Capítulo 3: ¿Obteniendo libertad? Parte II
Connor Jones.
Intento calmarme y en no apresurarme a los hechos rápidamente, pero me transmito seguridad a mí mismo en que las cosas saldrán bien, que tengo que ser positivo sin importar las adversidades en que me encuentro en este momento de mi vida.
Mi abogado me dijo que tengo que estar a las cuatro de la tarde, pero llegaré unos minutos antes para no salir con prisa a última hora.
El reloj de mi habitación me indica que son las tres de la tarde, me miro nuevamente en el espero.
Suspiro.
—Hoy conseguirás tu divorcio, Connor —me doy ánimos yo mismo frente el espejo.
Me siento seguro y confiado hoy.
Salgo de mi habitación para dirigirme hacia la cocina, donde está mi cocinera más las dos empleadas de la limpieza de la casa.
—Saldré para finalizar mi divorcio, no sé a qué hora llegue, así que pueden terminar sus labores, y retirarse —les aviso, para que puedan ir a sus casas con sus familias.
—¿Le dejo cena hecha, señor Jones? —me pregunta Flora, la cocinera amablemente.
A pesar que siempre les he dicho que no me llamen señor porque me recuerda a mi padre, lo siguen haciendo de manera en respeto hacia mí.
—Solo deja algo para preparación, me puedo encargar de lo demás —le digo gentil—. Gracias, Flora.
Ella asiente y sigue con lo suyo.
—Suerte con todo —dicen ambas limpiadoras, Ginny y Claudia.
Yo asiento por ello y tomo las llaves de mi auto.
Salgo de mi casa, tomando dirección hacia mi destino, aunque este muy aislado de todo, me queda a treinta minutos llegar a donde se llevará a cabo todo.
Al ya entrar a la ciudad, me doy cuenta que las calles están muy transitadas últimamente. Supongo que es porque estamos en unas fechas donde las familias están visitando a sus parientes.
Me detengo en un semáforo que está en rojo, y me percato de algo, mejor dicho, de alguien que capta mi atención.
Una cabellera rubia entra en una de las tiendas de ropa para mujeres, pienso en lo idéntica que luce a Gemma, pero sé que no es ella cuando voltea y se quita sus gafas de sol, revelando a una rubia con ojos muy oscuros.
Yo solo pensé en cómo pude haberla confundido con Gemma, es decir, también debo fijarme en la gran diferencia de la estatura, la cual, es muy obvia, además que también Gemma es muy diferente a las demás.
Su cabello luminoso, demasiado diría yo, y sus ojos son los más potentes que he visto en toda mi vida.
Comenzaron a pitarme claxon para que avance ya que la luz del semáforo indica en verde para que siga, y estuve muy ensimismado en mis pensamientos.
Avanzo olvidándome por completo de todo, para ir hacia mi destino.
Aparco mi auto y bajo de él no sin antes colocarle seguro. Camino en dirección hacia la puerta, sintiéndome un poco nervioso.
No debo de sentir nervios, es decir, sé que todo saldrá bien, que se me otorgará la libertad que tanto he ansiado.
He verificado la hora en mi teléfono y este me indica que faltan diez minutos para las cuatro, solo me siento a esperar en la sala del tribunal, esperando que mi abogado venga por mí.
Yo al decirle sobre mi caso me aseguró que no se rendirá así de fácil, que para él esa palabra no existía, me generó confianza, que iba hacer todo lo posible para que así lo fuera.
Además, que también me busqué a uno de los mejores de New York, lo estuve investigando y es que ha ganado más de veinte casos, y que lo que ha perdido es porque la acusación ha sido demasiado grande y por eso no ganó el caso, sin embargo, me impresiona mucho su trabajo de verdad, lo admiro.
También de ser mi abogado, se volvió en mi amigo a raíz de todo, me tomó como a su hijo, realmente le tengo mucha estima.
Al ya pasar los diez minutos, aparece Marcos, mi abogado, con su traje bien arreglado como siempre, a pesar de ser un hombre mayor no aparenta la edad de cincuenta años.
Me sonríe.
—Es bueno verte de nuevo, Connor —me dice acercándose a mí, y me estrecha en un abrazo rápidamente—. Sígueme, ya nos están esperando.
—¿Cuánto tiempo llevan aquí? —le pregunto caminando a su lado y adentrándonos en un pasillo con varias puertas.
—Llevamos mucho tiempo, solo que el abogado de Dakota es muy testarudo, será un trabajo muy duro, pero no imposible —me advierte.
—No me sorprende que Dakota haya conseguido alguien así —ruedo los ojos irritado.
—Tranquilo, te daré la libertad que tú te mereces —me dice para tranquilizarme—. Estábamos discutiendo cosas de ustedes dos, pero no quisimos proseguir sin que los susodichos estén estuvieran presentes.
Yo asiento comprendiendo su punto.
Nos detenemos en una puerta y Marcos la abre haciendo que me adentre en ella primero y después él sigue detrás de mí cerrándola en el proceso.
Hay dos sofás, uno al frente del otro y una mesa de por medio donde reposan unos papeles y unas tazas de café.
Dakota se encuentra sentada en uno de los sofás portando mucha molestia. Resalto el hecho que también su porte es muy elegante, nunca deja de serlo.
Al verme se contuvo de pararse de su asiento y saltar hacia mis brazos, pude notarlo como se aferra a los brazos del sofá, hizo todo lo posible para no hacerlo.
—¿Tú puta no vino contigo? —pregunta divertida y a la vez fingiendo interés,
Yo solo cierro mi mano en un puño y me contuve lo más que pude.
—Acabemos con esto ya —le digo a Marcos, ignorando completamente la pregunta tan innecesaria de Dakota.
¿Cómo se atreve a llamar a Gemma así?
Todo comienza a desarrollarse poco a poco. Debate por cada uno de nuestros abogados, y cuando nos cedían el derecho de hablar y opinar, lo hacíamos, a veces Dakota hablaba demás quitándole crédito a su abogado, me parece eso muy molesto de su parte.
Hubo un punto en donde me quedé observándola detenidamente, tratando de estudiarla, examinarla, tratar de descifrar lo que ella está pensando en ese momento, pero se encuentra tan calmada y confiada de la situación que comienza a generarme inseguridad, ansiedad.
No sé porque comienzo a sentirme así, me siento muy extraño.
Es como si toda la seguridad que sentía, se fue a la m****a. Como si Dakota me la arrebató.
Trato de prestarle mucha atención a lo que dice Marcos, pero mis oídos no escuchan nada, sus labios se mueven, hace expresiones y gestos molesto, se intercambia papeles con el otro abogado y niega varias veces, y yo sigo sin comprender del todo lo que está sucediendo, como si tuviera un ataque de pánico.
Dakota me observa con sus vacios e intimidantes ojos azules y sonríe victoriosamente, después asiente.
—Esto se llevará a juicio con un juez, y él determinará todo —determina el abogado de Dakota y se levanta del sofá.
Marcos lo sigue y me quedo solo con Dakota.
¿Qué? ¿Qué carajos fue todo eso?
Estoy totalmente pasmado en mi lugar.
Ella se sienta en la mesa que está enfrente de mí y se inclina un poco mostrando sus pechos, sin embargo, ni miro a esa dirección. No me genera nada, y tal vez en otro momento lo hizo, pero ya no.
—¿Creíste que te dejaría ganar tan fácil? —me pregunta con malicia, ella sonríe—. Ay, mi querido Connor… tú provocaste todo esto. Te dije que haría tu vida un infierno, espero que lo estés disfrutando, porque yo si lo hago, me divierto demasiado. Estas son las consecuencias de tus actos, no lo quisiste por las buenas…
»Pudimos haberlo sido todo. Un matrimonio feliz y estable. Formar una familia, pero tu quisiste irte con la estúpida de Stone. Amor por mi parte nunca te faltó, pero siempre serás un hombre miserable de manera sentimental. Das asco.
»A pesar de la m****a que me hiciste, te sigo amando, y volverás a mí, como siempre tuvo que haber sido, sin intermedios.
Se inclina hacia mí y besa mis labios, nunca correspondí, ni me inmuto, y eso la afecta.
Me abofetea mí mejilla derecha haciendo que voltee un poco el rostro, se levanta molesta y camina hacia la puerta, pero se detiene para decirme:
—No dejaré que ganes esto —dijo—. No te dejaré que te otorguen la libertad que te mereces, Connor. Sufrirás como yo lo estoy haciendo y arderás en el infierno.
Y sin más, se marcha, dejándome más confundido que nunca y preocupado con sus palabras.
Capítulo 4: Entrevista incómoda. Parte IGemma Stone.Siempre he dicho que mi trabajo es lo que me mantiene en pie cada día, en querer proseguir con lo que hago, realmente es lo que me impulsa a continuar a pesar de todo.Había tomado la decisión de aislarme, pero sentí que me iba a generar más daño yo misma y tengo que hacer algo por mí, no puedo estar estancada con Connor.Mis pensamientos se vuelven inestables cuando pienso en él, es el último pensamiento que tengo antes de ir a dormir, y es algo que me consume, que me pone muy triste.En las noches me pongo a buscar razones, respuestas en querer resolver las dudas que me carcome el alma.¿Por qué?Siempre es la gran duda… ¿Por qué?¿Por qué lo hiciste? No lo sé…¿Por qu&e
Capítulo 4: Entrevista incómoda. Parte IIGemma Stone.—¡Gemma, es un placer tenerte con nosotros! —exclama extasiada—. Nos hace muy feliz que una mujer muy emprendedora y de las más conocida en la industria sea nuestra cara en la portada de este año, y no solo eso… ¡Por segundo año consecutivo! ¿Cómo te sientes al respecto? ¡Cuéntanos!Le sonrío halagada por todo lo que dijo de mí, me acomodo un mechón inexistente de mi cabello detrás de mí oreja, sabiendo que todo mi cabello está recogido perfectamente, pero suelo hacer ese gesto cuando estoy nerviosa, a pesar que no es la primera vez que hago una entrevista. No sé por qué esta entrevista me tiene tan nerviosa…—El placer es mío —le dije sin dejar de sonreír—. S
Capítulo 5: Toma de decisiones. Parte IConnor Jones.—De eso estamos seguros en esta vida… —dice Gemma tomando una pausa a lo que va a decir a continuación— nunca terminamos de conocer a una persona realmente, hasta que cierra tu puerta para abrir una mejor y botar las llaves de tu vida, olvidando que una vez, ese fue su hogar y su lugar seguro.No puedo creer lo que acaba de decir Gemma en esa entrevista, ha dicho muchas cosas con total seguridad que me desconcertaron totalmente, me sorprendieron más bien.Y al decir eso, me quedó más que claro, solo significa una cosa segura…Gemma ya no me quiere en su vida.(…)Horas antes de que vea la entrevista de Gemma.Hoy es día de papeleo y, por ende, tengo que ir hacia la empresa, para que así Joe pue
Capítulo 5: Toma de decisiones. Parte IIConnor Jones.Envuelve sus brazos en mi cuerpo y dejo que llore, que desahogue todo eso que siempre contiene.—Sabes que soy una mierda expresando —comienzo diciendo y siento como se ríe—, sin embargo, a las personas buenas, les ocurren cosas buenas.»Yo siempre estuve seguro de contratarte, me sentí seguro contigo y quise que fueras mi asistente cuando te vi. Vi muchas cosas en ti, pero más vi ese grande potencial que ocultabas y no se lo demostrabas al mundo.»Ese siempre ha sido mi gran objetivo en esta empresa, buscar grandes potenciales, que les encante hacer lo que hacen, que les apasione, y en ti vi todo eso y más.»Me lo demostraste millones de veces y estoy muy orgulloso de lo que eres y serás en un futuro, de los progresos que has hecho, y de cómo estas evo
Capítulo 5: Toma de decisiones. Parte IIIConnor Jones.—¿Qué tienes por decirnos está vez, Jones? —cuestiona Leon interesando y confundido.Yo les sonrío.—En unos días Joe será el jefe —les comento con mucho entusiasmo.Ellos se sorprendieron por mi noticia y se alegran por eso.—¿Cuántos días hablamos aproximadamente? —pregunta Joe.—No lo sé. Grace dijo que me avisaría cuando todo estuviera listo para ti, Joe —le respondo—. ¿O es que estás muy apresurado en querer ser el jefe ya?Bromeo un poco con él y se ríe negando.—Es que las cosas están avanzando muy rápido —comenta Joe impresionado—. Ya siento que te extraño.—Ni que me vaya a morir —brome
Capítulo 6: Continuación de peleas. Parte IConnor Jones.Han pasado varios días desde que vi esa entrevista de Gemma en la revista que fue portada del año, donde hizo todas esas confesiones que me dejaron totalmente confundido, desconcertado.Sé perfectamente que ella al hacer todas esas confesiones se significa que ya no me quiere en su vida, y solo es algo que no quiero ni pensar.Realmente eso me rompe el corazón, digo, a nadie le gustaría ver que en una entrevista vea o escuche que la mujer de su vida haga ese tipo de confesiones que te desgarran el alma, sin embargo, lo entiendo.Sé porque ella hizo esas confesiones, que mintió sobre los hechos, que lo distorsionó todo, solo lo hizo porque no quería hacer más especulaciones de lo que sucedió esa noche, quiso disminuirlas más bien, diciendo menti
Capítulo 6: Continuación de peleas. Parte IIConnor Jones.—¿Cómo es eso? —le pregunto confundido.Se vuelve acomodar en su asiento correctamente sin dejar de mirarme.—Estás entre dos situaciones, ¿bien? —Asiento—. Lo que pasa es que tus situaciones son desfavorables.»La primera situación es que dejes en manos al tiempo de esto —señala—. El tiempo corre, sí, pero de te darás cuenta del porqué de las cosas, del porqué ocurrió de esa forma y no como tú querías que ocurriera.»Es raro cuando algo sale como lo planeamos realmente —dice—, creo que el diez por ciento de ello en que salga es su probabilidad. Suerte tienen aquellos que les sale como lo planean.»Solo no te quejes porque ocurrió así, si
Capítulo 6: Continuación de peleas. Parte III Connor Jones. Marcos a mi lado mantiene su papel de abogado de manera profesional, y habla a mi favor. —Señorita Milles, por algo estamos llevando a cabo este divorcio —le responde él sereno—. Por eso no estaríamos aquí presentes —me señala esta vez—. Mi cliente Connor, quiere el divorcio con usted, y él no se interpone en darle los bienes que le corresponde, si es algo que le preocupa, claro. —Pero mi cliente no quiere hacerlo —habla el abogado de ella en defensa—. Ella no está obligada a firmar si no quiere. —Tiene las de perder —refuta Marcos—. En esta situación si se ve obligada hacerlo, porque Connor quiere y lo desea. »Él no puede estar atado a un matrimonio. Así como tiene derecho de divorciarse, también lo tiene de casarse con otra persona, si él lo desea así, claro está. Porque es un ciclo todo. Como él lo tiene, usted también, se