DanteFiorella aún no me había dado una respuesta, pero seré paciente, iba a esperarla y darle el tiempo que sea necesario, ella me había perdonado y ese era un gran paso en nuestra relación, no podía aún creer que esté aquí a mi lado, durmiendo en mi cama y sobre mi pecho.Verla a mi lado era como un sueño que lo veía muy lejano, a partir de ahora solo lucharé por ella, su bienestar era mi principal prioridad.Me acomodé al lado suyo y así abrazados pasamos la primera noche de muchas juntos.Al día siguiente me preparé para ir a trabajar en la oficina, no quise despertar a Fiorella, la dejé seguir descansando y fui a la cocina a tomar café antes de salir, había olvidado mi traje y volví a mi habitación.—¿Qué hora es? —me consulta con su carita toda dormida, ella era más hermosa, aun recién levantada.—Es muy temprano, sigue durmiendo, volveré al mediodía —le digo mientras me acerco al lado suyo, sentándome en la cama.—No puedo quedarme, debo ir a trabajar.—No puedo retenerte, pero
Dante—Entiendo lo que me dices Charly, pero no quiero seguir más en este negocio, no me importa empezar de cero.—Lo entiendo, pero es mejor ir de a poco, ellos no entenderán tus decisiones, en este negocio no hay buenos, y lo sabes.—¿Entonces que hago?—Si fuera tú, seguiría en el bufete, con respecto a lo demás, apártate de a poco o no participes en las reuniones o negociaciones, puedes usar de escusa que tu hija es un blanco en la policía, lo cual no sería mentira, ya que el padre de tu futuro nieto es hijo del jefe de la policía.—No puedo argumentar aquello, eso afectaría a Mariza.—Si haces lo contrario, pones en peligro a toda tu familia, pero la decisión es tuya, solo te doy mi concejo, así te evitas muchas consecuencias.—No lo sé, pensaré que voy a hacer, lo hablaré con Fiorella, no quiero hacer nada, que ella no sepa.—Perfecto, después no me vengas a decir que te lo advertí —me dice y se va, me quedo pensando en lo que dijo y no estaba equivocado, no era tarea fácil desh
DanteDurante el camino traté de mantener la calma, sabía que la culpa era de la asociación a la cual pertenecía.Y que la única persona que podía ayudarme era aquel hombre.Lautaro estuvo de acuerdo con mí decisión y me llevó en su auto para que nadie me vea, ya que sería sospechoso que fuera en mí vehículo hacia la sede de la policía. En estos momentos tenía que moverme con cautela para preservar la salud de Fiorella, ellos eran capaces de hacerle daño aun sabiendo que está embarazada.Al llegar nos anunciamos y fuimos recibidos al instante.—Me sorprende su visita tan repentina, pensé que nunca lo haría, entiendo que Imanol no hizo bien las cosas al no hacerse cargo del bebé —este hombre estaba al tanto de la llegada del bebé de nuestros hijos, pero mí visita no era por este motivo.—No vine por mí hija, es otro asunto el que me trajo hasta aquí.—¿Y por qué traes abogado?—Mi nombre es Lautaro, no soy abogado, vinimos aquí por Fiorella.—¿Quién es Fiorella? ¿De qué está hablando?
Nicolás —Buenas tardes, señor Ponzio —me saluda mi hombre al llegar a la mansión.—Vamos a mi oficina —le informo luego de dejar mi saco con la empleada, al entrar en mi despacho tomo asiento en mi sillón y él se queda parado delante mío.—¡Ya está hecho, señor!—Muy bien, no esperaba menos de ti ¿Ya la trajeron?—Así es señor, se encuentra en al sótano, está bien cuidada y como usted ordenó, no se le tocó un cabello, pero hay un problema.—Antes que me des las malas noticias ¿Martin vino con ustedes?—Si, se encargó del operativo, soltamos al mocoso, todo salió a la perfección, no hay heridos ni muertos, bueno el tal Pedrito fue golpeado.—Eso no me importa, ahora dime las malas.—El señor Salazar ordeno la captura de Dante, su hermano.—¿Por qué?—Quiere su cabeza y al tener a su mujer será más fácil capturarlo.—¡Está bien! Que así sea, me encargaré de que todo salga de acuerdo a los requisitos del patrón, ahora vete, que mi madre no tarda en llegar y trata de que la prostituta es
FiorellaDespierto en medio de una sala de emergencias, estaba aturdida, no recordaba cómo había llegado hasta aquí, tenía en mi brazo puesto un suero, con la mirada busque a alguien conocido, pero no había nadie.Paso un buen rato, hasta que una enfermera ingreso y al verme le hice señas con mi mano.—¿En dónde estoy? —fue lo primero que le dije.—Tranquila está en una sala de primeros auxilios, afuera está la policía ¿Está lista para declarar?—¡Pero! No entiendo ¿Y mi bebé?—Todo está bien, usted fue abandonada, inconsciente en la autopista, un camionero la encontró y la trajo hasta aquí, al ingresar avisamos a la policía, por eso están afuera esperando para hablar con usted.—Eso quiere decir que estoy sola.—¿Cómo sola?—¿No hay ningún familiar mío?—No señorita, no porta ninguna documentación, por lo tanto, no sabemos su identidad.—Por favor, que pasé el oficial —dije rápidamente, necesitaba saber de Dante, le habían disparado, pero no supe que paso con él, ya que me hicieron a
Nicolás —Salió mejor que si lo hubiéramos planeado —me regocijaba ante el resultado de los sucesos.—No cantaría victoria tan rápido, tu madre aún está en Argentina —me recuerda Salazar, mi socio.—No tardará en irse con Dante, lo mejor es que sea así, mientras más crean su muerte será mejor para todos, muerto el perro, se acabó la rabia.—Me preocupa el oficial a cargo de la investigación, no es raro que no busque el cuerpo de Dante.—Eso no es problema, él estaba atrás de mi hermano, tendrán un cuerpo ¿Quién dijo que no? Martin se está ocupando de todo.—Tu hijo tiene todo para ser el futuro líder de la organización.—Ahora deberíamos ocuparnos en otros temas, como la silla vacía que dejo Dante en el senado.—Veo que confiabas en que tu hermano iba a ganar ese puesto.—¿Y tú no? El único problema era esa mujer, pero con la supuesta desaparición de mi hermano, dejará de ser una molestia.—No es que no creyera en él, pero todo esto es raro, su renuncia y porque acepto su falsa muerte
FiorellaNo tenía paz con la noticia que me dio Bruno, mi abogado, el juez había cerrado la causa de Dante, ya no lo buscaban, sabía muy dentro mío que él no iba a abandonarme.Hacía dos días que no podía conciliar el sueño pensando en él, no salía de mí mente, quería verlo, estar a su lado, no me importaba tener que huir, de ser necesario lo iba a hacer, con él encontré la felicidad y no quería soltarla.Me encontraba frente al espejo en mí habitación, hoy al mediodía inauguramos las nuevas oficinas de mí revista, tenía una mezcla de sentimientos encontrados por todo lo sucedido.—¡Permiso! ¿Ya estás lista? —consulta al ingresar Cinthia.—¡Si! ¿Te gusta? —ella se para detrás de mí y me toma de los hombros, traía puesto un vestido color blanco en la falda y estampado con flores en el pecho, mí hermosa pancita se hacía notar y eso me gustaba.—Estás hermosa, hoy será un gran día y el primero de muchos éxitos —me abrazo a ella y siento mis ojos picar, pero respiro profundo, ya no quería
DanteHabía decidido dejar de esconderme, no podía seguir aquí, estaba muy lejos de Fiorella, la extrañaba mucho, apenas y la había recuperado y ya nos separamos.—¡Me voy! —le digo a mi madre al aparecer en la sala de su casa con maleta en mano.—¿Estás seguro? —me acerco hasta ella y me siento al frente suyo en el otro sofá.—Tú lo dijiste siempre, estamos con la soga al cuello, no puedo renunciar a lo que soy y mucho menos a Fiorella.—Entonces, ¿Qué vas a hacer?—Seguiré en la organización, ya hablé con Nicolás, es la única forma de que siga con mi vida, no puedo esconderme, si entrego la organización a las autoridades, me perjudicaré también, tengo las manos manchadas.—¿Y Fiorella?—Ella tendrá que entender que esto es lo que soy.—No puedo retenerte, eres grande y sabes lo que haces, solo te pediré que nunca olvides lo que ella pasó a causa de tu hermano, quisiera no tener que decirte esto, ambos son mis hijos, pero si ya lo decidiste, solo quiero que tengas eso en cuenta.—Lo