Tan pronto como entré al mar, sentí el agua helada, sin duda no era lo mismo meterse de día cuando hay sol que meterse de noche, que ya estaba más fresco y sin nada que la calentara, David se sumergía más en el mar y se estaba riendo de mis caras que ponía, por lo helada del agua, nadó hasta dónde yo estaba y me sumió en lo helada del agua, después yo quise escaparme y él volvió a meterme al mar, así pasamos mucho rato jugando y después salimos tomados de la mano, nos sentamos en la orilla del mar sobre la arena y David de pronto, me besó, primero muy dulcemente y después el beso iba ganando fuerza, pasión y mucha intensidad, tanto que me recostó en la arena y se posó encima de mí, acarició lentamente mi rostro y después me besó muy lentamente apenas si fue un roce de movimientos lentos y sutiles, después David
El papá de David me seguía mirando de una manera muy confusa, que no sabía cómo descifrar, yo pensaba muy dentro de mí que yo le había caído mal, pero de inmediato él rompió el silencio, haciéndome sentir, que estaba equivocada.-Encantado de conocerla, señorita de la Reguera y bienvenida. Alfonso Vázquez a sus órdenes – me dijo el papá de David con una sonrisa inmensa.-El placer es mío Don Alfonso y si no es mucha molestia dígame Itziar, por favor – le respondí educadamente.-Pues si a esas vamos, dime Alfonso por favor, no estoy tan viejo – me dijo el papá de David riéndose.-Claro Alfonso, tu casa es encantadora – le dije muy impresionada.-Está a tus órdenes Itziar. Y tú David, ¿Por qué no me dijiste que andabas con una súper modelo?, para ir a un sitio ex
Cuando abrí al fin los ojos, David estaba llorando a mi lado y yo no sabía ni que había pasado, en ese momento Ilse me tomó de la mano y se empezó a disculpar conmigo.- Itziar, gracias a Dios reaccionaste, perdóname por favor. De verdad que nunca fue mi intención hacerte daño – me dijo Ilse llorando y algo alterada.- No te preocupes Ilse, todo está bien – le dije tranquilizándola, después de todo ella solo me dijo lo que había visto y me enseñó las pruebas.- No me podía ir, sin disculparme contigo y saber que estabas bien. Por favor, llámame pronto para vernos en otra situación y nuevamente perdóname Itziar – me dijo muy preocupada.- No te preocupes Ilse de verdad, después te llamo y gracias por abrirme los ojos – le dije abatida.David no me decía nada, solo lloraba. Ilse y é
Esa noche nos quedamos dormidos, juntos abrazados y muy enamorados. Por la mañana siguiente, yo me seguía sintiendo algo mal, la ventaja es que era sábado y ya estaba de vacaciones de mi trabajo, desperté muy adolorida aún de mi estómago y mi David no estaba, me había dejado una hermosa rosa con una nota que decía que se había ido a sacar a Luna y a Lobo, también me había dejado un té exquisito en la mesa de noche con dos pastillas de analgésicos para que me lo tomara y así lo hice. Me comencé a tomar el té y seguí acostada, la verdad no tenía muchas ganas de levantarme. No sé cuánto tiempo pasó hasta que David volvió con Luna y Lobo, les puso su agua en sus cuencos y después fue a mi recámara, se recostó a mi lado y comenzó a consentirme.- Mi princesa hermosa, ¿Cómo te sientes Itziar?, no te quise despertar, veo que ya te tomaste el té que te dejé – me dijo David en un tono muy dulce.- Hola mi amor, aún tengo cólico amor y me siento un poco débil – le respondí algo a
Llegando a nuestro edificio, entramos al apartamento de David, atendimos a Luna y a Lobo, después tomamos un café David y yo y finalmente, nos fuimos a su recámara. Por tantas cosas que pasaron, olvidé llevar mi pijama a su apartamento y ya no quería ir al mío, así que estando acostados en la cama, abracé y besé a David y estaba jugando con los botones de su camisa, lo desabroché y después desabroché todos los demás, hasta que le abrí por completo la camisa y me detuve para mirarlo, sobra decir que David, me miraba muy divertido y al mismo tiempo algo nervioso.- Itziar, ¿Qué haces princesa? – me preguntó riéndose.- David, mi príncipe. Olvidé mi pijama en mi apartamento y quería saber, si me puedes prestar una camisa tuya – le dije entre coqueta y tierna.- Pues claro que sí mi princesa, es
Después de un rato en el mar, el oleaje comenzó de la nada a subir y nadamos de prisa a la orilla, obviamente le gané a David en llegar, cosa que no le hizo mucha gracia, yo por mi parte me estaba muriendo de risa, pero lo que pasó después nos puso los pelos de punta.- Buenas noches – Nos saludó un agente de la policía.- Buenas noches, oficial – Respondimos David y yo.- Me llegó un reporte, que ustedes se metieron al mar, obviamente viéndolos no me queda lugar a dudas y por sí no lo sabían están infringiendo la ley, no se puede nadar con bandera negra y menos de noche, pudieron haber muerto – Sentenció el oficial muy enfadado.- Lo siento oficial, no vimos la bandera y lo de nadar fue un acto de pura improvisación, no fue deliberadamente pues, si lo fuese, estaríamos vestidos con ropa de playa, ¿No lo cree?- Respondió David
Cuando íbamos de camino al cine, en el auto de David, se me ocurrió preguntarle si había ido a la delegación a pagar la multa del sábado, obviamente me respondió que lo olvidó y eso me mató de risa en su totalidad, después de irnos riendo casi todo el camino, David muy seriamente me dijo que pagaría esa multa al día siguiente temprano, al parecer seguía algo asustado y no quería más problemas con la ley. Llegamos al cine a tiempo, justo a las 9.40 pm, cinco minutos antes de lo acordado, a pesar de que se nos había hecho tarde. Ilse ya nos esperaba en unos sillones, viendo la cartelera, David estaba un poco preocupado pues su amigo, no aparecía. Iba de salida a la entrada del cine para llamarlo, cuándo lo vio entrar y dirigirse a dónde estábamos nosotros.- Hola, David. Disculpa el retraso, no encendió mi auto y tuve que coger un taxi &nda
No sé cuánto tiempo, estuve sin despertar pero cuándo lo hice, estaba sola con David, en la oficina de Don Alfonso, recostada en un sillón, mientras él tomaba mi mano y estaba de rodillas en el suelo, mirándome con los ojos llenos de lágrimas.- Itziar, mi princesa. Gracias a Dios reaccionaste – me dijo David y me besó en la mano.- David, ¿Qué pasó, mi amor? – le pregunté sin recordar, dónde estábamos.- Itziar preciosa, te desmayaste mi princesa. Estamos aún en la oficina de mi papá – me dijo David, haciéndome recordar lo acontecido.- ¿Así que no fue un sueño? – le respondí llorando.- No mi princesa, pero no nos vamos a separar jamás. Maldito el día y la hora que tuve que ver con esa maldita de Erika – me dijo David furioso.- Mi amor, siéntate conmigo
Al día siguiente cuándo desperté, ya tenía una hermosa mesa con el desayuno servido y un ramo de rosas, con una nota que decía: “Princesa, por favor perdóname”. Me levanté de la cama y me senté en la orilla, sintiéndome fatal, estaba cansada, triste y desilusionada. De pronto, David tocó la puerta de mi habitación.- Itziar, ¿Puedo pasar, mi princesa? – Me preguntó David, con un tono de voz triste.- Sí claro, adelante – le respondí yo, casi sin ánimos de nada, al tiempo que David, entraba en la habitación.- Mi princesa, mi papá te preparó de desayunar y te he traído tu maleta para si quieres bañarte, cambiarte o lo que sea. Itziar yo quiero… – me dijo David pero se vio interrumpido por mí.- No quiero hablar David, gracias por el desayuno y por tomarte la molestia de trae