—Te lo juro, no hay ninguna trampa —dijo con rapidez, y luego una idea le pasó por la mente— Y si dudas de mi puedes soltarme y yo mismo le abriré, para que veas que no hay trampa, igual no soy rival para luchar contigo, si mataste a Rostov y a Igor el gigante sin dificultad alguna, yo menos tengo posibilidades.—Está bien —dijo ella, sin embargo, se fijó con cuidado en los dispositivos de apertura para ver si tenían algo fuera de lo normal— Dime la combinación.—Es: 11, 35, 67, 12, 21, comenzando por la derecha —la voz segura de Morozov al pronunciar la combinación le dió confianza a Tatiana.Tatiana se aplicó a abrir la caja, cuando puso el último número, se escuchó un leve chasquido y la caja se abrió dejando ver su interior.—Y bien, Morozov —interrogó al político— ¿Qué tenemos aquí de interesante?—Allí hay una agenda negra, ¿La ves? —Sí, aquí está —dijo Tatiana abriéndola y pasando las hojas con cuidado, allí habían varias listas de nombres, hombre y mujeres, algunos conocidos
Se acercó a Morozov, que no pudo dejar de ponerse un poco rígido al sentirla tan cerca, era una sensación parecida a la que puede sentir alguien mientras nada en el mar y ve que se le acerca un tiburón. Pero Tatiana se limitó a soltar la mano derecha del tipo y luego colocó las llaves al alcance de su mano si hacía un esfuerzo extraordinario para alcanzarlas, eso le daría tiempo para descender con seguridad, en caso de que Morozov quisiera traicionarla, aunque no lo creía, porque ella podría regresar de inmediato y cumplir su amenaza de matarlo o de castrarlo.Ya ella había colocado la agenda negra, el dinero y las horas en su bolsa, pero de allí sacó el arma y se la colocó en la cinta que rodeaba su estrecha cintura. Tomó su bolso y mirando a Morozov se despidió lanzándole un beso con la mano, este hizo una especie de mueca pero al final terminó sonriendo, no en balde era uno de los pocos, que siendo enemigo de la "Dama Negra" terminaba con vida y sin ninguna lesión. Se prometió a sí
Tatiana se levantó de la cama con las primeras luces del alba, arregló su cama y se dispuso a vestirse, después arregló sus cosas para salir, llevaba una cartera y una mochila de regular tamaño donde iban todas sus posiciones incluyendo el dinero y las joyas que le había quitado a Morozov.Revisó todas las cosas y finalmente salió de la vivienda, antes de marchar dejó la llave dónde la había conseguido hacía varios días ya y dejó también una nota con algo de dinero envuelto en una bolsita plástica, enterrando la en el mismo macetero de la llave.Después de asegurarse de que nadie la hubiera visto se volvió hacia la calle y marchó a la estación del metro y tomó uno que hacía enlace casi hasta las afueras de la capital rusa. De allí caminó varias cuadras hasta que llegó a una terminal de buses, Tatiana compró un boleto hacia el sur del país y cuando subió al bus volteó su mirada hacia la ciudad que dejaba atrás, esperaba no tener que regresar.Después de varias horas llegó casi a la fro
—Yo acababa de verlo llorar al relatar tu muerte —continuó— y ahora lo veía derramar lágrimas silenciosas, pero su rostro era terrible, cuando me sintió volteó su arma hacia mi pero me reconoció de inmediato. Cerró los ojos de la chica y lanzó un juramento que me erizó la piel. Cuando salió yo fui detrás de él, y en el callejón detrás del hotel estaban tres tipos más que al verlo salieron corriendo, pero eso no les valió de nada, con absoluta calma levantó su cuarenta y cuatro y los abatió como si le disparara a botellas, como si estuviera practicando tiro al blanco, pero sin fallar un solo tiro, allí quedaron tendidos como prueba de su infalible puntería.—Allí se volvió hacia mí y con esa terrible mirada me dijo que todos lo iban a pagar, que así le tomara veinte años los iba a buscar y los haría pagar bien caro.—"Te lo juro, Bogo, me las van a pagar todas juntas, mi Tatiana y la doctora Tamar, serán vengadas, ¡te lo juro!"—Sus ojos ya no lloraban pero su dolor era más terrible po
Tatiana escuchaba atentamente todo lo que su amigo, Narek Bogosian, le contaba. No iba a ser fácil seguir la pista de Velkan después de tanto tiempo, sin embargo ella seguiría cualquier indicio que pudiera conseguir y lo mejor que podría hacer ahora era buscar allí en la ciudad donde se había perdido el último rastro conocido de Velkan.Aunque ella esperaba que Morozov hiciera su parte de la tarea y averiguara con Gasanov si habían podido seguirle el rastro más allá de la ciudad de Gyumri.Bogosian hablaba de las cosas que Velkan le hacía dicho y mencionó un nombre que Tatiana guardaría para verificar más adelante, ese nombre sonaba familiar de alguna manera y no sabía con seguridad si lo había escuchado antes o no. El nombre era Robert, obviamente no era un nombre eslavo sino centro Europeo, así que lo guardaría para después indagar. Recordó que Velkan le había dicho que el servicio secreto británico lo había estado ayudando antes de conseguir los papeles, así que era bastante probab
«Robert, ese nombre de nuevo, eso confirma la primera información que me dieron» —pensó Tatiana— «Eso quiere decir que la pista es buena, tendré que agradecer al viejo panzón" —una sonrisa divertida cruzó su rostro.—"Excelente trabajo, pichoncito, parece que valió la pena dejarte con aliento, nuestro pacto sigue vigente, tendrás noticias mías si es necesario, mis oídos están abiertos también"Con ese mensaje le daba a entender a Morozov que ella estaba dispuesta a ayudarlo si era necesario, guardó su móvil porque de seguro Morozov no respondería de nuevo. Era hora de salir de este país, así que haría una escala en Italia y después volaría hacia la Gran Bretaña, a Inglaterra más precisamente. Allí estaba el hombre que amaba y que ignoraba que ella estaba viva, una especie de regocijo recorrió su espina dorsal, el amor que sentía por Velkan estaba intacto aún.Tatiana recogió todas sus pertenencias y sin dudarlo ni un segundo se dirigió al aeropuerto de la ciudad de Gyumri. Ella había
Tatiana llegó a La Gran Bretaña en una clara mañana en Inglaterra. De aquí en adelante solo podría guiarse por su instinto y por los pocos informes que le habían dado, y esperaba que tanto Luri como Morozov pudieran facilitarle algún otro dato útil para poder encontrar a los espías que irían detrás de Velkan y Robert.Se quedó ese día en Inglaterra mientras calculaba el siguiente paso, podría ir a Londres de una vez y ubicar a Velkan y a Robert, pero eso solo la pondría en la mira de los que los estaban procurando eliminar. Tenía que contenerse porque el solo saber que estaba a unas cuantas horas de vuelo de su amado Velkan le hacían sentir mariposas en el estómago, pero su experiencia dictaba sus actos más que sus emociones, sabía que solo manteniendo la cabeza fría y su concentración enfocada en lo que buscaba evitar le llevarían al éxito en lo que se había propuesto: adelantarse al complot de manera que Velkan no saliera dañado.Una de las cosas más importantes que tenía que averig
Unos minutos después de haber enviado el último mensaje, llegó un correo de Morozov. Allí detallaba cuál era el plan que tenían en mente para emboscar a Robert y a Velkan. Estaban tratando de simular que había una célula terrorista en el país, en una de las zonas exclusivas que habían allí y cuando ellos fueran a investigar los acribillarían sin misericordia. Además, el encargado de poner la trampa final era nada más y nada menos que Darejan Guseinov. Uno de los hombres más expertos en asuntos de bombas, y por eso iba a tratar de averiguar dónde vivía Velkan porque querían matarlo de primero y luego hacer la simulación de la célula terrorista para asesinar a Robert, y en el caso de que Velkan se salvara lo atraparían también allí, porque este siempre acompañaba a Robert en todas las cosas.Tenían información detallada de dónde trabajaba Robert y con quién, sabían que trabajaba con el servicio secreto inglés y también con el MI, por lo que ya estaba calificado como un sujeto peligroso.