Armando.Estaba al borde de un precipicio mental, al no saber que hacer. Como demonios nadie logro ver nada en tan solo la mañana. Ni los que entraban y salían de ese inmenso hospital y en ese momento los guardia brillan por su ausencia. Que casualidadTemprano logre pedirle favor a David para que me ayuda a buscar el paradero de Carime en toda la ciudad de Managua. El Acepto desconcertado por la noticiaLuego Ivania, Jairo se contactaron conmigo, en estos momentos estamos reunidos en mi casa.—No puede ser... Como esto es posible, por Dios mi pobre hija en las manos de ese hombre que tanto daño le ha hecho— Replica Jairo con la voz agitada. Puedo notar como se afloja el corbatín.—Ya empezaron la búsqueda, voy a mandar a diez mas de mis hombres con información básica sobre ellos, si seguimos lamentándonos no daremos con ella—Esta ves Replica David con seriedad.Ivania derrama lágrimas mientras le canta a la bebé.Suspirando decidimos dispersarnos en diferentes direcciones, de esa man
ArmandoYa había amanecido yo aún sigo recostado, no tengo la menor idea por dónde empezar a buscarlos, los agentes me tienen sin noticias, estoy a punto de coger mi pistola, mi coche he ir fuera de la ciudad para buscarlos, a como sea, pero debo encontrarlos.Me levanto de la cama como resorte, entro a tomar una ducha rápida. Si sigo lamentándome no haré nada, algo en mi interior me grita que el guardia del hospital Central sabe mucho. No me rendiré hasta dar con ellos.—Jairo es hora de irnos, buscaremos cielo, mar y tierra, debajo de los puentes y de las piedras, si es necesario, primero iremos a al hospital necesito comprobar mis sospechas— Espeto seguro, Ivania aparece junto a mi pequeña Esme la tomo en mis brazos dándole un beso en su cabecita luego saludo a Ivania y luego le entrego la niña, los ojos de mi suegra lucen rojos e hinchados de tanto llorar, yo creo que me noto igual que ella.Conduzco mirando fijamente la autopista, mi mente esta divagado muchas cosas. Como por ej
CarimeMi boca está seca, me duele el estómago, tengo hambre y sed, la cabeza me punza horriblemente, mis ojos están apunto de cerrarse. Me siento mareada, mi pobre bebe esta incómodo con la ropa que lleva puesta. Armando mi amor, ven pronto por nosotros.Ya no doy más, mi cuerpo está débil y el dolor se hace más fuerte, jadeo apretando mis piernas, miro a mi hijo que duerme plácidamente, tengo miedo que se enferme, toda la noche la pase sin pegar el ojo por el temor que me lo quiten o que le suceda algo malo.—Duele mucho Armando, Mama. Dios te lo suplico libérame de estos enfermos—Me quejo al sentir el dolor aun más potente.La puerta de la habitación se abre, Jorge entra, su rostro luce diferente al que yo conocía, incluso apesta a alcohol. Entre sus manos trae un pequeño bolso y un moisés. Oh Dios para qué es eso. Tomo a mí bebe en mis brazos y lo acurruco en mi pecho. Él camina hasta llegar a mí, me mira fijamente y sonríe con malicia, baja el moisés y burlón replica.—Bien hiji
Armando.Estaba apunto de matar a ese Sicopta.Al ver a mi esposa toda desangrada y a mi hijo en manos de él, pensé que sería el fin, pero luego quite esa idea de mi cabeza y decidí negociar con el desgraciado para que me entregara a mi hijo. Todo sucedió tan rápidamente que hasta era creíble.No le deseo la muerte a nadie pero supongo que se lo merecía por desgraciado, manipulador y asesino. Después de todo lo que sucedió nos trasladamos rápidamente al hospital más cercano de vieja león.Carime se encontraba débil, su herida se abrió provocando una fuerte hemorragia y infección, aparte de la mucha pérdida de sangre por suerte la pequeña hermana tenía el mismo tipo de sangre y le dono a su hermana mayor.Ahora me encuentro en el cuartode recuperación sentado cerca de la camilla en donde está mi Esposa junto a Ivania la cual tiene a nuestro hijo Elijah en sus brazos caminando de lado a lado, tarareando una música de cuna, sonrió al ver felicidad en su rostro, el médico valoro al niño
Carime.Estaba tratando de no pensar en aquella mala noticia de que nunca llegaré a ser madre nuevamente, eso me callo como un balde de agua fría, pero me hice la fuerte por Armando y mis padres, no les miento que llore y sigo llorando en silenció cada noche sin embargo trate de disimularlo para no preocupar más a mi esposo, ya era suficiente todo el mal rato que nos hizo pasar el imbécil de Jorge.Me levante de la cama sin hacer ruido, Armando dormía tranquilamente, se lo merece, él pobre paso numerables días en vela, cuidando de los bebés, Esme casi no lloraba mucho y a Elijah lo tenia que mecer en la mecedora que compro hace meses atrás, cada que yo quería hacerlo él se negaba me decía que tenía que descansar ya que aún me encontraba débil por la sutura de la cesárea. Es un exagerado pero lo adoro.Me acerco al cunero y miro a mis pequeños dormir plácidamente al igual que su padre, mi niña duerme con su boquita entre abierta me hace esbozar una sonrisa de felicidad, y mi niño de i
ArmandoEs increíble que Carime desee ver a esa mujer, estoy indignado por su actitud.—Le pediré a uno de los choferes que me lleve—. Dice mirándome fijamente.Suspiro y resoplo antes de hablar.—Yo te llevare— Le digo con tono molesto, dirigì la mirada a Ivania, ella se acerca le entregó el niño y la niña a Mireya, pido que me los cuide—Vamos entonces— Ella asiente deposita un beso en la sien de Esme, luego a de Elijah, nos encaminamos en uno de los coches de la casa.Ivania la llama pero mi esposa no se inmuta en detenerse, cuando a Carime se le mete algo en la cabeza es difícil detenerla. Mientras conduzco en dirección al reclusorio de mujeres pienso en que mierda desea esa mujer, el silencio dentro del coche se sentía horrible seré sincero no podría estar enojado con mi esposa eso jamás, antes me cuelgo. Cuando voy a hablar su mano acaricia la mía.—Solo deseo saber qué es lo que quiere, no puedo odiarla ella me amo a pesar de todo— Su voz suena débil, acaricio su mano para luego
Cinco años después.Carime.Han pasado Cinco hermosos años la he pasado al lado de mis seres queridos. La vida me ha enseñado muchas cosas, buenas y malas.Las buenas es tener a mi esposo y a mis hijos junto a mí, mis padres, hermana y amigos, ellos son lo que día a día me hacen sonreír feliz y sentirme protegida, lo malo fue pasar todo aquello incluyendo no tener más hijos, a pesar de los años, siempre pienso en todo eso. Me siento algo melancólica pero debo dejar de pensar en ello. Es un día muy especial y no quiero arruinarlo, en fin les contare que he finalizado dos carreras en la universidad ya hoy es mi graduación. Cuando era más joven y me encontraba en la estudiando Diseño gráfico, pero luego con el tiempo me decidí por Psicología, no me pregunten por qué ya que no tengo ni la menor idea del porqué me afane por esa carrera sin embargo mi pasión por el dibujo siempre esta intacto, hasta me han reconocido en varios museos del país por mis cuadros.Mientras me seco el cuerpo, mi
Carime.Lo veo agradecida, realmente este hombre me sorprende cada día.—¿Qué es Armando?— Toca la punta de mi nariz, saca las llaves y me las da.—Puedes empezar a contratar personal para tu consultorio —Me le quedo viendo con los ojos bien abiertos.—Es en verdad o me estas cargando una broma— Niega y besa mis labios.—Por ti todo a tus pies, di a construir un edificio, para que tengas tu propio consultorio clínico para terapias, no quiero que trabajes para nadie— Susurra besando mis labiosMi esposo deja la copa en la mesa que esta junto a la cama, quita la mía y me quita las llaves, dejándolas a un lado, toma mi cuello con delicadeza, besa mis labios con mucha ternura, en menos de un minuto se deshace de mi vestido, su lengua recorre mi cuello llegando hasta mi sostén de tubo y me las quita de voladas, su exquisita lengua chupa mis pezones erguidos, cada parte de mi cuerpo vibra por amor a este gran hombre, lo amo, no se que pasaría si no lo tuviera junto a mi. Armando se levanta