Los hombros de Emily se hundieron al ver el pequeño que lloraba desconsoladamente, y no medito cuando ya se estaba acercando a él. Se arrodillo y lo contemplo sin asustarlo.—Nate —susurro con voz suave de no asustarlo—. Soy Emily, tu tía.—¿Mi tía? —Los ojos azules enrojecidos hicieron encoger el corazón de Emily. Y odio un poco más a Aiden. Ahora que su exmarido conocía la verdad sobre sus mellizos, la mente de Aiden quería reconocer a sus verdaderos hijos y deshacerse de los falsos. Después de todo la empresa era suya, gracias al nacimiento de Nate.—Si. —contestó—. Daphne tu madre es mi hermana mayor.Trago saliva y Emily le tendió la mano. El niño dudo, pero finalmente la tomo.—¿Me harás daño?
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y CUATROEran las cuatro de la mañana, por lo que el silencio fue aún peor, ya que las personas que estaban antes en la sala de espera ya se habían ido, tampoco estaba la chica del mesón, y para colmo los encargados del lugar habían apagado algunas luces, que todo comenzaba a ser más tétrico.Alex estaba desde las doce de la noche esperando en el hospital, sus ojos verdes comenzaron a cerrarse solos, pero se mantenía ahí tratando de ser, aunque sea un aporte emocional.Emily y Aiden había llegado alrededor de las dos de la madrugada, y los efectos del largo viaje que realizaron también les comenzaba a pasar factura, por lo que la noche para todos se les comenzaba hacer eterna. Parecía como si las manecillas del reloj no avanzaban en nada, estaban como congelados en el tiempo.Además, Emily seguía entumecida, a pesar del aire acondicionado de la sala de espera, la manta y el chocolate caliente.Ella estaba tomada del brazo de Aiden y apoyaba su cabeza en su ho
Hola gente bonita ¿Como están? Estoy aquí para pedirles una gran disculpa, no sé qué sucedió; al parecer mi internet estaba malo o fue error de la plataforma, pero los capítulos no se subieron completos, me di cuenta hace un par de días, por eso comencé a corregir lo antes posible los capítulos erróneos para no perder el hilo de la historia. Le pedí a mi editora que los pudiera aceptar y actualizar; aunque solo hay dos capítulos que no tienen número en su encabezado que no se pudieron cambiar y no sé porque ☹, por eso esos textos que son más cortitos, podrían tomarlo como adelanto de lo que se viene, ya que tampoco los puedo eliminar. Lo siento mucho de nuevo, pero ya todos los capítulos están corregidos para que puedan ser leídos, esto si no me equívoco era desde el capítulo ciento cuarenta y dos en adelante. Y desde ya muchas gracias por seguir apoyándome con sus lecturas y les comentó que ya no queda nada, este mes la historia va a terminar sí o sí. Gracias de nuevo. Con car
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y CINCOEran las ocho de la mañana cuando el Dr. Bulley salió de la operación de Daphne.Él estuvo en pabellón casi seis horas continuas, en donde trató de salvarle la vida a la mayor de las Harper, sin embargo, la sobredosis de las drogas que Daphne tenía en su sistema, les impidió hacer un trabajo limpio como al staff médico le hubiera gustado.Lo bueno que, al ser joven, su corazón y su cuerpo resistió la anestesia, por lo que el doctor esperaría veinticuatro horas para ver su reacción, y si su reacción era favorable, entonces la someterían a la segunda cirugía que tenían planificada para ella, de un total de tres.Para el médico aún era luego para decir con qué tipo de secuelas quedaría Daphne, pero lo que si esperaba según su experiencia era que, si o si iba a quedar con algún tipo de discapacidad física que luego necesitaría terapia para poder recuperarse, esperaba que no, ya que los milagros ocurrían, pero en el caso de Daphne no tenía muchas cosas a f
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y SEISPara Emily eso de jugar a ser fuerte, ya no estaba siendo divertido. Los días grises se habían afianzado con fuerza en sus entrañas. Cada problema que enfrentaba en su vida, le opacaban más y más su sonrisa, que ya no sabía ni que esperar.Ella quería creer que con el paso del tiempo todas las cosas se solucionarían, pero ese paso del tiempo se le había convertido en una eternidad.«¿Como pudo su vida cambiar en tan solo días?» Se preguntó a sí misma, mientras apoyaba la cabeza en la ventana del Maserati. Aun le parecía absurdo que con la llegada de Aiden, todo se hubiera desmoronado otra vez, como si el chico fuera un gran tsunami que la empapó entre las olas furiosas del mar.Aiden tan solo la miró de reojos, mientras manejaba por la trascurrida carretera. Cruzaron los edificios en los cuales una vez Emily fue feliz, y ella tuvo la intención de preguntar al ver el balcón del departamento de Aiden desolado, pero de sus labios no alcanzo a decir nada c
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y SIETEEmily empujó la puerta atropellando a Aiden. Ella fue la primera en entrar buscando la voz de aquel pequeño en la cual tan solo eran suplicas de dolor.La sala de estar estaba vacía, por lo que corrió por el pasillo hasta llegar a la cocina y ahí la imagen que vio, la destrozó por dentro, porque por un breve instante se imaginó que la situación de Nate, podría ser la situación de Elian o de Ada.Nate estaba acurrucado en el suelo tapándose la cara, mientras sollozaba, y la niñera estaba con un cinturón de cuero en sus manos. La mujer estaba tan absorta en maltratar a Nate, que no se percató de que era observada por Emily.—¡Limpia el maldito suelo bastardo! —gritó la niñera al mismo tiempo que impactó el cinturón en el cuerpo de Nate. Los cereales y la leche estaban esparcida por el suelo.Emily tembló de rabia y el niño gritó y lloró con fuerza, que todo su cuerpecito se sacudió de dolor. La niñera volvió a levantar la mano, pero antes de que volvier
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y OCHOLa policía llegó veinte minutos después. Emily escuchó las sirenas de las patrillas de policía y dejó a Nate sentado en la cama. Luego se puso en pie para ir hacia la sala de estar.—Ya vengo mi cielo —musitó y se giró para salir de la pequeña habitación de Nate, pero el niño saltó de la cama y corrió a tomarle la mano a Em. Ella lo miró con dulzura y Nate sacudió la cabeza con la mirada brillosa por las lágrimas que se acumulaban en sus pupilas azules.—No me dejes, por favor —suplicó, que ella suspiró y lo volvió a tomar entre sus brazos. Nate de inmediato se abrazó al cuello de Emily y ella le sobó la espaldita, para disipar el miedo que estaba arraigado en las venas de su sobrino.Dos oficiales estaban conversando con Aiden. Él ya le había mostrado a la mujer que estaba maniatada en la cocina, por lo que uno de los oficiales soltó a la niñera y luego le puso las esposas llevándosela a uno de los vehículos policiales en donde había dos oficiales más
CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y NUEVELuego de pasar por el hospital y la estación de policía, Emily y Aiden nuevamente había tenida una pequeña discusión con respecto a Nate, un momento que nuevamente los alejaba del uno del otro.Nada nuevo para la rutina que comenzaba a construir Emily y Aiden desde que se volvieron a encontrar, por eso cuando llegaron a la casa que había comprado Aiden, Emily ya estaba un poco molesta.Ella se bajó primero del vehículo con Nate en brazos y caminó hasta la entrada. Luego golpeó un par de veces la puerta blanca y Marie que estaba en el comedor, se levantó de la mesa y fue abrir, ya que supuso que sería su hijo y su nuera, sin embargo, la madre de los hermanos Preston no espero la sorpresa que se llevaría.Ella giró el pomo y desplegó la puerta. Marie primero vio a Emily y luego sus ojos verdes se fijaron en el pequeño niño. Hizo una pequeña mueca de desagrado que no pasó desapercibida para Emily.El pequeño niño ya no lloraba, pero seguía aferrándose al