previos, familiares y amigos habían participado en varias ceremonias tal como se acostumbraba en la India, a pesar de un difícil comienzo ambos novios se encontraban felices, hoy finalmente serían las últimas ceremonias para ser definitivamente una pareja.Ya los invitados habían llegado a la sala de reuniones donde se realizaría el matrimonio, en su interior el lujo y la opulencia dejaban claro que aquella celebración correspondía a una familia de una alta posición, música y diferentes preparaciones de comidas ya eran brindadas a los presentes alegremente para su disfrute.Las jóvenes solteras aprovechaban también de soñar con grandes prospectos para su futuro, —Me encanta la decoración, las mezcla de dorados, rojos y naranjas es hermosa—, comentó una prima de Arin.— El novio se ve increíblemente atractivo, ojalá mis padres me comprometan con un hombre de dinero y poder como él, pero que además sea tan
Arin permaneció unos segundos en silencio tratando de procesar aquellas palabras.¿Pari había muerto? ¡Es mentira! ¡Lo sé!Al otro lado de la línea se oía el penetrante sonido de las sirenas de los coches de bomberos, como si quisieran decirle a Arin que aquella trágica noticia de la muerte de su prometida era cierta.Sacudió la cabeza, intentando recuperar un poco la sensatez.— ¿Solo dime en qué lugar estás maldición? — La pequeña casa del lago… Su suegra se acercó a él con rapidez, preguntando desesperada, —¿Qué le pasó a mi hija?, ¿Quién llamó?La madre de la novia escuchó la terrible noticia y se desmayó, mientras todos a su alrededor permanecían en shock.Sin perder más tiempo, Arin salió corriendo de la sala de reuniones, dejando a todos atrás. Pensó con rapidez si debía usar su vehículo, pero por el tráfico para aquella hora lo mejor era intentar llegar por sus propios pies.Mientras tanto, Kaira miraba el incendio llena de hollín y heridas de quemaduras que se había causado
Horas más tarde…Arin finalmente llegó a la casa donde se hospedaban.No era su residencia permanente, pero aquella vivienda de verano se había convertido en un refugio en los últimos meses.Llevaba tanto tiempo rodeado de periodistas que se agarraba la frente por el dolor.Todo está en silencio… Sus pies se sienten pesados y como si arrastrara su alma por el suelo mientras se mueve con lentitud, aquel pasillo oscuro que le lleva a la habitación donde se suponía que se prepararía Pari parece ser mucho más largo.Al abrir la habitación todo está intacto sobre la cama, su vestido de bodas y joyas como si aún esperan por ella, lo que le desgarra aún más el corazón.Recogió la foto en la que aparecía con su prometida y acarició la fría mejilla de la mujer."¿Por qué me dejaste?... ¿Por qué?... Íbamos a ser tan felices juntos"Un repentino golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos.— … Señor, su padre le espera en la biblioteca—, interrumpió a la joven de la servidumbre, sintiéndose
Tanto Arin como su padre se encontraban sorprendidos de ver a la chica allí, sin embargo, para el hombre mayor aquello representaba una oportunidad.— Por favor, entre joven y cierre la puerta antes de que se den cuenta de que se encuentra aquí, pues tengo las visitas restringidas y además no puede pasar más de una persona.— Siento irrumpir así señor Kumas, ¿Cómo se encuentra?— Un poco mejor supongo, sentí mucho miedo pero ya ha pasado, tenemos poco tiempo por favor volvamos al tema.Arin giró los ojos en señal de fastidio, —Papá está conversación era solo entre nosotros y ella está de más.— Al contrario, hijo, es la única que realmente le compete esta conversación, ella debe estar aquí.— ¿A qué se refiere, señor?— La verdad es que antes de que llegarás le pedí a mi hijo que te propusiera matrimonio.— ¿Qué? —ella casi gritó sorprendida y llena de preguntas—. Pero ¿por qué? — ¡Papá, no lo hagas!, es una locura, la estás alterando, detente—, exigió Arin en tono molesto.El ancian
— No puede ser, ¿Kaira?… ¿Estás tú?—, preguntó Yash entre sorprendido y confundido.Kaira solo tardó unos segundos en reconocer al joven que tenía delante, parecía más maduro y guapo, así que correspondió su gesto con la misma emoción, —¿Pero cómo?, ¿Qué haces aquí?— Lo mismo te pregunto a ti, es increíble encontrarnos de esta manera.Arin, molesto por el comportamiento de su hermano menor, que vivía en el extranjero desde niño, pellizcó la muñeca de Kaira para zafarla del abrazo del hombre, —Es suficiente querida esposa.Luego dio una mirada de reprobación a su hermano, —!Yash, ella es tu cuñada! Cuida tu comportamiento y aún más en público.El joven tuvo un momento de pérdida y cierto pesar, pero no podía mostrarlo, así que disimuló.— Lo siento, hermano, supongo que me dejé llevar por la emoción, les deseo… felicidad e… — Te agradezco tus deseos. Déjame culminar con la ceremonia y hablamos después con más calma… El joven se apartó a regañadientes, sin dejar de mirar a la hermosa
— Su esposo la necesita… Kaira temió que en medio del dolor y la frustración, Arin hubiese cometido alguna locura.Se levantó deprisa y empezó a vestirse, siguió haciendo preguntas—Pero dígame ¿Qué ha ocurrido? — Una persona que se encontraba en el bar lo reconoció y vino a avisarnos, no suele beber, así que parece que su comportamiento está molestando a otros clientes. — De acuerdo, entonces la prioridad es traerlo de regreso con bien, supongo que intentará oponerse, ¿cuento con usted para ayudarme?Abrió la puerta y fue recibida por un respetado anciano que se inclinaba para evitar mirar directamente a los ojos de la nueva señora de la casa. — Por supuesto, señora. — Llámame por mi nombre, soy Kaira solamente. — No podría hacerlo, me despedirán.La muchacha se quedó pensando en sus palabras mientras seguía al mayordomo hacia la puerta de la villa. — De acuerdo, entonces cumple con tal formalidad mientras no estemos a solas, usted es casi de la edad que tendría mi padre, no me
— Pari, te amo.Kaira no pudo evitar llorar en silencio, aun en sus momentos más íntimos, Arin recordaba a su hermana, era a ella a quien realmente deseaba, lo cual la hizo sentir destruida.Por un instante ilusamente había creído que sus atenciones eran realmente para ella, que quizá había comenzado a ganarse su afecto, pero qué equivocada estaba.Ella huyó al sofá y se quedó dormida entre lágrimas y agonía, acurrucada sola.Cuando Arin despertó en la cama se sorprendió al ver la escena, —¿Qué hago desnudo?, ¿Qué fue lo que pasó anoche?, ¿Cómo pude?Pero pronto pensó en su "esposa" por contrato, su cuñada.“¿A dónde se fue ella?”Mientras tanto, Kaira está en la cocina, se esmera en sus preparaciones, es la primera vez que le servirá desayuno a alguien ajeno a su familia y en el fondo desea que sea del agrado de Arin.“Quizá sea una forma de ganarme su atención”, así que intentando mantenerse positiva preparó una bandeja para llevarla a la habitación.Su corazón latía con fuerza y las
— Dime Kaira, ¿qué significa que si no podías salvarme esta vez?Los ojos de la chica eran un poco evasivos, —Nada… está lloviendo mucho y lo mejor es que volvamos. No quiero que te enfermes… Pensó cuidadosamente que quizá había entendido mal a esta mujercita, pues ella no lo había salvado, así que debía haber perdido la cabeza.— Tienes razón, pero, no creas que te lo agradeceré, no te amo, no siento nada por ti.— Ya lo sé.— Entonces ayúdame a levantarme, creo que me lesioné el hombro al caer del caballo.— Bien, pero ¿Crees que puedas cabalgar?— Sí.Fue difícil subirse al caballo y cabalgar, pero aún más cuando debió bajarse de él, para la sorpresa de Arin, Kaira manejó todo con serenidad y luego de algunas instrucciones finalmente estaban a solas en su habitación.— Voy a tener que ayudarte a quitarte la ropa, estás lesionado y todo lleno de barro y estuviste mucho tiempo con la ropa empapada…— No te quiero atendiéndome. ¿No hay otro sirviente?— Todos están agotados, estaban