El calor con cada segundo que pasaba el calor se volvía más y más sofocante, Derian estaba perdiendo la cordura, sus fuerzas se esfumaban, si alzaba el vuelo llegaría más rápido, pero no tenía energía ni para desplegar sus alas, tal vez concentrándose podría sacarlas, pero no iba a alzarse y mantenerse, se juramente se desplomaría, y no quería agregar el dolor de una caída al sin números de sensaciones que pasaban en su ser en estos momentos.

Le parecía una broma de mal gusto el que sus instintos predominaran y lo hayan guiado hasta ese lugar, y es que con razón había sido tan largo el trayecto, había caminado guiándose a memoria, su lado humano estaba vencido prácticamente, eso era un mecanismo de alivio que era un recurso que muchos seres tomaban como última opción.

Sonrió con ironía, había llegado a casa, a la que consideraba su segunda casa.

La enorme casa de Bela se sobre la colina más apartada del poblado central.

Se iba a ir, si total la propietaria no se encontraba, pero e