Carime.
Me encontraba llorando tristemente sin tener ni una idea de lo que iba pasar conmigo de ahora en adelante, había pasado exactamente una semana en la que no hubo momento ni oportunidad de poder escaparme, y lo peor mi móvil se quedo en mi bolso el día que este hombre fue a buscarme y mañana es mi supuesta boda. Pensé que algún día me casaría con Miguel pero no fue así. He sido la paga de la deuda de mis padres, prácticamente fui comprado por un desconocido.
Ahora comprendo lo que mis padres conversaban aquella mañana.
Como quisiera que existiera una máquina del tiempo como en las novelas coreanas y así regresar el pasado donde me hubiera escapado con Miguel.
Desde cuando ellos debían tanto dinero, o mejor dicho ¿por qué me compró como si fuera un objeto? Porque realmente eso fue ¿Cuál es su propósito conmigo? Lloro frustrada, preguntándome una y mil veces ¿Por qué razón mis padres me han hecho esto?
Entra una señora de servicio a la habitación, ella me avisa que la cena ya está servida y que él señor desea verme en la mesa. Miro mi reflejo en el gran espejo que está a un lado de la cama me veo deplorable, mis ojos se notan irritados y rojos por tanto llorar. Estoy medio fea, ni aunque haga un berrinche me dejara ir, así que decido en arreglarme.
Peino mi cabello, arreglo mi rostro con un poco de maquillaje que encontré en la mesita de noche. Al terminar salgo de la habitación, bajo las gradas toda desganada Me siento en la silla de madera fina, los ojos verdes de Armando me miran sin pestañear, llama a una de las sirvientas le dice que me sirva la cena. Esta obedece sonriendo, trae la cena y la deposita enfrente de mi, la muchacha es morena, cabello negro, tendrá sus 22 años, total que me importa se nota que coquetea con este miserable.
—Espero que comas todo lo que mandé a preparar para ti— Replica serio. Idiota parece que quiere que coma todo lo que el manda a preparar cada noche desde que estoy aquí. Sin querer responderme asentí mientras picoteo el pollo, lo observo y por primera vez no deseo comerla.
Luego de haber cenado en un horrible ambiente, subí a ducharme, me despojé de la ropa prendí la regadera y deje que el agua hiciera contacto con mi piel, froto mi cuerpo varios sollozos escapan de mi boca, lloro derrumbándome y a la vez preguntándome que me tocara vivir cuando sea una mujer casada o mejor dicho una chica atada a un hombre el cual no ama, no conoce, ni siquiera se cuantos años tiene, bueno tampoco es un vejete se ve como de sus veintitantos.
Salgo del baño y busco mis maletas ya que aún no he sacado mis cosas, aun no pierdo las esperanzas en irme antes de la boda; en fin elijo unos pants para dormir, blusa de tirantes me visto rápidamente antes que entre ese hombre. (De todos modos te va a ver ) me replica una voz en mi interior. Me recuesto en la cama y pido al cielo que este sea sólo un mal sueño, aunque obvio no lo es. Cierro los ojos dejándome llevar por el cansancio.Escucho ruidos detrás de esta puerta que me imagino es el cuarto de Armando. Me levanto y miro para todos lados en busca de ese hombre, pero tal parece que no durmió aquí.
Que alivio.
Observo por la venta y aún es de noche.
Nuevamente se oye el ruido pero esta vez en forma de gemidos, estos llaman mi atención y camino de puntillas. Por alguna razón se parece a la puerta del cuarto secreto de Cristian Grey, pero error ya que al abrirla me quedo helada al ver la escena, Armando está con la chica del servicio la morena coqueta.Ella desnuda encima de él teniendo sexo o apuntó de tenerlo no lo sé. Es un asqueroso. Trato de cerrar la puerta sin hacer ruido, pero mis pies se enredan con no sé qué m****a y caigo al piso, rápidamente me levanto pero muy tarde. La mirada de Armando me perfora, molesto empuja a la chica y le dice que se salga de la habitación, ella se viste y sale por la otra puerta sin mostrar su rostro.
—¡Quien m****a te dio órdenes para que entres a mi habitación de esa manera?!— Grita furioso.
—Lo siento, pensé que era la puerta del baño—Miento.
Él se levanta de la cama, bufa y maldice, me fijo y aún esta con los calzoncillos puestos, tal parece que apenas iba a tener su noche de sexo y yo lo arruine soy una idiota, era mi momento de escapar.
—Esta es la primera y la última vez que entras a mi habitación sin tocar te quedó claro?— nuevamente grita a unos metros de mi rostro.
Asiento dando la vuelta para salir de su habitación, pero su mano me detiene, pego un grito al sentir como me levanta en sus brazos llevándome a su cama, me tensé al pensar que quería desquitarse conmigo por haber interrumpido su noche. Pero no fue así ya que se da la vuelta, apaga la lamparita de noche y dice con voz autoritaria.—Mañana en nuestra noche de bodas te cobraré lo que sucedió hace unos minutos.
Un nudo se forma en mi garganta y lloro en silencio. Hasta quedar dormida.
Me levanto desorientada observo todo con detalle, miro la venta y niego… —No fue un sueño, es la jodido Realidad. —digo para mí misma. Suspiro hondo, me levanto de la cama y busco a la bestia pero tal parece que ya se ha despertado. Debe ser que está en su salón.
Entro a la habitación a darme una ducha, paso media hora dentro de la tina. No dejo de llorar y pensar en Miguel hasta soñé que él me era infiel con una de sus amigas, pero ese sueño era todo lo contrario, el no sería capaz de engañarme. En cambio yo hoy me caso, sin amor y a la fuerzas, no tengo escapatoria.Llego al comedor, lo veo sentado con su movil en la mano, luce serio y con la ropa que viste se nota más joven.
¿Cuántos años tendrá?
—¿Dormiste bien?—Pregunta sin quitar su vista de su celular.
—Mejor que usted no lo creo — Respondo con sarcasmo.
—Entonces desde hoy empieza a dormir bien porque no quiero una Esposa fea, demacrada y flaquetosa.— Lo miro mal, quisiera taparle la boca con un sellador. ¡Maldito engreído!-Se lo que estás pensando Carime que soy un maldito perro, en fin dentro de unas horas vendrá una estilista para prepararte, debes lucir radiante la boda se realizará aquí mismo. Tus padres vendrán dentro de poco por si deseas conversar con ellos.
Me encojo de hombros restándole importancia, me vale un pepino ellos para mi no existen por ahora. Dejo de lado mis pensamientos y veo a la chica de anoche, aparce con una bandeja, supongo que es el desayuno del idiota, ella le sirve sin levantar su rostro, se nota apenada, por esa razón no levanta la mirada, no sé qué clase de tipa es; alguna una facilona que le abre las piernas a su jefe.
Ojalá se hubiera casado con ella y no conmigo, bufando observo la comida sin querer comerla.El día pasó rápidamente para mi desgracia. En estos momentos la modista hace su trabajo de hacerme ver radiante (si como no). Mi madre vino junto a su marido, el hombre que un tiempo consideré mi padre, ambos quedaron en el living, por el momento no deseo verlos a ninguno de los dos, que se queden ahí hablando con los retratos de esta casa.—Señorita ya está lista, se ve hermosa y radiante— Comenta la modista.—Gracias—Agradezco en un susurro.Me levanto y miro mi reflejo en el espejo, el vestido de novia es de tubo corset. Tiene un hermoso velo en forma de corona, si estuviera enamorada me sentiría la chica más afortunada por el hermoso vestido.Respiro sacando todo el aire que se acumuló en mi interior, reprimo las lágrimas que amenazan con salir.—Hija luces hermosa—Comenta mi madre mientras me ayuda para acomodar el velo de novia. No le digo nada, ni siquiera quería verla.El jardín se encontraba repleto de invitados desconocidos, está decorado con varias flores, rosas blancas a
Armando.Carime eres una tonta, no tienes idea lo que te espera… tu pagarás todo lo que me ha hecho tu maldita familia. Si piensas que nuestro matrimonio será perfecto, estás equivocada, todo lo planea para que parezca como una paga de una deuda grande por parte del miserable de tu padre.El infierno recién empieza.Termino mi baño, envolviéndome en el albornoz la veo a ella, su cuerpo desnudo en mi cama es como una escultura perfecta. No pensé que fuera virgen después de todo ya que la vi en varias ocasiones con ese tipo. No voy a mentir, me siento satisfecho sabiendo que fui el primero. Ella no tiene idea de todo el dinero que pagué por tenerla. Cuando empecé a observarla apenas tenía 15 años, después le propuse un trato a su padre, quién no dudo en aceptarlo. Cuando sepa quién soy realmente lamentará por haberme vendido a la hijita. No cabe duda alguna que ese hombre no tiene corazón y tampoco la quiere, si no fuera yo quien la compra estoy más que seguro que la vendería al mejor
Mientras andamos con Rayo, le muestro algunos lugares dentro de la finca, decido mostrarle el pequeño lago en que suelo nadar los fines de semana. Ato al caballo en un árbol, observo el agua se nota más cristalina de lo normal.—Este lugar es muy hermoso— comenta Carime, ruedo los ojos. Joder todo es hermoso para ella.Empiezo a quitarme la ropa pero me tengo al escucharla gritar—¿Qué haces?— Pregunta.—Vamos a nadar— Me quito mi pantalón—Tú harás lo mismo.Niega abrazándose a sí misma.—Estaré aquí, no deseo mojarme— Estoy perdiendo la paciencia con ella.—Lo que tú digas o pienses, no se acepta. Aquí el que manda soy yo, así que desnúdate. Nadie te verá más que yo.—Pero, estas loco.He tenido suficiente, su aliento se detiene cuando la volteo y bajo el cierre de su vestido.—Mis deseos son órdenes Amada mía. Si quieres llevar la fiesta en paz has lo yo digo sin quejarte.Me presiono contra ella, inhalo su cabello que huele muy bien. Aparto su cabello rubio de sus hombros para bes
CarimeEstaba aburrida observando el jardín mientras maquinaba en mi cerebro las mil maneras de como huir, ya llevo viviendo mas de 15 días con Armando, el hombre que prácticamente me esta aniquilando en vida; lo peor lejos del amor de mi vida, como podría olvidarme de Miguel si cada día recuerdo sus besos con ternura, su amor puro y sincero diciéndome cuanto me ama, ahora es tarde pero me arrepiento por nunca haberle dicho lo mismo. Cierro los ojos y lloro en silencio mientras que los brazos de mi esposo rodea mi cuerpo. —¿Por qué lloras o por quien lo haces?— Trago saliva un nudo se forma en mi garganta por el miedo, ya hasta me canse de desafiarlo. Ni con mis pensamientos tengo privacidad que barbaridad, de seguro hasta es Psíquico ya que pregunta por quien lloro.—No estoy llorando— miento ya que si lo estoy solo que internamente.Armando me hace girar el cuerpo y verlo de frente, sus ojos verdes amarientos me inspeccionan —Lloras por ese tipo ¿Cierto?— Niego rápidamente, ser
Mis ojos los inspeccionan mientras trata de curar mi pierna lastimada.—Señor la pomada— Beatriz extiende la pomada en las manos de Armando sus manos hasta tiemblan, será que esta te nervioso.—Prepara un chocolate con leche y panecillos de mantequilla, mi esposa debe de comer o desaparecerá— Ríe por su propio comentario.Beatriz asiente y sale de la habitación.Una vez más quedo sorprendida, el chocolate con leche es mi delirio y el pan ni hablar.—En la tarde nos vamos para la ciudad, tus padres desean verte, así que debemos estar ahí.—No los quiero ver— Afirme segura. Armando se encoge los hombro y luego ignorándome unta la crema en mi pierna, sale de habitación sin decir ni una sola palabra más, su actitud a veces me sorprende, me preguntó si siente algo por mi o me tiene lastima ya que mi familia me entrego a él como pago.Dejo de pensar en mi desgracia, decido mejor pensar algo positivo ya que por el momento no puedo escapar.La mañana la pase aburrida, después de desayunar me
CarimeDebo planear como enamorarnos para así sacar provecho, cuando menos se lo espere me escapare.Ahora plan número 1, Seducir a Armando, así que me dejo llevar por sus caricias, solo debo actuar y así dominar a la bestia, le haré creer que haré todo lo que realmente él desea.Dejo de lado mis malévolos pensamientos al sentir sus manos juegan con mis senos su boca chupa mi lengua, cierro los ojos y siento un deseo inmenso que me tome como lo hace tantas veces, mi cuerpo se estremece por su tacto.¡No! Pero que me pasa, no soy yo. Debo meterme a la cabeza que este solo es un plan.Sacudo la cabeza borrando los pensamientos descabellados. Mis manos arañan su torneada y dura espalda, al sentir como presiona su miembro en mi entrada, mis muslos se abren automáticamente como si obedecieran a este hombre. Sin dejar de besarme baja su mano a mi centro y mete sus dedos en mí mientras que los gritos se quedan estancados en mi garganta ya que él no deja de besarme con ferocidad.Saca los ded
Dejamos de comer al ver que estaban mis padres en la casa, la verdad se me había ido el apetito. Armando y yo nos sentamos en el gran sofá blanco en frente de nosotros dos están mis padres, mi madre se nota triste y con ojeras en los ojos y el maldito de mi padre sonríe sin dejar de ver la casa. Que descarado.—¿Cómo va tu vida de casada?—Pregunta Jorge él que se hace llamar mi padre.—Mucho mejor que vivir en la casa en la que tu habitas, ya que era repugnante aguantar tu horrible actitud—Dije sonriendo.Mi papá al oírme decir eso se me quedo mirando con los ojos bien abiertos.—Por Dios Carime, esa no es la manera de hablarle a tu padre— Me riñe Mi madre defendiendo al malnacido de mi padre. Vaya si es que ella también es una cómplice.Una risita por parte de mi esposo me hace no responderle a mi madre, este ríe tapándose la boca.—¡Eres una hija inmadura e insensata!—Grita Jorge.—Me vas a disculpar Jorge pero te recuerdo que estas en mi casa y no en la tuya, así que baja tu ton
Me encuentro de pies en la entrada de mi la Universidad, Armando me mira con seriedad arquea las cejas al ver que aún no he entrado me habla.—No piensas entrar o esperas a alguien— Niego dedicándole una falsa sonrisa— Vengo por ti a la hora de la salida, estas advertida—Replica con tono duro.—¿Piensas recordármelo todos los días?—Pregunte cabreada.—Si es necesario si, me voy—Arranca su coche a toda velocidad.Resople aturdida, aprieto los puños con enfado, miro en la esquina del muro se encuentra el Audi negro que nos seguía, seguramente estará ahí vigilándome. ¡Maldición!—¡Kiriath!—Grite eufórica al ver a mi amiga del alma, ella gira y viene hacía mi con su hermosa sonrisa.—Oye Cari, donde diablos te habías metido— Me lanzo sobre ella y sin querer decir nada sollozo con un nudo formándose en mi garganta.Sus manos acarician mi espalda, no dice nada solo me sobaba la espalda, luego de unos minutos de estar abrazadas nos separamos, limpie mis ojos hipeando le pido que vallamos al