Sofía respondió de inmediato:
—No, eso no se puede hacer. Si se descubre, ¡estamos acabadas! No vale la pena arriesgarnos a nosotras mismas solo para matarla. Tenemos que pensar en un plan que beneficie a ambos lados.
—¿Qué otro plan podemos pensar ahora? Además, pensar en un buen plan llevará mucho tiempo, y no puedo esperar más. No quiero esperar ni un día más. ¡Quiero que ella muera pronto y de la manera más trágica posible!
Emilia enrojeció los ojos y su mirada se tornó oscura, llena de maldad.
Sofía frunció el ceño y guardó silencio por un momento antes de decir:
—Está bien, déjame manejar lo de Clara. Tú solo preocúpate por tu relación con Felipe. La última vez no matamos a Clara, pero al menos no nos involucraron, ni Felipe ni nadie sospechaba de nosotras. Ve a la conferencia de prensa y déjame pensar bien.
Emilia, poniendo morritos, no dijo más y se fue a maquillar.
En ese momento, internet ya estaba alborotado. Emilia había estado ausente por un tiempo, y su repentina a