Capítulo 1: Empresa y depresión. Parte II
Connor Jones.
»Confío que eres un hombre seguro de sus decisiones, me lo demuestras con lo que me contaste, a pesar que lo dudes de vez en cuando, cariño, confía en tu proceso.
»Las segundas oportunidades sirven para dos cosas —comenta, y me deja pensando—: para saber si es para nosotros o no. Solo debes confiar en tu proceso.
Lo que dijo mi madre tiene mucha lógica, por algo la vida da muchas oportunidades para darnos cuenta si es lo que realmente merecemos o no, y yo estoy muy seguro de ello.
—También sé que fuiste infiel, ocultaste cosas y mentiste —me recuerda—, pero lo fundamental, para comenzar nuevamente con alguien es siendo sincero contigo mismo y después con la otra persona. La honestidad es la clave del éxito a todo. Es una de las mejores formas para comenzar correctamente.
»Mintiendo solo ganas y generas decepciones, inseguridades, odios y desconfianzas, y si tú la amas, harás todo correctamente. La amas, ¿no?
—Claro que sí, madre —respondo rápidamente.
—Entonces, si lo haces, comenzaras hacer todo correctamente, cariño. Nunca te rindas con algo que te hace sentir como en casa.
Mi corazón no deja de latir rápidamente por todas las emociones que estoy experimentando en este momento. Son muchas, no sabría cómo explicar cada una.
—Quiero que sepas que no estoy decepcionada de todo lo que hayas hecho o piensas hacer, hijo —habla mi madre de repente, sacándome de lugar—. Solo lo aclaro por si lo llegaste a pensar, y no lo estoy.
»Tal vez hiciste todo eso para protegerte y proteger a los demás, pero lastimaste a personas en tu proceso, porque no siempre puedes ser fuerte en todo, siempre habrán heridos, y el hecho de que estés enmendado tus errores me hace sentirme orgullosa como madre. Solo no pienses en lo que dirán los demás. Vive tu vida a tu ritmo ¿Bien? Te amo, Connor.
Una lágrima recorrió por mi mejilla y sonreí a pesar de que no puede verme.
—Hablar contigo me ha hecho reflexionar mucho, eres mi gran guía —me sincero con mi madre por todo lo que ha hecho por mi durante años y continúa haciendo.
—Lo de la empresa, sé qué harás lo correcto, estoy segura que la decisión que tomes la apoyaré —me apoya con total seguridad—. Para ser un joven exitoso empresario has sabido emprenderla y llevarla a la cima, lo has hecho bien, cielo.
—No es para nada, mamá —le resto importancia con una sonrisa—. Me gusta lo que hago, amo mi trabajo y lo sabes.
—Lo sé, pero todavía me sorprende que sea tan exitosa.
Nos comenzamos a reír y no dudo en amar y atesorar estos momentos con mi madre.
Después de ello, mi madre se torna seria, y toca el tema en específico, mi divorcio.
—Dakota no puede decir que no te dará el divorcio —alega mi madre—, es decir, no puede si quiera poner en la posición de que tú le fuiste infiel, lo comprendo.
»Lo que no entiendo, ¿por qué quiere que sufras? ¿Ella es tan miserable para sentir satisfacción con ello? ¿Para satisfacer un vacío que dejan las personas? Ya mucho haces pagando todo lo que hiciste —añade mamá un tanto confundida—. Estoy tratando de comprenderlo todo, cielo, y me parece muy ilógico lo que ella hace, lo veo innecesario.
»Sabes… una vez tu abuela me quería casar con alguien que yo no conocía en absoluto, solo para asumir responsabilidades mayores como mujer, era un “deber” —contó—. Yo estuve de novia con tu padre, en ese entonces, y él todavía no tenía intenciones de casarse, yo menos, estábamos muy jóvenes para ello.
»Cuando inicié a salir con tu padre lo hablamos muchísimo, hasta enfrentó a mi madre —se ríe—, queríamos asegurarnos que lo nuestro funcionaría, que éramos el uno para el otro. Así lo fue.
»Mi madre no estuvo contenta con la idea, pero era mi vida, y yo la quería llevar a mi ritmo, quería hacer las cosas bien.
Mamá parece recordar muchas cosas, ya que la voz le cambió, a una nostálgica.
—El matrimonio implica muchas cosas, pero una de ellas es tener una relación sólida —comentó—. Siento que cuando una persona contrae matrimonio es porque la otra persona lo complementa.
»El día de tu boda, no lo sentí así, creía que eran ideas mías —dijo confundida—, pero me percaté de muchas cosas…
»Me percaté de que no estaban tus amigos, personas con las que has compartido tu niñez. Tu incomodidad al estar en el altar. Te veías tan presionado, inseguro, fuera de lugar. Tu desagrado en la fiesta de la boda. Estabas tan enfadado con todo, más contigo mismo, como decepcionado.
»El matrimonio no es sencillo, pero si llegas a casarte, asegúrate de que esa persona te complemente, que te ofrezcas cosas que ni sabías que tú querías, te haga feliz, que te haga sentir seguro, que ames, y que te haga mejor persona cada día. Eso lo que todos necesitamos en nuestras vidas. Sé que lo conseguirás.
»Lucha por tu libertad, ya no tendrás nada que perder, ten la frete en alto, el divorcio si se te dará en su debido tiempo, sé paciente y no te rindas.
»Quiero que seas muy seguro a la hora de tomar tus decisiones, recuerda que pueden determinar tu futuro o marcarlo, cielo.
Mi madre suspira, y la sentí sonreír desde la otra línea.
—Hazlo todo por amor, no por compromiso, no le debes nada a nadie que no seas tú. Sé que eres inseguro, pero podrás tomar la decisión correcta, podrás hacerlo, cariño. Hazlo cuando estés listo, no porque sientas que tengas que hacerlo.
En mi cabeza no deja de aparecer la palabra seguridad, es una de las cosas en que debo de trabajar de mí mismo. Todo lo que dice mi madre, tiene razón, no le debo nada a nadie.
Tengo que estar seguro de mis decisiones porque definirán mi futuro, y es por el que se trabaja constantemente todos los días.
Y eso que antes el futuro me aterraba demasiado…
—Debo irme, cielo —dice triste—. Debo salir hacer cuestiones de trabajo, espero verte pronto. Te extraño.
—Yo también, madre —le digo—. A todos los extraños. Y madre…
—Dime, cielo.
—Gracias por escucharme. Eres una gran persona y te amo mucho. Tomaré cada consejo que me diste. Eres una mujer con mucha sabiduría. También gracias por darme la seguridad que yo no tenía en mí mismo.
Silencio total desde la otra línea, supongo que la tomé de sorpresa por lo que le dije, y realmente no se lo digo a menudo.
—No agradezcas, mi cielo, siempre estaré para lo que necesites —me recuerda—. Me saludas a los chicos. Adiós, hijo.
—Igual envío saludos. Cuídate. Adiós, madre.
—Te amo, Connor.
—Yo más, madre.
Se finalizó la llamada y mis ánimos están en las nubes, tengo muchas cosas en que pensar…
Y la primera es ir a la empresa a enfrentar mis decisiones, es con lo primero que tengo que comenzar.
Mi segundo objetivo es Gemma.
Quiero comenzar con los pequeños pasos que me están otorgando la vida e ir solucionando mis problemas, no esquivarlos.
Primer objetivo, la empresa.
Capítulo 2: Acuerdo con los chicos. Parte IConnor Jones.Estoy impaciente, desesperado, inquieto, como si me fuera a dar un ataque de ansiedad por la decisión firme que he tomado. No voy a cambiar de parecer, eso es lo que realmente quiero hacer, es lo mejor, para todos y para mí.Me pone nervioso el hecho de todas las reacciones, sus reacciones, pero sé que ellos son comprensivos.Cuando dejé de hablar con mi madre hice mi rumbo directamente hacia la empresa, con mi decisión ya tomada.A pesar que mi decisión ya la tenía planteada, no estaba seguro de ella, y hablar con mi madre fue como un impulso para mí, ya estoy seguro de ello. Como ella había dicho que mis decisiones pueden definir o marcar mi futuro, sé que esto lo hará.No solo pongo en juego mi puesto como jefe de una empresa exitosa, tambié
Capítulo 2: Acuerdo con los chicos. Parte IIConnor Jones.—Kara no me ha querido otorgar información a pesar que le he insistido demasiado, pero se niega hacerlo, y ella sabe cosas… —comenta Harvey con el ceño fruncido—. Resalta mucho el de que quiere que Gemma esté en paz, que necesita estar sola.—A veces, supongo que las cosas son mejor dejándolas estar, ¿sabes? —opina esta vez Logan.Yo niego, estando en desacuerdo con lo que acaba de decir.—No creo que la mejor solución a algo es dejando las cosas estar, cuando ni terminó en buenos términos.»La mejor solución a todo es hablando, ahí radica mucho la compresión, si tú no llegas a comprender a la otra persona o que ella te comprenda a ti, entonces… ¿Qué carajos haces ahí
Capítulo 3: ¿Obteniendo libertad? Parte IConnor Jones.Me quedo en estupefacción, no puedo creer lo que estoy observando delante de mis ojos.Todo el desastre que hay en la estancia, es demasiado increíble.Papeles… papeles que pude identificar que son los contratos que habíamos firmado con Ivy que se encuentran esparcidos en la estancia cada uno de ellos en el piso con una gran ‘x’ roja encima de ellos, no entiendo muy bien lo que significa, pero supongo que no es nada bueno que digamos.Trato de caminar, buscando un espacio para no pisar los papeles que yacen en el suelo, pero es en vano, no hay lugar libre en el piso en que no haya ningún papel para poder caminar correctamente, hice que los papeles crujan en mis pies, y capto la atención de Ivy, ya que hablé fue en un susurro.—Con
Capítulo 3: ¿Obteniendo libertad? Parte IIConnor Jones.Intento calmarme y en no apresurarme a los hechos rápidamente, pero me transmito seguridad a mí mismo en que las cosas saldrán bien, que tengo que ser positivo sin importar las adversidades en que me encuentro en este momento de mi vida.Mi abogado me dijo que tengo que estar a las cuatro de la tarde, pero llegaré unos minutos antes para no salir con prisa a última hora.El reloj de mi habitación me indica que son las tres de la tarde, me miro nuevamente en el espero.Suspiro.—Hoy conseguirás tu divorcio, Connor —me doy ánimos yo mismo frente el espejo.Me siento seguro y confiado hoy.Salgo de mi habitación para dirigirme hacia la cocina, donde está mi cocinera más las dos empleadas de la limpieza de la casa.&
Capítulo 4: Entrevista incómoda. Parte IGemma Stone.Siempre he dicho que mi trabajo es lo que me mantiene en pie cada día, en querer proseguir con lo que hago, realmente es lo que me impulsa a continuar a pesar de todo.Había tomado la decisión de aislarme, pero sentí que me iba a generar más daño yo misma y tengo que hacer algo por mí, no puedo estar estancada con Connor.Mis pensamientos se vuelven inestables cuando pienso en él, es el último pensamiento que tengo antes de ir a dormir, y es algo que me consume, que me pone muy triste.En las noches me pongo a buscar razones, respuestas en querer resolver las dudas que me carcome el alma.¿Por qué?Siempre es la gran duda… ¿Por qué?¿Por qué lo hiciste? No lo sé…¿Por qu&e
Capítulo 4: Entrevista incómoda. Parte IIGemma Stone.—¡Gemma, es un placer tenerte con nosotros! —exclama extasiada—. Nos hace muy feliz que una mujer muy emprendedora y de las más conocida en la industria sea nuestra cara en la portada de este año, y no solo eso… ¡Por segundo año consecutivo! ¿Cómo te sientes al respecto? ¡Cuéntanos!Le sonrío halagada por todo lo que dijo de mí, me acomodo un mechón inexistente de mi cabello detrás de mí oreja, sabiendo que todo mi cabello está recogido perfectamente, pero suelo hacer ese gesto cuando estoy nerviosa, a pesar que no es la primera vez que hago una entrevista. No sé por qué esta entrevista me tiene tan nerviosa…—El placer es mío —le dije sin dejar de sonreír—. S
Capítulo 5: Toma de decisiones. Parte IConnor Jones.—De eso estamos seguros en esta vida… —dice Gemma tomando una pausa a lo que va a decir a continuación— nunca terminamos de conocer a una persona realmente, hasta que cierra tu puerta para abrir una mejor y botar las llaves de tu vida, olvidando que una vez, ese fue su hogar y su lugar seguro.No puedo creer lo que acaba de decir Gemma en esa entrevista, ha dicho muchas cosas con total seguridad que me desconcertaron totalmente, me sorprendieron más bien.Y al decir eso, me quedó más que claro, solo significa una cosa segura…Gemma ya no me quiere en su vida.(…)Horas antes de que vea la entrevista de Gemma.Hoy es día de papeleo y, por ende, tengo que ir hacia la empresa, para que así Joe pue
Capítulo 5: Toma de decisiones. Parte IIConnor Jones.Envuelve sus brazos en mi cuerpo y dejo que llore, que desahogue todo eso que siempre contiene.—Sabes que soy una mierda expresando —comienzo diciendo y siento como se ríe—, sin embargo, a las personas buenas, les ocurren cosas buenas.»Yo siempre estuve seguro de contratarte, me sentí seguro contigo y quise que fueras mi asistente cuando te vi. Vi muchas cosas en ti, pero más vi ese grande potencial que ocultabas y no se lo demostrabas al mundo.»Ese siempre ha sido mi gran objetivo en esta empresa, buscar grandes potenciales, que les encante hacer lo que hacen, que les apasione, y en ti vi todo eso y más.»Me lo demostraste millones de veces y estoy muy orgulloso de lo que eres y serás en un futuro, de los progresos que has hecho, y de cómo estas evo