Al día siguiente muy temprano, nos levantamos y fui a mi apartamento para arreglar mis cosas para irnos con David, a lo de su tía. Ya que arreglé mis cosas salimos con Luna y Lobo a pasear y después volvimos para desayunar algo y a esperar en el apartamento de David a que llegara Mayra por nosotros, yo me seguía sintiendo mal por lo de Erika, me senté en el sillón muy pensativa mientras David se sentaba a mi lado abrazándome tiernamente.
- Itziar mi princesa. Quiero que estés tranquila, todo estará bien – me dijo con la ternura que me encantaba.- Lo sé mi príncipe, me siento culpable por lo que siento por ti – le confesé al fin.- No debes sentirte así princesa, no es malo que estemos enamorados. Te quiero tanto Itziar, quiero que lo entiendas y que no lo olvides jamás.- Yo también te quiero David y más de lo que estoy dispuesta a rDavid estaba furioso, se levantó de la cama y caminó directamente a donde yo estaba, se colocó frente a frente mío, me tomó del brazo y me levantó la cara haciendo que yo lo mirara a los ojos, cosa que no podía hacer, pues mis ojos estaban empañados de llanto.- Itziar, mi princesa mírame por favor. Perdóname por alterarme, pero quiero y necesito saber ¿Qué fue lo que te dijo Erika?, dime por favor – me interrogó David, aún muy lleno de coraje contra Erika.- Ella en sí a mí no me dijo nada David, se lo dijo a la trabajadora social del hospital cuando intentó quitarse la vida por ti, le dijo que tú y ella tenían intimidad cómo cualquier pareja normal.- Déjame decirte Itziar, que eso es una mentira de Erika, nunca pasó nada aparte de besarnos por lo mismo, yo noté desde aquella fiesta de sus padres que
El chofer de la limusina bajó a abrirnos la puerta, para que David y yo nos pudiéramos subir a la limusina, yo me sentía como si estuviera viviendo un sueño de una película de Hollywood o algo así, David me tomó de la mano y cómo si me leyera los pensamientos, me susurró al oído:- Itziar, ésta noche es sólo de los dos, no quiero que nada de lo que pase hoy lo olvides, ni tampoco olvides, lo mucho que te quiero.- David, esto es maravilloso mi amor, nunca podría olvidarlo – le dije muy emocionada, mientras lo tomaba más fuerte de la mano.- ¿Gusta usted una copa de vino, princesa preciosa? – me preguntó David, con una sexy sonrisa.- Claro que sí, mi guapísimo príncipe.David, destapó la botella de vino espumoso, que despedía un olor exquisito y la sirvió en dos copas, me dio una de ellas y brindamos por nosotros, mientras seguíamos el camino a nuestro destino. Pasaron minutos más tarde y la limusina, se detuvo. El chofer, bajó a abrirnos la puerta para baja
Tan pronto como entré al mar, sentí el agua helada, sin duda no era lo mismo meterse de día cuando hay sol que meterse de noche, que ya estaba más fresco y sin nada que la calentara, David se sumergía más en el mar y se estaba riendo de mis caras que ponía, por lo helada del agua, nadó hasta dónde yo estaba y me sumió en lo helada del agua, después yo quise escaparme y él volvió a meterme al mar, así pasamos mucho rato jugando y después salimos tomados de la mano, nos sentamos en la orilla del mar sobre la arena y David de pronto, me besó, primero muy dulcemente y después el beso iba ganando fuerza, pasión y mucha intensidad, tanto que me recostó en la arena y se posó encima de mí, acarició lentamente mi rostro y después me besó muy lentamente apenas si fue un roce de movimientos lentos y sutiles, después David
El papá de David me seguía mirando de una manera muy confusa, que no sabía cómo descifrar, yo pensaba muy dentro de mí que yo le había caído mal, pero de inmediato él rompió el silencio, haciéndome sentir, que estaba equivocada.-Encantado de conocerla, señorita de la Reguera y bienvenida. Alfonso Vázquez a sus órdenes – me dijo el papá de David con una sonrisa inmensa.-El placer es mío Don Alfonso y si no es mucha molestia dígame Itziar, por favor – le respondí educadamente.-Pues si a esas vamos, dime Alfonso por favor, no estoy tan viejo – me dijo el papá de David riéndose.-Claro Alfonso, tu casa es encantadora – le dije muy impresionada.-Está a tus órdenes Itziar. Y tú David, ¿Por qué no me dijiste que andabas con una súper modelo?, para ir a un sitio ex
Cuando abrí al fin los ojos, David estaba llorando a mi lado y yo no sabía ni que había pasado, en ese momento Ilse me tomó de la mano y se empezó a disculpar conmigo.- Itziar, gracias a Dios reaccionaste, perdóname por favor. De verdad que nunca fue mi intención hacerte daño – me dijo Ilse llorando y algo alterada.- No te preocupes Ilse, todo está bien – le dije tranquilizándola, después de todo ella solo me dijo lo que había visto y me enseñó las pruebas.- No me podía ir, sin disculparme contigo y saber que estabas bien. Por favor, llámame pronto para vernos en otra situación y nuevamente perdóname Itziar – me dijo muy preocupada.- No te preocupes Ilse de verdad, después te llamo y gracias por abrirme los ojos – le dije abatida.David no me decía nada, solo lloraba. Ilse y é
Esa noche nos quedamos dormidos, juntos abrazados y muy enamorados. Por la mañana siguiente, yo me seguía sintiendo algo mal, la ventaja es que era sábado y ya estaba de vacaciones de mi trabajo, desperté muy adolorida aún de mi estómago y mi David no estaba, me había dejado una hermosa rosa con una nota que decía que se había ido a sacar a Luna y a Lobo, también me había dejado un té exquisito en la mesa de noche con dos pastillas de analgésicos para que me lo tomara y así lo hice. Me comencé a tomar el té y seguí acostada, la verdad no tenía muchas ganas de levantarme. No sé cuánto tiempo pasó hasta que David volvió con Luna y Lobo, les puso su agua en sus cuencos y después fue a mi recámara, se recostó a mi lado y comenzó a consentirme.- Mi princesa hermosa, ¿Cómo te sientes Itziar?, no te quise despertar, veo que ya te tomaste el té que te dejé – me dijo David en un tono muy dulce.- Hola mi amor, aún tengo cólico amor y me siento un poco débil – le respondí algo a
Llegando a nuestro edificio, entramos al apartamento de David, atendimos a Luna y a Lobo, después tomamos un café David y yo y finalmente, nos fuimos a su recámara. Por tantas cosas que pasaron, olvidé llevar mi pijama a su apartamento y ya no quería ir al mío, así que estando acostados en la cama, abracé y besé a David y estaba jugando con los botones de su camisa, lo desabroché y después desabroché todos los demás, hasta que le abrí por completo la camisa y me detuve para mirarlo, sobra decir que David, me miraba muy divertido y al mismo tiempo algo nervioso.- Itziar, ¿Qué haces princesa? – me preguntó riéndose.- David, mi príncipe. Olvidé mi pijama en mi apartamento y quería saber, si me puedes prestar una camisa tuya – le dije entre coqueta y tierna.- Pues claro que sí mi princesa, es
Después de un rato en el mar, el oleaje comenzó de la nada a subir y nadamos de prisa a la orilla, obviamente le gané a David en llegar, cosa que no le hizo mucha gracia, yo por mi parte me estaba muriendo de risa, pero lo que pasó después nos puso los pelos de punta.- Buenas noches – Nos saludó un agente de la policía.- Buenas noches, oficial – Respondimos David y yo.- Me llegó un reporte, que ustedes se metieron al mar, obviamente viéndolos no me queda lugar a dudas y por sí no lo sabían están infringiendo la ley, no se puede nadar con bandera negra y menos de noche, pudieron haber muerto – Sentenció el oficial muy enfadado.- Lo siento oficial, no vimos la bandera y lo de nadar fue un acto de pura improvisación, no fue deliberadamente pues, si lo fuese, estaríamos vestidos con ropa de playa, ¿No lo cree?- Respondió David