Narra Carolina
Ese día de la boda de mi mejor amigo Sebastián con Yolanda, fue un día de emociones y sentimientos encontrados. Por un lado me sentía feliz de estar presenciando un hecho histórico tal cómo era la boda de Sebastián, por el otro lado me sentía algo tensa por la forma en la que fuera a pasar un nuevo encuentro con Víctor Manuel, pero sinceramente lo mejor fue el poderlo ver nuevamente. Me dio mucho gusto el poder saludarlo y el poder estar cerca de él, pero lo que más me alegró de todo es saber que al fin él se había decidido a tomar un gran paso con una mujer para pasar el resto de su vida y esa mujer era Itziar Helena. Cuando Víctor Manuel me comentó su idea de querer casarse con ella, yo no pude hacer otra cosa más que, emocionarme desmedidamente y a toda costa querer ayudarlo pues así era yo, siempre con ganas de ayudar a
Narra Carolina2 meses más tardeNo hay plazo que no se cumpla y finalmente se llegó el día de la boda de Víctor Manuel con Itziar Helena, quién a pesar de tener inseguridades, dudas y miedos sobre mí finalmente se había dado cuenta que yo no era ninguna rival para ella y terminó por aceptarme cómo amiga de ambos, tanto de ella cómo de Víctor Manuel. Sobra decir que tanto Sebastián como yo, éramos padrinos de la boda por lo que él se encontraba asistiendo a Víctor Manuel, mientras que yo me encargaba de asistir a Itziar Helena, quién iba a vestir un exclusivo y hermoso vestido de diseñador.Llegué a su recámara para ayudar a que se vistiera y ella estaba como toda novia puede estar cuando falta tan poco para casarse con el amor de su vida.–Hola Caro. Hasta que apareces, pensé que me de
Narra Víctor Manuel2 Años despuésHoy cumplía dos años de casado con mi hermosa esposa Itziar Helena y decidí llevarla a cenar a un exclusivo restaurante para celebrar ese día tan importante. Tenía que darle una importante noticia sobre el futuro del estudio.–Víctor Manuel, mi amor ¿A qué debo tanto misterio? – Me preguntó ella muy curiosa – No hemos venido a cenar en mucho tiempo, menos de modo tan formal.–Tienes razón. Ha pasado bastante tiempo por mis compromisos del estudio y demás. Así que esta noche especial quiero darte las gracias por todo el tiempo que me ha regalado, por estos dos años maravillosos en los que no hemos podido ni salir de vacaciones pero te prometo que eso está por cambiar mi amor – Me disculpé con ella y le agradecí por el tiempo juntos – Te tengo u
Narra Carolina16 años despuésParecía que fue ayer cuando Víctor Manuel, nos hizo a Sebastián y a mí socios del estudio, nos iba muy bien en esta nueva etapa, lo único malo era que casi no podía viajar a México seguido para ver a mis padres, pero todo lo demás en mi vida estaba en orden, era muy feliz en mi matrimonio, me iba muy bien en el estudio y hoy en especial era un día muy importante para mí pues mi amada Victoria entraría a la Universidad por lo que su papá pidió ese día para faltar al banco y poder ir a llevarla juntos. Victoria estaba sumamente emocionada por entrar tanto que no se estaba quieta en el auto producto de la emoción a lo que Ramiro y yo sólo reíamos divertidos.–Ya hija deja de moverte por favor – Le pidió Ramiro a Victoria – Ya vamos a llegar y espero que disfrutes mucho de esta nu
Narra Víctor ManuelAños despuésNo cabe duda que hay amores que están hechos para durar toda la vida como era el caso del amor de mi hijo con la hija de Carolina, quienes cometieron un error con tan sólo 16 años, pero que afortunadamente tanto Carolina y su esposo ayudaron y apoyaron a su hija como Itziar Helena y yo hicimos lo mismo con nuestro hijo. Pensábamos que por tener esa corta edad lo de ellos no iba a durar a pesar de jurarse amor y temíamos que tuvieran que compartir la custodia de su pequeña hija Callie al no quedar juntos, pero nuestros hijos nos dieron una lección que culminaba hoy ante el altar pues después de 5 años muy difíciles y ya con 21 años de edad cada uno y una pequeña hija de 4, por fin hoy se sellaba su compromiso de amor eterno ante la ley de Dios.Estaba muy nervioso y un poco triste de que a Itziar Helena y a mí poco
Era septiembre del 2019, recuerdo que me encontraba en algún lugar de México siendo un día normal como cualquier otro, viernes precisamente para ser exacta. Ese día salí del trabajo más temprano de lo acostumbrado para verme con mi mejor amiga en una cafetería; llegué con tiempo, debido a que no había llegado ella, decidí ponerme a organizar mi agenda y realizar unas llamadas, dónde me concentre tanto que no se cuánto tiempo paso hasta que ví la sombra de mi amiga.— Hola amiga, es un milagro verte después de miles de intentos de tomar un café — Dije sarcásticamente —, Al fin vienes Erika, no recordaba cómo eras después de tantos meses — Concluí de manera divertida, esperando que se riera.— Hola Itziar, sí es verdad hemos querido vernos, pero no hemos concretado por una u otra razón, pero aquí nos encontramos finalmente — Comento mi amiga, sentándose al frente mío.— Es un gusto, pidamos un café y brindemos por el gusto de coincidir de nuevo — Dije con alegría.— ¿Un
Sonó la alarma dónde al momento de apagarla me di cuenta que eran las seis de la mañana, me levanté de la cama como resorte apurándome para sacar a Luna a su paseo rutinario donde corrimos por una hora alrededor del barrio. Cuándo volvimos, me di una ducha extrema, desayuné, alimente a Luna y salí a tomar un camión para el trabajo llegando con unos minutos de anticipación presentándome ante mi jefa.— Buenos días Katy, me dijiste que viniera a verte a primera hora — Manifesté brindándole una sonrisa.— Buen día Itziar, quiero comentarte del departamento del futuro cliente dónde es pequeño; a pesar de que tú pudieras esperar que tu primer proyecto sola fuera con un espacio amplio — Dijo mirándome seriamente —, Te lo di a tí, porque es en tu edificio dónde debes dominar la distribución de espacios y quiero que te luzcas ante tú cliente.— Es un hombre supongo — Susurré con inseguridad de ser regañada.— Así es, nosotros ya hemos trabajado para su familia con anter
Me intimidé al ver cómo me miraba con esos ojos muy profundos y serios al mismo tiempo que estaba pensativo, donde abrí los ojos al recordar que lo había visto antes, dónde él sacó de la bolsa de su saco mi teléfono celular ¡que tonta soy!—Buenas noches, ¿Buscabas ésto? —Preguntó con diversión señalando mi teléfono.—Buenas noches. Así es lo olvidé cuándo deje las cubetas de pintura — Respondí defendiéndome, mientras mis mejillas se sonrojaban.—Supongo que eres la decoradora — Cuestionó serio, dónde asentí con la cabeza.Lo analicé fijamente donde recordé que era el mismo jóven que había visto con Erika, definitivamente el mundo es un pañuelo donde él me saco de mis pensamientos al momento de hablar, habíamos coincidido.—Nos conocimos ayer, tú estabas con tú amiga — Dijo seriamente, donde asentí nuevamente me habías reconocido al igual que yo a él —, Lo sabía, Katy me había dado tu nombre para lo de la decoración; ya que le pedí que fuera una mujer j
No mentiría si dijera que tanto Erika como yo habíamos quedado atontadas sin poder articular ni una sola palabra, hasta que decidió tomar la iniciativa mi amiga.—Hola guapo, yo te conozco de la cafetería de la otra noche ¿puedo saber quiénes son tus padres? — Cuestiono Erika acercándose peligrosamente a David, causando pena en mí.—Hola, claro que sí — Dijo mirándome a mí — Son Diana Alatorre y Alfonso Vázquez.—¿Eres el hijo de Diana y Alfonso? ¡no lo puedo creer! — Exclamo Erika tapándose la boca de la impresión — Ellos y mis padres son íntimos amigos, ¿Cómo es que no nos conocíamos antes? Si había escuchado hablar de su hijo, pero nunca imaginé que pudieras ser tú, sigue por favor estás en tu casa — Comentó Erika con formalidad, dándole paso en medio de una sonrisa seductora.— Con permiso, por favor ¿Dónde se encuentran mis padres? — Interrogó mirando a su alrededor.—Yo te llevo con ellos, no te preocupes — Propuso mi amiga, llendose con él invitado dejándome