- Anda, quiero ir contigo. - insiste. - Ya llevamos mucho tiempo sin estar juntos.

Inevitablemente río por lo que acaba de decir.

- Amor, solo fue un fin de semana. O sea, tres días.

- ¡¿Y quieres más?! Yo ya no aguanto, pero al parecer a ti te gusta estar lejos de mí. - me hace berrinche.

- No es eso, solo que te estoy preparando una sorpresa y no quiero que se arruine. - le miento rápidamente.

La verdad es que no quiero que vaya porque no quiero que se encuentre con ese demonio. Me preocupa que respiren el mismo aire de acerca.

- Mentiroso, solo lo dices para que no vaya. ¿Pero sabes qué? Iré así sea sola, pero iré. - está enojada. - Quien sabe que me ocultas y lo voy a descubrir.

- Que no, mi amor. - repito. - Te tengo una sorpresa, ¿Quieres que ya no lo sea?

Me queda mirando, ¿Será que la convencí?

- No me interesa, iré hoy contigo y punto. - se levanta y se encamina hacia la casa.

- ¿A dónde vas?

- A empacar un par de cosas, me prepararé para ir contigo a la manada. - y dale...

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