Zurab se quedó mirando a su amigo sin saber cómo tomar sus últimas palabras, ¿Estaría bromeando?Desde que supo por la agencia de que iba a ser contacto de una figura que era considerada casi una leyenda en el mundo del espionaje, se había sentido muy emocionado. Velkan, alias "La sombra" o "El implacable" tenía una fama especialmente de habilidoso y difícil de eliminar Muchos habían sido los que habían caído al enfrentarse con él. Era un hábil tirador con armas largas y cortas, temible al utilizar el cuchillo o cualquier otra arma blanca. Pero lo más admirable era que parecía tener habilidades especiales para enfrentar casi cualquier situación.Era muy veloz de mente y siempre parecía andar un par de pasos adelante de sus enemigos, con una intuición prodigiosa y una capacidad de resolver situaciones en pocos minutos. Además, era letal con sus manos, en la lucha cuerpo a cuerpo no tenía rival. Dominaba varias artes marciales, incluyendo el novedoso Krav Maga del ejército y servicio s
Velkan abrió la puerta y se devolvió a sentarse en su cama. Tatiana entró en la habitación sin decir nada, solo se acercó a la cama poco a poco.—Lo siento, amor —Velkan no dijo nada, pero la frase lo sorprendió, ella casi nunca, es decir: nunca, se disculpaba, en particular en lo que ella creía que tenía razón— ¿Puedes perdonarme? Solo quiero tu seguridad, sólo quiero que estés bien.Al principio él no levantó la cabeza ni cambió la posición en que estaba sentado, con los brazos apoyados en sus piernas y las manos juntas, la cabeza inclinada y los ojos cerrados.Luego soltó sus manos y levantó la cabeza para mirarla a los ojos. Lo que vió lo dejó más desconcertado aún: los ojos de ella estaban anegados en lágrimas. Si alguien se lo hubiera contado no lo hubiera creído jamás. ¡Tatiana llorando! Eso no parecía posible.Cualquiera pensaría que ella era una mujer demasiado dura y de carácter hosco, o una persona huraña y de mal talante. Pero no era así, ella era una mujer dulce en su tr
Su boca se abalanzó sobre su pezón izquierdo causando una sensación tan fuerte que la ya débil resistencia de Tatiana al clímax se terminó de derrumbar, el orgasmo la alcanzó con una fuerza increíble, su cuerpo se arqueó contra el miembro viril que le causaba tan devastadora sensación, sus flujos íntimos se desbordaron y un gemido de pantera desgarró su garganta mientras los fuertes espasmos sacudían su cuerpo una y otra vez enlazando orgasmo tras orgasmo.Velkan estaba sorprendido por la apasionada respuesta de su amada, pero siguió atacando sus senos como si quisiera devorarlos mientras su amada era invadida por múltiples orgasmos. ¡Un largo: aaaahhhhh! Salió de la boca de ella y luego cayó desmadejada sobre el colchón, con los ojos cerrados y la respiración entrecortada, sus hermosos labios entreabiertos le ayudaban a respirar un poco mejor.Velkan dejó que se fuera relajando en descanso, dejó de atacar su hermoso senos y se dirigió a su dulce boca dónde depositó beso tras beso has
Tatiana seguía moviéndose lentamente sobre el miembro de Velkan, a veces aumentaba la presión a veces la reducía, era un juego enloquecedor para ambos. Velkan se aferraba a las caderas femeninas como el náufrago a una tabla de salvación y procuraba levantarse para aumentar el roce que lo estaba enloqueciendo.Pero ella no cejaba en su esfuerzo por atormentarlo, cuando sentía que él se levantaba ella hacía lo mismo y no sólo se levantaba sino que se alejaba más de manera que no había el más mínimo contacto entre ambos; esto sucedió varias veces hasta que él entendió su rol en el juego. A partir de allí ella lo controlaba absolutamente, era su dueña y señora.Tatiana continuaba con sus eróticos movimientos y ahora sus manos se subieron hasta el suéter que tenía puesto para terminar de quitarlo. La visión que se desplegó ante Velkan fue sublime, ella tenía un cuerpo tan armonioso como la mítica Afrodita. Sus hermosos senos destacaban en su pecho, y su vientre plano y ligeramente musculos
Zurab miraba a su contacto, y ahora amigo, con admiración. Esperaba que la siguiente información igualmente le pareciera normal.—Eso no es todo —dijo con cuidado.—¿No? Pues sorpréndeme.— El tercer espía ya tiene varios meses por ésta región.—Bueno, eso sí es una sorpresa —su voz no denotaba tal preocupación— ¿Algo más?—En realidad sí —fue la respuesta— Según la agencia se trata de una mujer.Inexplicablemente Velkan sintió un extraño frío en sus entrañas, no sabía por qué pero no le gustó esa noticia, no sería la primera vez que se enfrentaría a una mujer en medio de su trabajo, y si tenía que deshacerse de ella tampoco sería la primera a la que hubiera tenido que matar. No era nada de eso pero el desasosiego no lo abandonaba, se sentía extrañamente incómodo, como si estuviera usando ropa que no fuera de él y que no le ajustara bien. Zurab miraba la cara de su amigo, pero el severo rostro de Velkan no reflejaba nada en particular y sus fríos ojos, menos. Solo el extraño silenci
Tatiana se acercó al hombre que amaba tanto, era una mezcla de sentimientos los que tenía en esos momentos. Por un lado quería que él se quedase con ella, para seguir cuidandolo aunque ya no necesitara tanto de su ayuda como antes y por el otro no quería forzarlo a nada; sabía que muchas mujeres se volvían algo fastidiosas cuando se enamoraban, pero ella no quería ser así,Amaba a Velkan con un amor tierno y fuerte al mismo tiempo, y ahora que habían descubierto esta pasión juntos no quería separarse de él por mucho tiempo. Solo sabía que deseaba con todo su corazón estar junto a él en todo momento, amanecer juntos cada día y compartir el tiempo por el resto de sus vidas.—Cuidate mucho, amor —le dijo con toda la ternura de la que era capaz— Prométeme que te cuidarás—Tranquila, amor. No suelo cometer el mismo error dos veces —su mirada de ternura la llenó de un calor que nunca había experimentado.—Te dejaré para que termines de prepararte y antes de irte sube a mi habitación a despe
—¿De quién se trata? —preguntó Velkan.—De nuestro querido amigo Tamaz Kurbanov —respondió Robert.Esto era una buena sorpresa y Velkan se entusiasmó por ello, al fin y al cabo Tamaz había sido un muy buen amigo y alguien leal. Además era alguien que sabía muchas cosas.La última vez que había sabido de él fue cuando estaba en Armenia, antes de que Robert llegara con Mary, había sido un corto encuentro en realidad, allí le había dicho que estaba desde hace varios años oculto para evitar que lo localizaran.Había sido muy buen amigo de él y de Robert, con quienes había compartido misiones y aventuras donde se habían cuidado el uno al otro. Velkan lo conocía bastante bien, era un hombre peligroso a la hora de pelear y era muy hábil con las manos y armas blancas.Era una excelente noticia que quisiera reunirse con ellos, si existía alguien en quien pudieran confiar ese era Tamaz, así que la expectativa de reunirse con él era maravillosa, quizas asi podrian saber de una buena vez los plan
Robert estaba paseando por la biblioteca de su casa, estaba preocupado por Velkan, ya habían pasado casi dos horas desde que lo había llamado advirtiéndole de un tipo que había visto salir del estacionamiento de su edificio.Aunque se tardara mucho recogiendo algo de ropa ya debería estar llegando. Eran unos 40 minutos desde el edificio de Velkan hasta la mansión solamente y tal como él manejaba podía recortar ese tiempo hasta casi la mitad.No, no estaba tranquilo. Una especie de angustia le oprimía el pecho, una de las cosas más difíciles que había era el no saber. No tener noticias sobre algo o sobre alguien era muy estresante.De repente sonó su teléfono móvil, tenía una llamada entrante. Era un número desconocido.—¿El señor Robert Landford? —preguntaron por la línea.—Sí, ¿con quién tengo el gusto de hablar?—Es del hospital Saint Joseph, el señor Velkan Rottemberg nos pidió que lo llamáramos se encuentra en cuidados intensivos pero está fuera de peligro, estamos esperando a qu