〘Culpa〙

Los minutos se convirtieron en horas, las horas en días y los días en dos semanas donde Vivek no comunicaba nada, en el pueblo los habitantes sospechaban que algo iba mal, uno de sus guerreros no se había visto en días, la iglesia no abrió sus puertas esas semanas, los guerreros se notaban decaídos y casi no visitaban el lugar, cuando algún curioso le preguntaba a Vivek sobre lo que sucedía este daba respuestas vagas y los dejaban con más dudas que antes.

Un híbrido de águila se dirigía a la casa de su mejor amigo para saber que ocurría ya que él al igual que Aidan no habían vuelto a salir de sus casas, Iared tomo la responsabilidad de cuidar las mascotas de Rubén, la doncella Lumi que estaba bajo el cuidado de Rubén se estaba quedando con Laia y la doncella Iria, claro que las doncellas no estaban al tanto de la situación ya que el último mensaje de los dioses los hizo empezar a desconfiar un poco de ellas para ese asunto, y aunque descartaban la idea, las tres guerreras eran también de poco fiar y ellas lo sabían y no los culpaban por sus dudas.

Al llegar a la entrada de la casa llamo al timbre y Elia, la doncella de Galen, no tardo en abrir la puerta, estaba molesta y por su baja estatura se veía adorable, aun así, no era bueno meterse con la castaña.

—Elia ¿Qué tal? ¿Se encuentra Galen? — pregunto amablemente el mayor.

— ¿Esta Dana en tu casa? — asintió un poco dudoso de porque quería saber de su doncella —él se encuentra en su habitación, se niega a comer decentemente y pasa en cama como un anciano enfermo, más desde que discutió con Aidan...

—Espera, Aidan ha estado aquí— interrumpió bruscamente a la contraria, se suponía que Aidan no ha salido de su montaña desde que sucedió todo.

—Sí, vino hace como siete u ocho días, discutieron sobre quien tenía la culpa de no sé qué cuestión, no me intereso el oírlos discutir, es cómo cada vez que no está presente Rubén para calmarlos con quien sabe qué truco, la próxima vez que le vea le daré una paliza por dejar a sus dos machos sin correa.

—Entiendo, voy a ver si le levanto el animó— ignoró lo último dicho por la fémina —y si no, pues le alzo en vuelo por los aires el jardín antes de irme— paso y se dirigió al elevador no sin antes ver como la doncella salía, tenía un mal presentimiento sobre que podría estar haciendo junto con Dana, y más con el humor que se cargaba ese día — ¡Hey ratoncillo de madriguera!

Exclamo en saludo mientas encendía las luces de la habitación de Galen, recibió un gruñido en respuesta de un bulto de sabanas en la cama.

—Qué quieres Derian no estoy para nadie y menos para ti— dijo cuándo fue despojado de su cubierta, dejando ver lo demacrado que estaba.

Su complexión seguía siendo fuerte, pero se notaba más delgado, las ojeras en su blanca piel eran muy pronunciadas, sus ojos verdes se veían apagados y rojos del desvelo, y posiblemente de llorar, su alborotado cabello rubio claro estaba enmarañado suelto hasta los hombros, su imagen general con el pijama que llevaba no era la de un guerrero sino la de un vagabundo,

— ¿A que vino nuestro líder? — directo al punto, su voz salió con seriedad al igual que su semblante, sin ningún ápice de broma ni burla — ¿Habrá que destruirle el corral de animales a Aidan? — y ahí estaba la característica número uno de Derian querer animar a sus amigos con bromas fuera de lugar, aunque esta última pregunta tenía su pizca de tentación para el rubio que se negó.

—Quería el saber porque esa bruja nos atacó expresamente a nosotros… porque teníamos esas armas extrañas, y como sabíamos que funcionarían para matar a esas alimañas… quería saber que había hecho Rubén para que esa bruja lo matara…— Derian se sorprendió de ver a Galen al borde de las lágrimas, sabía que su amigo se estaba culpando de no poder salvarlo —Rubén se quitó su brazalete...— eso sorprendió al híbrido, el brazalete solo lo puede quitar la persona que lo porta, siendo también el único que lo puede utilizar y ver a pantalla de luz que este aparato emite —Derian si yo tan solo hubiera actuado más rápido… si hubiera hablado antes… Rubén seguiría aquí… no entiendo porque se echó la culpa él solo… yo soy el líder del grupo… yo tendría que haberme hecho responsable de todo… yo tendría que haber estado en su lugar… porque no pude hacerlo… me deje burlar de esa detestable bruja… y… y ahora… ahora mi osito... está muerto... y todo porque no actué a tiempo...

Galen, aunque tratara no se contuvo y empezó a llorar, nadie lo había visto así, nadie creería que este ser, de carácter manipulador pudiera ser tan vulnerable, pero ahí estaba culpándose de algo que no estaba en sus manos, de lo cual ya no había vuelta atrás.

—Galen— le abrazo y empezó hacer un movimiento circular en su espalda mientras el nombrado se desahogaba —No es tu culpa, no es culpa de nadie, ninguno habíamos previsto que esto podía pasar, ni siquiera sabíamos que algo así fuera posible— hablo algo inseguro en sus palabras, no quería meter la pata y que su amigo se sintiera peor, dijo la verdad.

Así pasaron no sabían cuánto tiempo, Derian cuando se aseguró de que su hermano de estaba dormido se dirigió a la cocina para preparar algo para cenar, la noche cayo rápidamente para pensar en comer una merienda ligera, mientras cocinaba apareció el dueño de esa casa.

—No tienes por qué quedarte tan tarde— dijo tras sentarse en un taburete frente a la isla, por lo menos su cabello ya estaba ordenado en una coleta.

—Sino te conociera diría que ya me estas echando de tu casa— responde con mofa en su tono sin voltear a ver a su contraparte —sé qué no quieres hablarlo, y te comprendo, yo también estoy mal con lo que paso, y solo nos queda confiar en que los dioses nos regresaran al animal ese cuando menos nos esperamos, además que ya hice esto y no pienso regresar a casa mientras Elia y Dana estén haciendo a saber qué cosa, ojalá y no me la hayan tirado abajo.

—Primero que nada, si te vas a quedar por lo menos no me hagas pensar en lo que ha sucedido, y segundo, ¿Elia está en tu casa?

—A lo primero, pues me quedo, segundo, creo que para ahí iba ya que me pregunto por mi doncella, y tercero, come— le entrego un plato con una comida que tenía muy buena pinta.

La noche transcurrió bien, Derian trato de no sacar mucho de lo que había pasado en estas dos semanas, vieron lo de abrir ya por fin en el pueblo una especie de fachada de su grupo en lugar de ir donde tenían su base, trabajaron en posibles actos para realizar a futuro, eso hasta que Elia llego y cambiaron de tema rápidamente bajo la mirada de la chica, se les hizo demasiado tarde y Derian se auto invito a dormir, quedaron en ver una película que estaban transmitiendo en uno de los pocos canales que tenía el catálogo del pueblo, no le prestaron mucha atención ya que se quedaron dormidos en el sofá, en la mañana ya se arrepentirían de eso, pero por ahora Morfeo los arrullaba en sus brazos y les concedía un buen sueño.

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