Zane se dejó caer en su cama con un suspiro. Desde que encontraron ese ático, se había ocupado tratando de encontrar ese monstruo para dejar de pensar en Kiara. Funcionó por un tiempo pero ahora que había regresado, ella era todo en lo que podía pensar.

Suspiró y luego se enderezó antes de mirar hacia afuera. Afuera estaba oscureciendo, así que pasó todo el día buscando a ese monstruo, pero, por alguna razón, fue como si el monstruo se hubiera desvanecido en el aire.

Ahora sabían que el monstruo podía transformarse en humano y eso era lo que les haría más difícil atraparlo. Se pasó los dedos por el pelo mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia la ventana. ¿Qué podría estar haciendo Kiara ahora?

Tenía muchas ganas de llamarla porque tenía tantas ganas de escuchar su voz, pero se prometió a sí mismo que le daría tiempo. Él simplemente odiaba el hecho de que ella tuviera que tomarse su tiempo en la casa de Levi.

Puso los ojos en blanco cuando alguien llamó a su puerta.