CAPÍTULO 2
DEL OTRO LADO DEL PUEBLO.Mi nombre es Kay Silvert, presidente de Corporación Silverts y asociados. Ponville es un pueblo lleno de secretos que el resto del mundo desconoce, un lugar lleno de seres míticos difíciles de descifrar; esta dividido entre sus mismos pobladores por los llamados buenos y malos, me enorgullece decir que los malos somos nosotros, la manada Raksha o mejor conocida como manada sangrienta, donde actualmente soy el Alpha, un lobo de 150 años, soy conocido por mi mal carácter y antipática forma de ser. A medida que el tiempo como Alpha pasaba empecé a ser el foco de preocupación entre los miembros de mi manada por no encontrar a mi luna, durante años he viajado por el mundo en busca de ese olor característico que me indicara que ella existía, pero nunca sucedía nada, mi lobo interno se volvió impaciente, la bestia que habitaba dentro de mi se volvía cada día mas agresiva y mi manada temía que perdiera mi humanidad, muchos dudaban que me mantuviera cuerdo por mucho mas tiempo, mientras otros se encontraban esperanzados en que encontrara mi luna antes de que sea demasiado tarde.Los Silvert fuimos una de las familias fundadoras de Ponville, éramos dueños de las industrias, centros comerciales, restaurantes y bancos, reconocidos por ser poderosos y millonarios, pero también, oscuros y sangrientos, éramos amos y gobernantes de las montañas de acuña, lamentablemente no éramos los únicos lobos en el pueblo. Los Hernández son llamados los “buenos”, manada hermano gris, enemigos a muerte, dueños de los pequeños e insignificantes locales del pueblo, su Alpha había muerto en un trágico accidente de transito junto a su esposa, ellos culpaban de esa tragedia a su manada enemiga, los Raksha, responsabilizándome por haber perdido a su lobo mas poderoso, estaban en busca de un Alpha sustituto para dar inicio a su venganza, intentando desatar una guerra a muerte entre ambas manadas, guerra que fue evitada por nuestros antepasados, dividiendo Ponville en dos.En la mansión Silvert se llevaba a cabo una importante reunión entre los miembros más poderosos de la manada, para discutir los últimos acontecimientos.—Los de la manada hermano Gris nos culpan de la muerte de su Alpha —dijo uno de los hombres sentados en la mesa.—Ya quisieran ellos que usara mi valioso tiempo en ordenar el asesinato de un inútil —respondí con fastidio, mientras ordenaba servir un trago.—¿Quiere que respondamos ante esa acusación? —preguntó el omega de mi manada—No le pienso dar importancia a los desdichados de esa manada, perder un Alpha y que no sea en una pelea a muerte por su posición, es una maldición, deja que ellos solos terminen acabados por su desgracia.—Temen por los hijos de Gerardo.—¿Cuál es la importancia de esos niños?—pregunte con arrogancia, mirando desde el enorme ventanal de mi oficina lo hermoso que se veía el jardín de la mansión después del paso de la primavera, el pequeño reflejo del oponente sol entraba iluminando las paredes, dando un hermoso reflejo en la blancura de la amplia habitación.—Ellos piensan que usted los vería como una amenaza, ya que cuando su hijo mayor se transforme buscara la venganza por la muerte de su padre—intervino uno de los molestos hombres sentado en la redonda mesa de madera fina.—¿Venganza?, un lobo de 1 año puede acabar conmigo —comente entre risas —. No matamos a ese maldito lobo, me importan muy poco los Hernández, si me los encuentro menos en el pueblo es mucho mejor para mí —golpeando la mesa —. Cambiemos el tema.Masajeando disimuladamente mi frente para calmar a la bestia que llevaba dentro, la cual parecía apoderarse cada día un poco más de mi cordura, deseando sangre incluso de mi propia manada. —Creo que es suficiente por hoy —intervino mi primo Rob, el beta de la manada. Cuando todos salieron, en la mesa solo estaba mi padre, tío y primo.—¿Estás bien? —pregunto mi padre.—No te mataré, así que tranquilo.—Me preocupa que no puedas controlarte.—Estoy controlado ¿No me ves? Abriendo el ventanal para tomar aire fresco, dando un respiro y percibiendo por primera vez en mi vida ese olor a vainilla con toques de rosa, mire a los lados en busca de la portadora, desesperado por al fin hallarla. —Está aquí —dije, alertando a mis acompañantes.—¿Quién?—Mi luna —respondí, mirando el auto que pasaba frente a la mansión, apretando el marco de la ventana, con la respiración agitada, con unas ganas inmensas de correr tras aquel automóvil —. Averigua quien es Rob —grite a mi primo.—No sabía que vendría una loba a nuestro pueblo —comento mi tío —. Averiguaremos quien es y la traeremos ante usted.Como Alpha de la manada Raksha tenía la certeza de que mi luna se encontraba en Ponville, ese olor me mantenía realmente perturbado, por lo que pedí estar solo hasta que la mujer portadora de aquel particular aroma fuera encontrada por el Beta de mi manada mi primo Rob, y fuera presentada ante mí, la voz se había corrido entre la manada sobre la aparición de la luna de su Alpha, lo que mantenía alerta a todos los integrantes de los Raksha, muchos deseosos de conocer a la afortunada mujer, quien apareció 150 años después, en la última etapa de humanidad que me quedaba, pero otras sentían envidia de no ser la mujer con suerte en la vida del Alpha, como el caso de Mía, una loba de 50 años, quien había tenido por muchos años la esperanza de ser parte importante de su manada, consiguiendo el amor del lobo más importante, una esperanza que ella sola se creó, porque siempre he sido claro al decirle que ella no era mi luna ni la mujer que estaría en mi vida nada más que para acostones esporádicos, porque debo admitir que las mujeres me gustan y disfruto de su presencia en mi acalorada cama, más eso jamás se ha significado más que sexo para mí y Mía siempre estuvo consciente.—Escuche que al fin había aparecido la perra de tus sueños —dijo Mía entrando a mi oficina.—¿No escuchaste que pedí que no se me molestara? —golpeando mi escritorio hasta fracturarlo —. Por cierto, Mía, eres la única perra en esta historia, aun cuando sabías que no eras mi Mate, te revolcabas conmigo en busca de un poco de atención, es hora de que busques una pareja, te estás volviendo vieja y pronto serás desechable. Ahora lárgate.Mía salió de la oficina realmente molesta por las humillaciones y además seguir siendo una loba de rangos inferiores en su manada, jamás conseguiría escalar siendo simplemente una de las trabajadoras de la corporación Silvert.Rob regresó después de descubrir a quien pertenecía ese aroma que mantenía a su Alpha mucho más perturbado que de costumbre.—¿La encontraste — pregunté a mi primo.—Si, pero no estoy seguro de que significa todo esto, me temo que no es como esperábamos.—¿A qué te refieres?, no escuchaste cuando dije que era mi luna.—Lo escuché Kay, pero no es una loba, debemos confirmar que sea la misma persona que encontré.—Eres un maldito inútil Rob —levantándome de mi silla y lanzándola en contra del robusto cuerpo de mi Beta —. Te envié a una m*****a misión, la más importante de este puto mundo y tú fracasas.—La única mujer nueva que ha entrado al pueblo es la cuñada de Gerardo, una humana que se vino hacer cargo de los niños y la cafetería.—¿Estás seguro? —caminando en dirección al ventanal, donde tenía una hermosa vista al jardín y más allá las montañas de Acuña.—Lo estoy primo, el alguacil dice que se mudó a Ponville porque recibió la custodia de sus sobrinos, además de heredar la cafetería de su hermana.—¿La has visto? —pregunte, tomando un soplo de aire, aun a la distancia su olor me alocaba, me preguntaba si era ¿normal sentirla a la distancia?—Sí, es una humana.—Maldita sea no me importa que sea una humana, es mía —dije hiperventilando.—¿Escuchaste cuando dije que vive del otro lado del pueblo junto a la manada hermano gris?—Necesito estar seguro de que es ella, no me importa quien sea, es mía y la quiero a mi lado ¿entendiste?—Lo entendí.—Pide al chófer que prepare el auto, iremos a confirmar que este olor que me está enloqueciendo es de esa humana que dices haber visto.—Siempre y cuando te controles, no olvides que no puedes simplemente marcarla, es humana no una loba, además de que es parte de nuestra manada enemiga.—Morder su cuello y marcar su piel es lo único con lo que mi lobo piensa desde que la percibió a través del olfato, ¿crees que le importa que sea la cuñada de mi enemigo? —grite apretando con fuerza el marco del ventanal.—A el no, pero es tu responsabilidad mantener los limites, eres nuestro Alpha y esa humana es parte de nuestra manada enemiga, es la cuñada de Gerardo y la tía de sus hijos, niños destinados a intentar asesinarte.—Maldita sea eso ya lo se —Mirándolo fijamente con mis ojos enrojecidos haciéndole agachar su rostro.—Preparare el auto para salir —contesto.Conocía perfectamente lo que significaba cruzar los limites de nuestras fronteras, la guerra entre ambas manadas podría desatarse por atreverme a romper las reglas que nuestros antes pasados firmaron con un sello de sangre para pactar que nunca jamás ninguna de las dos manadas rompieran los tratados, entre esas reglas estaba una muy importante, una que me separaba en cuerpo y alma de esa luna que busque durante siglos. Ningún miembro de la manada podría enamorarse de una mujer de territorio contrario, nuestras sangres y manadas nunca podrían unirse en lazos sentimentales, pero ¿Cómo le explicaba al monstruo que habita dentro de mi, que debo cumplir las reglas?.CAPÍTULO 3Había cambiado mi vida de una manera increíble, pasé de ser una analista de proyectos económicos globales en una importante empresa londinense, a una simple tía de tres niños y dueña de una cafetería en un frío y extraño pueblo en las afueras de Boston, había prometido no pisar suelo americano nunca más, pero sin duda Dios tenía un destino diferente para la vida que había planeado en Europa enviándome de regreso al país donde sufrí todas las heridas que estaban tatuadas en mi alma.Los niños no han sido mi fuerte, de hecho, solo los veía en las calles de Londres, pues era hija adoptada única y muy joven, no tenía pensado tener hijos por los momentos, pero esos tres niños ahora me pertenecían y yo decidí asumir la responsabilidad de hacerme cargo de ellos de ahora en adelante, el mayor era el más rebelde aunque se notaba el buen corazón que poseía, para que nuestra convivencia funcione debemos poner límites dentro y fuera de la casa, lo que e
CAPÍTULO 4EL LIBRO ROJO. Ponville era un sitio realmente enigmático, sombrío y lejano, aunque es difícil explicar que me siento en paz con mi decisión de mudarme junto a mis sobrinos, llevamos poco tiempo bajo el mismo techo, pero tenía la certeza de que eran realmente maravillosos y esa pieza faltante en la vida “perfecta” que solía llevar en Londres.La cafetería y sus empleados era extraña, había ciertas normas que me desequilibraban, por esa razón invite a Karoll a cenar en casa, la mejor amiga de mi difunta hermana y mesonera de la cafetería.—Gracias por invitarme —dijo sonriente, mientras servía una taza de café —. Tu hermana debe estar en paz y tranquila, sus hijos eran todo para ella y estoy segura de que están a salvo a tu lado. Se nota que se están adaptando a tus cuidados, los cambios a veces son para mejor.—¿Conocías bien a mi hermana? —pregunte, invitándola a sentarse frente a mí.—Desde que llego a este pueblo nos hicimos buenas amigas, le ayude a materializar su sue
CAPÍTULO 5LA HIJA DE LA LUNA.Le pedí a María que cuidara de los niños mientras me ausentaba por unas horas, manejando hasta el pueblo, donde encontré aquella pequeña tienda esotérica llamada LA ESTRELLA FUGAZ, al entrar me recibió una mujer de mediana edad quien parecía sorprendida de verme, grito un nombre femenino que salio detrás de unas cortinas.—Disculpe, estoy en busca de un libro —dije con timidez.—Hola, disculpa a mi tía, esta un poco enferma, confunde a las personas —explico la joven de tez morena, grandes ojos negros y cabellos afros —. Mi nombre es Mabi, mi familia ha estado en esta tienda por siglos ¿Eres nueva en el pueblo?—Mucho gusto, soy Babi —mirando las vitrinas en busca del libro —. Soy la nueva dueña de la cafetería.—Escuche que Alejandra dejo a cargo a su hermana, ella era increíble.—Vengo en busca de un libro, creo que se llama el libro rojo —conteste apenada.—¿Quién te hablo de ese libro? —pregunto intrigada.—¿Lo venden aquí?—Ven —tocando mi mano.Sus
CAPITULO 6EL ATAQUELa conversación con la dueña de la tienda esotérica me dejo perturbada, estaba convencida que las personas en este pueblo no estaban bien de la cabeza, ¿Qué significaba ser la hija de la luna?, ni siquiera entendía porque me hacia esa pregunta una y otra vez. Después del loco día que había tenido regrese a casa con los niños, Harry se encontraba mejor de su fiebre y Kelly y Andrés se sentían felices al verme, los niños se habían convertido en poco tiempo en mi prioridad y aunque no sabía si lo que aquella mujer me había contado sobre el suicidio de sus padres era cierto, me dejaba claro que la razón por la que me encontraba en este extraño pueblo era para proteger de ellos, cenamos juntos e incluso se me ocurrió jugar un juego de mesa con los más grandes mientras la pequeña rubia nos miraba sonriente desde su silla.—No deseo que tengas problemas por mi culpa, nuestra familia paterna no es fácil. Madre discutía mucho con ellos por pensar que tenían autoridad sob
CAPÍTULO 7 KAY Tenía conocimiento como Alpha de las repercusiones que provocaría mi visita a tierras enemigas, una de las tantas reglas firmadas en aquel tratado antiguo por los ancianos dejaba claro que los límites establecidos debían ser respetados de lo contrario la manada “ofendida” podría tomar acciones de acuerdo con la falta causada. No era cualquier lobo en la manada Raksha, precisamente soy el de mayor jerarquía y antes de que se presentaran los ancianos ante mi para cuestionar mis decisiones, convoque una junta con carácter de urgencia. No entendía las razones por las cuales la manada hermano Gris quiera lastimar a mi mate, pero dejaría claro ante toda mi gente que la protegería incluso en tierras enemigas. —Recibí un mensaje del chaman de los bosques del sur —empezó la conversación mi abuelo —. Asegura que uno de los nuestros se atrevió a pisar sus tierras y no solo eso ataco a uno de sus lobos, tiene la certeza de que es de rango superior. —Eso es imposible —intervin
CAPÍTULO 8 BABI Había leído el libro rojo minuciosamente, el mundo de los hombres lobos había existido en la tierra después de que una hechicera maldijera a un individuo que asesino a su hija en el bosque, según la leyenda aquella mujer hechizo al hombre con una poción mágica hecha con la sangre de un lobo salvaje, pretendía que ese ser despreciable que había robado la vida de su inocente hija al consumir aquella pócima sufriera una muerte espantosa, pues su hechizo era dirigido para que la sangre del animal envenenara la sangre del perverso hombre y sufriera más que nadie en el mundo antes de morir, sin embargo el brebaje actuó de forma diferente convirtiendo al hombre en un lobo gigante, con músculos exagerados y dientes tan filosos como la punta de una aguja, la bestia arranco la cabeza de la bruja y desapareció en el bosque convirtiéndose en un ser mítico y oscuro. Nunca en la vida hubiera imaginado que esta historia fuera real, que aquellas bestias convivían como humanos en n
CAPÍTULO 9BABISenté mi cuerpo mareado, no entendía dónde estaba, la confusión aumento cuando note que llevaba un vestido blanco semi transparente sin ropa interior, me levanté inmediatamente de aquella enorme cama con espaldar de cuero negr*o, en busca de mi ropa ¿Qué estaba sucediendo?, me preguntaba mientras abría y cerraba gavetas, desde el espejo me sorprendió una figura femenina que me miraba atentamente desde la puerta, una mujer de mediana edad con grandes y tiernos ojos azules, cabellos rubios, nariz respingada que revelaba firmeza y carácter, la hermosa mujer sonrió levemente.—¿Quién es usted? —pregunte temblorosa —. ¿Dónde estoy? ¿Dónde esta mi ropa?—Respira, estas a salvo —dijo acercándose lentamente —. Eres hermosa —comentaba rondando mi cuerpo en círculos —. Ven tomando mi mano con su tibia y delgada mano, apretando un poco cuando intente zafarme.Arrastro mi cuerpo con fuerza hasta otra habitación, una un poco oscura, donde encendía veladoras para iluminar la tiniebl
CAPÍTULO 10 BABI La bruja Mabí salvo mi vida por segunda ocasión aquella noche, de no haber llegado a tiempo a la mansión de Kay Silvert el embrujo de aquel hombre lobo me hubiera hecho cometer una locura, no había tenido control de mi cuerpo mientras el acariciaba mi piel, no podía negar que era guapo y que su presencia me consumía de una forma inexplicable, pero no deseaba acostarme con un hombre que apenas conocía y mucho menos sabiendo que es un ser mítico que ni siquiera sabía que existían. Iba en silencio mientras ella conducía, analizando todo lo que había sucedido en esta fría noche, las decisiones iban y venían en mi cabeza. —Estas muy callada —dijo mientras me miraba de re ojo —. ¿Qué sucedió en casa de Kay? —pregunto inquieta. —Pensé que deseaba abusar de mi —volteando lentamente para mirarla —. Pero resulta que me confeso que soy su mate, que me busco por años y que desea marcarme en una ceremonia lunar ¿Qué otras locuras suceden en este pueblo? —¿Su mate? —frenando d