El día pasó rápidamente para mi desgracia. En estos momentos la modista hace su trabajo de hacerme ver radiante (si como no). Mi madre vino junto a su marido, el hombre que un tiempo consideré mi padre, ambos quedaron en el living, por el momento no deseo verlos a ninguno de los dos, que se queden ahí hablando con los retratos de esta casa.
—Señorita ya está lista, se ve hermosa y radiante— Comenta la modista.
—Gracias—Agradezco en un susurro.
Me levanto y miro mi reflejo en el espejo, el vestido de novia es de tubo corset. Tiene un hermoso velo en forma de corona, si estuviera enamorada me sentiría la chica más afortunada por el hermoso vestido.
Respiro sacando todo el aire que se acumuló en mi interior, reprimo las lágrimas que amenazan con salir.
—Hija luces hermosa—Comenta mi madre mientras me ayuda para acomodar el velo de novia. No le digo nada, ni siquiera quería verla.
El jardín se encontraba repleto de invitados desconocidos, está decorado con varias flores, rosas blancas a su alrededor, las mesas con mantel blanco y muy fino, los sillones decoran un hermoso lazo de lado. Había muchos espectadores. Me pregunto si se encuentra algún conocido? Niego y sin percatar me encuentro con los ojos verdes de Armando, el me mira sin una pizca de alegría, quisiera saber el motivo de su casamiento sin amor, porque se que no me ama.
La boda sin amor se realizó, no tengo idea de cómo trascurrió todo, ya que parecía un alma sin vida o peor como un títere que obedecía todo. Los aplausos y el bullicio de los invitados se hacen presente sacándome de mi trance, miro el anillo en mi dedo anular y me percato que ya me he casado.
—¡Besooo, Besooo!—Gritaron varias personas.
Armando levanta el velo y me sonríe de oreja a oreja. Roza su labio con los míos, cierro los ojos por inercia, él se separa y pide a gritos que la fiesta empiece.Muchas personas a la cual no conozco se nos acercan y felicitan. Mi madre está llorando, trata de acercarse a mí pero yo le niego que no lo haga, el dolor aún está intacto, por el momento no quiero hablar con ella, no ahora.
Armando toma mi mano, rodea mi cintura y me pide que baile con él. Creo que esta falsedad durara mucho ya estaba harta.Al finalizar la fiesta entre rápido a la casa, no quería ver a Mis padres, observe de lejos a ese hombre que ahora es mi esposo hablar con mi Juan mi padre, apreté con fuerzas el vestido, quería arrancarlo de una vez y si fuera posible quemarlo.
—Se que me odias, sin embargo el vestido no tiene la culpa.- dejo de maquinar al escuchar su gruesa voz. Negando suspire, él me toma en sus brazos por sorpresa hasta me dio un respingo del susto.
Al entrar a la habitación me baja pero quedo en shock viendo la gran cama que está lleno de todo tipo de rosas rojas, blancas y hasta negras, en la mesita de noche dos copas y una botella de vino. Trago saliva, Armando entra y cierra la puerta con llave. Me toma en sus brazos nuevamente y me lleva hasta la cama y temblorosa le pregunto:
—¿Qué vamos a hacer?— Quise saber ya nerviosa.
—Lo que todos los recién casados hacen— Comenta sarcástico.
Se quita el saco y luego desabotona la pajarilla de su cuello, se acerca a mí besando mi cuello, quiero alejarme mas al sentir sus manos bajando el cierre de mi vestido.
Mi cuerpo tiembla del miedo, cierro los ojos para no ver como su mirada está oscureciendo por la excitación. Puedo sentir como sus manos juegan con el cierre de mi sostén, luego con mi ropa interior.Madre Mia
—Abre los ojos, quiero que veas lo que voy a hacer— susurra mordiendo el lóbulo de mi oreja. Un nudo se forma en mi garganta, abro los ojos encontrándome con las de él, recorre mi cuerpo con lasciva.
—Así me gusta— Dicho eso me recuesta en la cama, se termina de quitar la ropa quedando desnudo, bajo mis ojos en su gran miembro ya duro (es la primera vez que veo un pene de ese tamaño), tiene pequeñas marcas de quemadura en su pierna. Nuevamente miro su gran producto.
Sera eso natural o que? No se si seré capaz de soportarlo. Trago saliva nerviosa, necesito tranquilizarme miro la botella de vino y sin pensar me la bebo de un sorbo, mi garganta pica pero no importa de echo otra cosa me pondrá peor.—Vaya pensé que no tomabas—Dice quitándome la botella de coñac.
—No es por la ocasión ya que no quiero estar cuerda cuando esa cosa entre dentro de mi— Comento sarcástica.
—Estas diciendo que no vas a disfrutar mi cosa
—Sírveme el vino— Le pido molesta, el ríe a carcajadas y me sirve el vino a lo que lo bebo de un sopetón, nuevamente tomo otro hasta sentirme mareada.
—¿Entonces eres Virgen? Pensé que ya te habías acostado con ese idiota que decías llamar novio—Lo mire mal.
—Mil veces hubiese sido mejor estar con el hombre que amo y no con un desconocido que me compró, porque seguramente nadie lo ama.
No sé por qué le dije eso sus ojos se agrandaron. Aprieta sus manos con fuerzas, formándolo en puños pensando que me golpearía cubro mi rostro con las manos.
—No te golpeare, con el tiempo aprenderás a respetarme.
Trago saliva y tomo un sorbo más, ya me encuentro súper mareada y quizás no sienta nada. La Bestia de Armando porque ahora así se llamara, se me acerca como un lobo feroz, besa mi labio y luego baja dejando besos suaves en mis pechos, trato de cerrar mis ojos pero los abro al sentir como su lengua baja hasta mi vientre laminado la parte baja, sin percatar muerdo mis labios de lo delicioso que se siente. Luego me recuesta en la cama y se posiciona en medio de mis piernas.
—Vas a suplicar por más— Replica rozando su lengua en mi vagina. No digo ni una palabra porque de nada me sirve.
Esta vez cierro los ojos y solo siento que besa mis labios con dureza, adentra su lengua buscando la mía, trato de no corresponder pero nada Valera mis esfuerzos ya que este ha succionado hasta mi lengua. Siento su pene rozar en la entrada de mi vagina pienso que lo hará con fuerzas pero es lo contrario ya que juega conmigo hasta sentirme mojado, que vergüenza.
—Ya veo que estás lista para mi amada mía—Susurra mordiendo el lóbulo de mi oreja.
Su pene entra en mi interior, siento un poco de dolor y ardor pero no me quejo solo dejo que siga con lo que empezó, sus embestidas son suaves una y otra ves hasta que sale de mi interior sin ser brusco, levanta mis caderas y esta vez me penetra con más rapidez , a la vez juega con mi clítoris luego con mis senos, los aprieta descendiendo con besos hasta llegar a mi vientre, con la mano libre acaricia mi pierna.
Dejo que él haga lo que quiera conmigo, total se ha llevado mi virginidad. Escucho como emite sonidos de su boca, jadea excitado, su sudor se mezcla con el mío, cierro los ojos al sentir un líquido mojar mi entrepierna, muerdo mi labio inconsciente y un jadeo involuntario sale de mi boca.No sé qué m****a me pasa, pero se siente una deliciosa y extraña.
Mi cuerpo me está traicionando, ya que muevo mis caderas al sentir varios espasmos en mi interior.—¡Ah!— Grito al presenciar como mi vagina derrama un líquido placentero y satisfactorio.Me odio a mí misma al disfrutarlo.
—Te gusto, aunque me lo niegues — Comenta saliendo de mi interior.
Nuevamente el ardor se hace presente. Ignoro su estúpido comentario ya que me duele mi vagina, él baja dejando besos hasta mi ombligo, se levanta de encima de mí y luego se recuesta al lado mío, su pecho tonificado sube y baja se nota cansado. Quiero levantarme de la cama pero el cansancio me gana, estoy tan avergonzada y me tanta pena.
—Ten límpiate – Susurra cerca de mis labios. Me extiende una toalla limpio mi sensibilidad luego las piernas.
—Ahora duerme, que mañana te falta mucho por hacer.
Le doy la espalda sin responder nada, lo único que tengo es sueño, así que decido en dormir al instante dejándome vencer por el cansancio.
Armando.Carime eres una tonta, no tienes idea lo que te espera… tu pagarás todo lo que me ha hecho tu maldita familia. Si piensas que nuestro matrimonio será perfecto, estás equivocada, todo lo planea para que parezca como una paga de una deuda grande por parte del miserable de tu padre.El infierno recién empieza.Termino mi baño, envolviéndome en el albornoz la veo a ella, su cuerpo desnudo en mi cama es como una escultura perfecta. No pensé que fuera virgen después de todo ya que la vi en varias ocasiones con ese tipo. No voy a mentir, me siento satisfecho sabiendo que fui el primero. Ella no tiene idea de todo el dinero que pagué por tenerla. Cuando empecé a observarla apenas tenía 15 años, después le propuse un trato a su padre, quién no dudo en aceptarlo. Cuando sepa quién soy realmente lamentará por haberme vendido a la hijita. No cabe duda alguna que ese hombre no tiene corazón y tampoco la quiere, si no fuera yo quien la compra estoy más que seguro que la vendería al mejor
Mientras andamos con Rayo, le muestro algunos lugares dentro de la finca, decido mostrarle el pequeño lago en que suelo nadar los fines de semana. Ato al caballo en un árbol, observo el agua se nota más cristalina de lo normal.—Este lugar es muy hermoso— comenta Carime, ruedo los ojos. Joder todo es hermoso para ella.Empiezo a quitarme la ropa pero me tengo al escucharla gritar—¿Qué haces?— Pregunta.—Vamos a nadar— Me quito mi pantalón—Tú harás lo mismo.Niega abrazándose a sí misma.—Estaré aquí, no deseo mojarme— Estoy perdiendo la paciencia con ella.—Lo que tú digas o pienses, no se acepta. Aquí el que manda soy yo, así que desnúdate. Nadie te verá más que yo.—Pero, estas loco.He tenido suficiente, su aliento se detiene cuando la volteo y bajo el cierre de su vestido.—Mis deseos son órdenes Amada mía. Si quieres llevar la fiesta en paz has lo yo digo sin quejarte.Me presiono contra ella, inhalo su cabello que huele muy bien. Aparto su cabello rubio de sus hombros para bes
CarimeEstaba aburrida observando el jardín mientras maquinaba en mi cerebro las mil maneras de como huir, ya llevo viviendo mas de 15 días con Armando, el hombre que prácticamente me esta aniquilando en vida; lo peor lejos del amor de mi vida, como podría olvidarme de Miguel si cada día recuerdo sus besos con ternura, su amor puro y sincero diciéndome cuanto me ama, ahora es tarde pero me arrepiento por nunca haberle dicho lo mismo. Cierro los ojos y lloro en silencio mientras que los brazos de mi esposo rodea mi cuerpo. —¿Por qué lloras o por quien lo haces?— Trago saliva un nudo se forma en mi garganta por el miedo, ya hasta me canse de desafiarlo. Ni con mis pensamientos tengo privacidad que barbaridad, de seguro hasta es Psíquico ya que pregunta por quien lloro.—No estoy llorando— miento ya que si lo estoy solo que internamente.Armando me hace girar el cuerpo y verlo de frente, sus ojos verdes amarientos me inspeccionan —Lloras por ese tipo ¿Cierto?— Niego rápidamente, ser
Mis ojos los inspeccionan mientras trata de curar mi pierna lastimada.—Señor la pomada— Beatriz extiende la pomada en las manos de Armando sus manos hasta tiemblan, será que esta te nervioso.—Prepara un chocolate con leche y panecillos de mantequilla, mi esposa debe de comer o desaparecerá— Ríe por su propio comentario.Beatriz asiente y sale de la habitación.Una vez más quedo sorprendida, el chocolate con leche es mi delirio y el pan ni hablar.—En la tarde nos vamos para la ciudad, tus padres desean verte, así que debemos estar ahí.—No los quiero ver— Afirme segura. Armando se encoge los hombro y luego ignorándome unta la crema en mi pierna, sale de habitación sin decir ni una sola palabra más, su actitud a veces me sorprende, me preguntó si siente algo por mi o me tiene lastima ya que mi familia me entrego a él como pago.Dejo de pensar en mi desgracia, decido mejor pensar algo positivo ya que por el momento no puedo escapar.La mañana la pase aburrida, después de desayunar me
CarimeDebo planear como enamorarnos para así sacar provecho, cuando menos se lo espere me escapare.Ahora plan número 1, Seducir a Armando, así que me dejo llevar por sus caricias, solo debo actuar y así dominar a la bestia, le haré creer que haré todo lo que realmente él desea.Dejo de lado mis malévolos pensamientos al sentir sus manos juegan con mis senos su boca chupa mi lengua, cierro los ojos y siento un deseo inmenso que me tome como lo hace tantas veces, mi cuerpo se estremece por su tacto.¡No! Pero que me pasa, no soy yo. Debo meterme a la cabeza que este solo es un plan.Sacudo la cabeza borrando los pensamientos descabellados. Mis manos arañan su torneada y dura espalda, al sentir como presiona su miembro en mi entrada, mis muslos se abren automáticamente como si obedecieran a este hombre. Sin dejar de besarme baja su mano a mi centro y mete sus dedos en mí mientras que los gritos se quedan estancados en mi garganta ya que él no deja de besarme con ferocidad.Saca los ded
Dejamos de comer al ver que estaban mis padres en la casa, la verdad se me había ido el apetito. Armando y yo nos sentamos en el gran sofá blanco en frente de nosotros dos están mis padres, mi madre se nota triste y con ojeras en los ojos y el maldito de mi padre sonríe sin dejar de ver la casa. Que descarado.—¿Cómo va tu vida de casada?—Pregunta Jorge él que se hace llamar mi padre.—Mucho mejor que vivir en la casa en la que tu habitas, ya que era repugnante aguantar tu horrible actitud—Dije sonriendo.Mi papá al oírme decir eso se me quedo mirando con los ojos bien abiertos.—Por Dios Carime, esa no es la manera de hablarle a tu padre— Me riñe Mi madre defendiendo al malnacido de mi padre. Vaya si es que ella también es una cómplice.Una risita por parte de mi esposo me hace no responderle a mi madre, este ríe tapándose la boca.—¡Eres una hija inmadura e insensata!—Grita Jorge.—Me vas a disculpar Jorge pero te recuerdo que estas en mi casa y no en la tuya, así que baja tu ton
Me encuentro de pies en la entrada de mi la Universidad, Armando me mira con seriedad arquea las cejas al ver que aún no he entrado me habla.—No piensas entrar o esperas a alguien— Niego dedicándole una falsa sonrisa— Vengo por ti a la hora de la salida, estas advertida—Replica con tono duro.—¿Piensas recordármelo todos los días?—Pregunte cabreada.—Si es necesario si, me voy—Arranca su coche a toda velocidad.Resople aturdida, aprieto los puños con enfado, miro en la esquina del muro se encuentra el Audi negro que nos seguía, seguramente estará ahí vigilándome. ¡Maldición!—¡Kiriath!—Grite eufórica al ver a mi amiga del alma, ella gira y viene hacía mi con su hermosa sonrisa.—Oye Cari, donde diablos te habías metido— Me lanzo sobre ella y sin querer decir nada sollozo con un nudo formándose en mi garganta.Sus manos acarician mi espalda, no dice nada solo me sobaba la espalda, luego de unos minutos de estar abrazadas nos separamos, limpie mis ojos hipeando le pido que vallamos al
ArmandoMe sentía agotado, mi cabeza procesaba todo lo que una ves sufri en el pasado, quería solo borrar todo y estar en Paz. Pero los recuerdos dolorosos me impedían vivir en paz.**—Ten tómalo, te va gustar pero espero que siempre lo guardes. Es mi cadenita de Diamantes. Te la regalo para que te acuerdes de mi cada que lo veas—Sus ojitos brillan al hablar—Me lo dio mi mama cuando tenía dos añitos y yo te lo regalo porque me gustas mucho.Recibi la cadenita de Diamantes en forma de corazón en mis manos, es lindo me pregunto si no habrá problemas.—¡Perla donde te has metido!— Grita la madre de la niña mientras la busca.—Ay no, mi mama se enojará si se da cuenta que estoy aquí, no le digas a nadie, será nuestro secreto—Susurra extendiendo su pequeño dedito—Es una promesa de amigos.Asentí sonriéndole, es increíble la manera en cómo mi corazón palpita al ver esa hermosa sonrisa en su rostro.Perla sale del sótano cerrando las puertas, nuevamente quedo solo y sin saber cómo esta Diana