No creo estar loca, pero el grito que acabo de escuchar, más ese aroma tan maternal digno de madre y luna, se asemeja mucho al de mi mamá.La gente se queda totalmente en silencio cuando ella vuelve a gritar.- ¡Háganse a un lado, lobos! Necesito ver a mi hija en su vestimenta. - grita, pero al parecer todo mundo está tan pasmado ante su presencia, que no captan la orden. - ¿Qué no escuchan? ¡Que se quiten!Ahí es cuando me avergüenzo un poco de ella, por su forma de ser tan especial. Pero prefiero eso a no tenerla.Veo como logra, al parecer, quitar a la gente de su camino y quedar tiesa ante mí. Yo estoy paralizada, estática, y todo aquel sinónimo. Tanto que no puedo moverme para correr y abrazarla.- Mi pequeña nena. Mi princesita. - susurra y desde nuestra distancia puedo percibir el aroma de sus lágrimas.- Mami. - susurro de vuelta y reacciono cuando la veo correr hacia donde estoy parada.Y eso mismo hago yo, correr para alcanzarla.- Mi amor. - me abraza y siento descargas por
- Cariño, levántate. - me sacuden.Tan solo me quejo y me muevo un poco para seguir durmiendo.- Aurora... - vuelve a llamarme.- ¿Qué pasa? Aún es muy temprano. - me vuelvo a quejar.- Tenemos que hablar de un tema muy importante. Por favor.- Dame un momento y te alcanzo en tu estudio. - me tallo un ojo pero no hago por levantarme.- Te estaré esperando, no tardes. Escucho sus pasos y el ruido de la puerta.Me levanto con una pereza enorme. Pongo una mano en mi cabeza y siento como está mi cabello de desordenado. Suerte que ya estoy en la etapa del romance dónde te da pereza bañarte y te da igual como estás vestida. No como al principio, que madrugada para ir al baño y arreglarme un poco antes de que él se despertara. Quería darle buenas impresiones.Entro al baño de la habitación, no estamos durmiendo en "nuestra guarida" porque dijimos que serían para momentos especiales o de urgencia. Ya sea para nido cuando esté en cinta o dado el caso de algún ataque. Además de que ahí podemos
- No te puedes transformar, Aurora. - me dice Milo. - Correrían peligro tú y el futuro alpha.¿Qué...?- ¿A caso no te has dado cuenta? Estás embarazada y no voy a correr el riesgo de que te pase algo si por tu imprudencia de querer hacerlo todo, se arruine. ¿Cómo le responderé a Killian?- Cuida como me estás hablando, no olvides que soy tu luna. - le gruño.Obviamente tiene razón, ¿Pero quién se cree para hablarme así?- Lo sé, lo tengo muy en claro. - mira al rededor y vuelve a mirarme. - Pero estoy firme en tener que cuidarte y eso haré, sea lo que sea. Incluso si eso entra en que tenga que decirte tus verdades.Me quedo callada, no quiero discutir con un lobo irracional, gobernado por uno mucho peor. Amo a mi esposo, pero sé de dónde viene la intensidad de Milo.Entro al refugio, dejándoles la seguridad a cargo de ellos. Necesito saber que todos los que hayan entrado, estén bien.- ¿Cómo están todos? - pregunto en voz alta para que todos me escuchen.Pensarán que es una pregunta
Algo había pasado con Killian, pero nadie quería decirme absolutamente nada. No sé tampoco como fue que logramos salir del refugio sin ser perseguidos, quiero creer que fue por la magia de la bruja de la manada.Justo ahora estoy caminando rodeada de los demás lobos, dicen que deben protegerme de todo peligro, pero creo que a quien debe cuidar es a Milo, porque en estos momentos tengo unas ganas enormes de asesinarlo. Anda todo extraño, sé que él sabe cosas pero por alguna razón no quiere decirme, hasta que se me doblen los apellidos y me haga sacarle las palabras a punto de golpes.- ¿Cómo se encuentra, mi Luna? - me pregunta Sophia, quien hasta ahora se ha convertido en mi más fiel compañera.- Yo muy bien, ¿Y tú? ¿Cómo está tu padre? - le pregunto de vuelta no queriendo mirar atrás para no ver como mi manada se está desplazando de su hogar sin tener la más mínima culpa de todo lo que está pasando.- Un poco cansado, le he pedido que paremos un rato para que descanse, pero no quiere
No sé nada de Killian, el desespero y zozobra terminará por acabar con mi cordura. No habrán pasado ni cuatro días desde que nos tocó migrar de casa, temiendo a ser alcanzados por aquellos que nos atacaron. Justo ahora estamos descansando en un pequeño claro, para que los niños se puedan alimentar bien con lo que sus madres pueden cazarles. Por mi parte, no he comido absolutamente nada el día de hoy y los días anteriores menos que poco. Tampoco me sobra decir que Sophia ha estado insistiendo en que debo cuidarme.- Debe comer algo, el futuro alpha necesita que usted ponga de su parte, mi Luna. - dice ella y solo la escucho, pero mi atención está en la nada.- Le traje estas moras, quizá le provoquen algo mejor que náuseas. - me ofrece y yo las tomo, pero las dejo en mi regazo, sin ánimos ni fuerzas de abrir la boca para agradecer.- Por favor Luna... - me dice ahora su madre. - Le suplico por favor, coma algo. Debe tener fuerzas por si algo ocurre.- ¡Milo! - hago un enorme esfuerzo p
Ya estamos aquí, en la manada más próxima a la nuestra, siendo atendidos de una forma muy amable. Y no, no es sarcasmo, literalmente todos están siendo muy cordiales con nosotros, como si no supiéramos los problemas que hemos tenido, como con todas las manadas. Quizá eso ya haya cambiado, con mi llegada, todos piensan que ya hay paz con el lobo de Killian.Justo ahora me encuentro en la zona donde aparentemente, curan a los lobos. Una especie de enfermería, muchos de mi manada sufrieron graves consecuencias en el camino, también nos están brindando atención especial a las embarazadas.- Luna, ¿Cómo se encuentra?- me pregunta una curandera o enfermera.- Mejor, gracias. - le digo y miro a mi al rededor. - Necesito hablar con tu Alpha.Ella inmediatamente me da una mirada de pena.- Lamento no poder ayudarla en eso, no tengo contacto directo con él. Pero puedo hablar con el Beta, se encargará de llevarla.- ¿Podrías hacerme ese inmenso favor? - le ruego.- Para usted lo que sea, mi luna
Kenay era un lobo con el que soñaba mucho cuando era pequeña, siempre veía un lobo gris en mis sueños. Solíamos jugar y cuando despertaba me sentía triste porque no lo veía. En mis sueños, él era mi hermano, en la parte lobuna. Es decir, Kenay es hermano de Aura. Siempre pensé que eran solo sueños, pero con el tiempo mientras me iban entrenando para ser luna, me explicaron que parte de mis sueños serían premoniciones o algo así.Ahora, Kenay es el lobo, Koda es el humano. Este cuerpo ha sido manejado por su parte lobuna durante muchos años, a causa de que no han encontrado a su mate, Koda le cedió el control total del cuerpo a su lobo. Por eso muchos le temen a esta manada, porque su alpha es un ser sarcástico que no le teme a la sangre, mataría tan fácilmente como comerse un pan. Nunca supe su nombre hasta ahora que le reconozco, tan solo oía las historias que contaban de este lugar como dos personajes místicos, el hombre y el lobo.Justo ahora estaba sentada en su oficina o despacho
- Me molesta que actúe como un niño, poniéndote quejas de mí como si yo fuera qué.Estaba en el despacho de Kenay, pues su Beta había ido a contarle nuestra conversación y por eso me mandó a llamar para reclamarme. No, está claro que me iré de aquí en cuanto Killian llegue y no hay negociación.- Es mi beta, ese es su trabajo. - suspira, parece cansado.- ¿El de ir de chismoso? - me cruzo de brazos. Estoy actuando como una niña pero no me importa.- El de informar cualquier novedad y mantener el orden. Él es el sol y equilibrio de mi manada, y solo cumple con su parte aquí, como todos. - Mira, Kenay...- No, ya sé qué es lo que me vas a decir y mi respuesta es que no. Tú de aquí no te vas, punto.Me empiezo a asustar, por las posibles situaciones que se den si Killian llega y este no me deja ir.- Ya dije que eso no está en discusión. Además, te quería decir otra cosa.Mejor cambiar de tema y no volver a tocarlo. Me iré, eso es seguro como que estoy embarazada, solo que entre menos s