Estos dos están que queman!!
Sentados, frente a frente, en el interior de la limusina, fusionamos nuestras miradas y nos observamos como si aquello se tratara de un duelo al estilo del viejo oeste. ¿Por qué se esconde detrás de esa máscara? ¿Por qué fingir ser otra? ¿Por qué seducirme cuando ni siquiera es necesario que lo haga? Soy suyo de todas las maneras posibles.No ha dejado de recriminarme con sus preciosos ojos desde que nos vimos en el salón principal. Por más que intente esconderlo, es difícil que pueda disimular su enfado conmigo. Preferiría mil veces que me gritara a la cara y me reclamara por mi cobardía, por no haber sido un hombre capaz de aceptar y reconocer sus sentimientos por ella, por no estar allí cuando más necesitó de mí. Le fallé y ahora intenta hacerme pagar por mi error. Bien merecido que lo tengo. Sin embargo, voy a hacer todo lo que esté en mis manos para resarcir el daño que le hice, para ganarme su perdón.―Esta noche quedé bastante intrigado con tu aparición.Sé que ese puto agente t
Toma mi mano y en el momento en que baja del auto, me da un tirón y me pega contra su pecho. Suelto el aire que he estado conteniendo en los pulmones desde que acepté venir con él, inclino la cabeza hacia atrás y lo miro a los ojos.―Tu rostro… ―se relame los labios y recorre mi rostro con sus ojos como si aquello fuero su objetivo primordial―. No sé por qué me pareces tan familiar ―sus palabras me dejan petrificada―. Incluso, tengo la extraña sensación de que te conozco de alguna parte.Jamás pensé que pudiera establecer algún parecido o relación entre la mujer que fui y la que soy ahora. Fueron pocos los momentos que compartimos juntos, así que supuse que nunca llegaría a reconocerme con los cambios hechos a mi aspecto físico. No debí subestimarlo.―Es la primera vez que vengo a este país.Suelto lo primero que se me ocurre, debido al temor que me provoca ser reconocida. Intento darme la vuelta para alejarme de él, pero me define y de un tirón me hace impactar contra su pecho. El tem
Deslizo la mano por su espalda y la acaricio suavemente mientras sigo perdido en mis pensamientos. Inclino mi cabeza, dejo un beso sobre su frente y disfruto verla tan relajada y cómoda sobre mi pecho; acurrucada como una pequeña niña que busca, con desesperación, cobijo entre mis brazos. Había extrañado tanto esta familiaridad y esta sensación de inmensa felicidad que creí perdida. Fijo la mirada sobre su rostro e inspecciono cada detalle que hay en él. Sigo sin creer que ella esté aquí conmigo. Abandono mis inquietos pensamientos y respondo a la pregunta que acaba de hacerme.―¿Qué hombre no se sentiría feliz y satisfecho de morir en los brazos de una mujer tan hermosa y atractiva como tú? ―sonrío divertido y le doy un toquecito con mi dedo índice en la punta de su naricita respingona―. Si tal fuera el caso, y resulta que eres una asesina a sueldo o, para ser más extremo y exagerado con el ejemplo, resultas ser una asesina serial, cruel y despiadada que usa sus encantadores atributo
Tira de mis brazos para llevarme de regreso a su pecho. Mi cuerpo está lánguido, mi corazón no deja de palpitar a máxima velocidad y mi respiración continúa bastante agitada. Mi mente sigue perdida entre el presente y el pasado, balanceándose de un lado al otro, indecisa, porque ahora no puede elegir de qué lado quedarse.―¿Estás bien, cariño? Esa dulzura y preocupación con la que lo dice hace más difícil mi elección. Me acurruco sobre su pecho, todavía sentada a horcajadas sobre su regazo y respondo con un gemido de satisfacción.―Uhm…No quiero pensar. Me siento demasiado bien como para arruinar lo que queda de esta noche. Su pecho se mueve cuando ríe divertido gracias a mi respuesta.―Todavía no termino contigo ―me dice con un tono de voz que eriza todos los vellos de mi piel―, reservo lo mejor para el final ―tampoco quiero que lo haga. Necesito todo lo que tenga para darme, cada rincón de mi cuerpo lo pide a gritos. Besa mi sien y acaricia mi espalda con la yema de sus dedos. Suel
―Es un hermoso nombre ―indica en tono bajo y cargado de dulzura―. Debe haber sido alguien muy importante para ti.Se mueve sobre mi pecho y encaja su cara en el espacio que hay entre mi mentón y mi cuello. Inclino mi cara y beso su sien cuando me veo impulsado por una enorme necesidad de hacerlo. Muero por decirle la verdad, dejar esta farsa y declararle mi amor, pero no es el momento oportuno para hacerlo.―Sí, lo es ―poco a poco se acerca el momento de decirle la verdad, no quiero volver a estar lejos de ella―, era todo para mí, sin embargo, lo arruiné de la peor manera.Meto la mano por debajo de su larga cabellera y hundo mis dedos entre sus mechones dorados para peinarlos. Los deslizo suavemente y elimino los pequeños nudos que se formaron cuando la puse boca abajo.―Uhm…Abandono mis pensamientos y sonrío cuando la escucharla gemir de gusto.―Esto te encanta, ¿cierto?Sube sus brazos y los coloca alrededor de mi cuello.―¿A quién no le fascina ser mimada de esta manera? ―ronronea
Comienza a llorar sin darse cuenta de que sus emociones acaban de dejarla al descubierto.―Debiste decírselo, habrías evitado tanto dolor.Aquellas palabras se hunden en mi corazón como dagas filosas. Sí, si hubiera tenido el valor de aceptar que la amaba, nada de esto habría ocurrido. El presente sería totalmente diferente.―Sí, tienes razón ―acerco mi boca a la suya―. De haberlo hecho, ella estaría compartiendo la vida conmigo, amándonos ―inhalo profundo―. Quizás a estas alturas estaríamos casados y tendríamos una hermosa familia.Se ve tan contrariada por mis palabras, que, por un instante, creo haberme pasado de la raya. Así que trato de hacer control de daños.―¿Qué hay de ti, Venus? ―espero que pueda distraerla hasta que lleguemos a casa―. ¿Hay o hubo alguien en tu vida?Su cuerpo se tensa. Sé que acabo de pisar terreno delicado y peligroso. Me mantengo en silencio, esperando por una respuesta, en el caso de que decida dármela.―Hubo alguien… ―se toma una pausa, antes de continua
―Yo no soy…Menciona Rachel, bastante contrariada. Así que me veo obligado a intervenir para remediar la incómoda situación.―Lo siento, Alfred, déjame presentarte a la señorita Venus ―le aclaro y le guiño el ojo con disimulo para que me siga el juego―, es una de las bailarinas del club y esta noche es mi invitada.Me observa, intrigado, pero capta la indirecta. De inmediato, vuelve a su acostumbrada actitud formal y distante.―Lamento el imperdonable error, señor ―luego de disculparse vuelve a fijar la mirada en mi compañera―. Señorita, pido disculpas, permítame enmendar mi equivocación dándole la bienvenida y poniéndome a sus órdenes.Ella corresponde con una sonrisa tan adorable y dulce, que me dan ganas de comerle la boca a besos. Y es precisamente lo que pienso hacer durante toda esta noche.―No hay nada que perdonar, Alfred ―indica con ese acento delicioso que enciende mi polla―, estoy segura de que no fue tu intención.Mi mayordomo se hace a un lado para que ingresemos.―Por fav
SinopsisAhora que Ludwig encontró a Rachel, está decidido a mantenerla a su lado a como dé lugar. Tiene una nueva oportunidad para enmendar todo el daño que le hizo y volver a conquistarla, pero las cosas no resultarán tan sencillas como él esperaba.Rachel evitará cualquier acercamiento de su parte a pesar de que sigue amándolo con toda su alma y corazón. No confía en las palabras de la persona que la traicionó y la apartó de su lado. Pondrá al límite la cordura y la paciencia del único hombre al que ha amado y del que sigue perdidamente enamorada.El pasado y nuevos enemigos vuelven a amenazar su felicidad, pero ahora ambos estarán preparados para enfrentarlo juntos. Los secretos comienzan a develarse y la venganza será más cruenta y despiadada contra todos aquellos que destruyeron sus vidas y lograron separarlos. Rachel y Ludwig, vienen por ellos.Identificador 2205041067564© Todos los Derechos Reservados***Tiemblo de pies a cabeza. La rabia, la ira, el dolor y el amor se comb