CAPÍTULO 3
Había cambiado mi vida de una manera increíble, pasé de ser una analista de proyectos económicos globales en una importante empresa londinense, a una simple tía de tres niños y dueña de una cafetería en un frío y extraño pueblo en las afueras de Boston, había prometido no pisar suelo americano nunca más, pero sin duda Dios tenía un destino diferente para la vida que había planeado en Europa enviándome de regreso al país donde sufrí todas las heridas que estaban tatuadas en mi alma.Los niños no han sido mi fuerte, de hecho, solo los veía en las calles de Londres, pues era hija adoptada única y muy joven, no tenía pensado tener hijos por los momentos, pero esos tres niños ahora me pertenecían y yo decidí asumir la responsabilidad de hacerme cargo de ellos de ahora en adelante, el mayor era el más rebelde aunque se notaba el buen corazón que poseía, para que nuestra convivencia funcione debemos poner límites dentro y fuera de la casa, lo que espero de ellos y lo que aspiran ellos de su nueva tutora.—¿Por qué estamos sentados aquí?, no eres nuestra madre —grito Harry.—Tampoco pretendo serlo, pero te advierto que si no obedeces pasaras el resto de tus vacaciones sentado en la ventana mirando a tus amigos jugar fuera de la casa, no he venido aquí para pretender hacer el papel de madre, solo tengo 23 años, la razón por la que he decidido dejar mi vida en Europa es porque no quería que los separaran como a su madre y a mí cuando perdimos a nuestros padres —dije tomando una pausa para respirar —. No tengo ni la más puta idea de como criar a tres niños, pero créanme deseo hacerlo lo mejor posible y mantenerlos unidos.—Eres una buena tía —dijo Andrés —. Mamá decía que eras muy bonita e inteligente.—¿Su madre les hablaba de mí? —pregunte sorprendida.—Todo el tiempo, nos recordaba estudiar para ser algún día como tú —comentó Andrés sonriente.—Niños, deseo que nuestra convivencia la llevemos lo mejor posible, que juntos aprendamos a compartir conocimientos y que no permitamos que la tristeza apague la alegría de su hogar, estoy segura de que eso desearían sus padres. Las normas están pegadas en el refrì, ambos tendrán tareas del hogar ¿si?—Si tía —respondió Andrés golpeando el brazo de su hermano, esperando una respuesta positiva ante mi petición.—Si, está bien lo que digas —rezongó Harry, con mala cara.—Hola niños —dijo un hombre extraño, quien entraba a la casa sin previo aviso.—Tío —los niños corriendo a sus brazos.—¿Cómo están?, ya veo que han crecido muchísimo.—Ella es nuestra tía Babi —dijo Andrés.—¿Tú eres?—Pregunte, mientras recogía los juguetes de kelly del gran mueble de cuero gris que decoraba la sala.—Dante, amigo de la familia —respondió mirándome con cara de tonto.—Suban a terminar de recoger su habitación, niños — ordené —. Oye disculpa, yo no te conozco me parece abusivo que entres a una casa sin tocar, entiendo que eras amigo de Alejandra y su esposo, pero yo no tengo la mínima idea de quien eres.—Entiendo, me disculpo su alteza real si entre a su castillo sin tocar antes, es la costumbre. No volverá a ocurrir —dijo sonriendo —. Ha sido muy duro para los niños perder a sus padres, es bueno que tú estés aquí.—Disculpa ¿podría hacerte algunas preguntas?—Si claro. No me negaría ante semejante belleza.Voltee mi cuerpo para quedar frente a frente, sus rasgos aborígenes eran realmente llamativos, su rostro esculpido finamente, el tinte moreno de su piel, ojos cafés, cabellos lacios y negros, pómulos altos y cara ancha, su cuerpo era robusto supuse que pasaba largas horas en el gimnasio para mantenerse en tan buena forma.—Espera —alzando mi mano —. No estoy en busca de novio, haré mis preguntas. Los niños hablan de visitar a su abuelo paterno ¿Está vivo?—Si vive en las montañas, lo más alto del bosque —respondió sonriente —. Deberías ser menos cerrada, eres una joven hermosa, quizás encuentres el amor en Ponville.—Es raro, ¿Por qué dejarle la custodia a una extraña?, cuando los niños tenían su abuelo vivo —evitando la conversación incomoda que pretendía entablar.—Él no puede cuidar de ellos, pero seguramente tú sí —guiñando el ojo.Desde mi llegada a este pueblo he sentido que mi hermana y su esposo tenían muchas más opciones para dejar a cargo a sus tres hijos, me preguntaba ¿Por qué yo?, no lograba entenderlo, aunque todos repetían la misma frase como respuesta, 《tú eras la mejor opción》 ¿Por qué? Cuál era la razón por la cual ellos teniendo familiares cercanos a los niños decidieron interrumpir mi vida en Londres para que me hiciera cargo de sus hijos.Aquella hermosa mañana soleada, decidí empezar mi vida en la cafetería, los niños pidieron acompañarme a mi primer día de trabajo en Ponville, Kelly era la niña mas adorable que jamás había conocido, tierna y muy cariñosa, sus cabellos eran amarillos como el sol, su tierna mirada realizaban el color ámbar de sus ojos, mientras sus mejillas rosadas la hacían irresistible, ciertamente todos coincidían en que dejo de pronunciar palabras después de la muerte de sus padres, pero aún era muy pequeña, poco a poco superara todo y llevara una vida normal como merece.Conocí a los tres trabajadores de la cafetería, quienes parecían aliviados de verme, asegurándome que ninguno de ellos podía ir a realizar los procesos bancarios sin mayor explicación.—Ok — respondí a la empleada que me entregaba el sobre con el dinero que se había hecho en los días que no había estado mi hermana.—El banco queda en la otra cuadra, por cierto te pareces mucho a Mi querida Ale cuando tenía tu edad —exclamo con tristeza —. Mucho gusto soy Karol, era una buena amiga de Tu hermana, me encargaré de mostrarte todo lo que se sobre este negocio.—Gracias Karol, iré a depositar este dinero y volveré para ponerme al día, me llevaré a la pequeña ¿puedes vigilar a los niños mientras se toman su malteada?—No te preocupes estarán bien.Camine con la pequeña Kelly en brazos, pensando en lo extraño que se comportaba el personal de la cafetería a negarse a depositar el dinero en una entidad bancaria que solo le queda a una cuadra literalmente, los pensamientos me hicieron descuidar y la carpeta con documentos cayó al piso.—Maldición Babi concéntrate —empezando a llorar la pequeña—. Tranquila, siento mucho el grito e insulto no fue contigo —intentando calmarla tropecé con un hombre.El cielo se torno gris de repente, mientras las hojas secas que reposaban en el asfalto se levantaron con la ayuda de la fuerte brisa que arropaba al pueblo proveniente de las montañas del otro lado del Ponville, frente al banco estaba una pequeña iglesia donde sonaron las campanas mientras desde lo mas alto me miraba un hombre anciano con vestimenta de sacerdote, haciendo a la distancia la señal de la cruz.—¿Puedo ayudarte? —preguntó mirándome fijamente, interrumpiendo mi acercamiento con el anciano.—Si claro —entregándole a Kelly —. Puedes sostenerla mientras recojo este desastre.—Por supuesto —notándose que incluso no sabía cargar un bebé.Recogí la carpeta y los documentos que salieron de ella.—Gracias —regresando la niña a mis brazos, caminando en dirección al banco recibiendo que aquel hombre con manos fuertes y tibias tomo mi brazo —. Disculpa llevó prisa —sonriendo mientras me daba cuenta de lo guapo que era.—Mucho gusto, mi nombre es Kay y soy.—El presidente de la corporación Silvert —un joven robusto interrumpiendo —. Incluyendo el banco claro esta.—Un placer Kay, soy Babi, ¿puedes regresarme mi brazo?, lo necesito para seguir mi camino —sonriendo antes de que decidiera soltarlo.—Claro —soltando mi brazo —. Espero volver a verte pronto Babi.Camine con dirección al banco, con mucha rapidez preocupada por haber dejado a dos niños solos en la cafetería aun cuando todos los trabajadores los conocían más que yo, ahora ellos eran mi responsabilidad.La calentura que aquel hombre causó en mi brazo era difícil de olvidar, sus profundos ojos azules quedaron grabados en mi memoria, de alguna manera sentí que quiso decir algo más, pero su acompañante lo interrumpió, todos en este pueblo actuaban de manera muy extraña, incluyendo a ese sacerdote que parecía preocupado por mi aun sin conocerme.(EN LAS AFUERAS DEL BANCO)—Te dije que esperaras en el auto m*****a sea —grite a mi primo.—¿Le ibas a decir que eras un Alpha y la hueles a millones de kilómetros de distancia porque es tu luna?—Es ella y es mía, pude percibir su olor del otro lado de la carretera, está enloqueciendo a mi lobo, es difícil controlarlo cuando la percibe.—Deberías calmarte un poco, la joven es atractiva, pero es la tía de los hijos de Gerardo.—Maldición, ya lo se te has encargado de repetirlo cada cinco minutos, no puedo controlarme, ella me enloquece, es como si sintiera que debo hacerla mía lo antes posible, su olor y su presencia consumen a mi lobo, me es difícil controlarlo sin su mate, imagínalo ahora que la hemos encontrado.—Créeme que lo entiendo, pero debemos hablar esto con los ancianos antes de saber cuál es el próximo paso.—Soy el Alpha Rob, no necesito de los ancianos para tomar una decisión.—No es común que la luna de un Alpha sea humana y mucho menos que sea parte de la manada enemiga, esa es la razón por la que debemos hablar con los ancianos, tu lobo es capaz de ir y cruzar los límites de nuestra manada y entrar a territorio enemigo por la joven.—Quiero que llames a Mori y le ordenes vigilarla.—Mori es infiltrado de la manada hermano gris por razones muy diferentes a esta Kay.—Te estoy dando una puta orden Rob —acercándome para intimidarlo con la mirada —. Obedece —caminando hasta el auto.—Siempre voy a obedecer, eres nuestro Alpha, solo espero que hagas lo correcto no solo por tu bienestar sino también pensando en la manada.—Deja de preocuparte por mi trabajo como Alpha, ¿Crees que si pierdo mi humanidad serás nombrado Alpha?—No, eres como un hermano para mí, me ofende que pienses que soy tu perro faldero solamente por esa tontería, no solo perdería a mi Alpha si pierdes tu humanidad, también perdería a mi mejor amigo.—No perderé mi humanidad Rob, los Raksha jamás han perdido un Alpha por no encontrar el control, mi luna está en Ponville y en cuanto la marque y la haga mía toda esta m****a acabará.No tenía dudas ella era mi luna, me fue difícil controlarme estando frente a ella, deseaba en todo momento tomarla con fuerza hasta morder su cuello marcando su piel con mi sello, que todos sepan que su Alpha encontró a su luna y pueda controlar a mi lobo con facilidad nuevamente, detener la perdida de humanidad, procrear los herederos que mi familia esperaba obtener, pero debía tener calma porque la mujer destinada para mi vida no solo era humana también vivía en territorio enemigo y de enterarse los miembros de la manada hermano gris desataremos una guerra a muerte, maldecía no haberla encontrado antes de pisar esas tierras, sin duda no tenía la menor duda de haber recorrido el mundo entero en busca de ella, recorrí cada país, cada ciudad, cada centro comercial, restaurantes, bares, discotecas y jamás me tope con ella, su belleza era perfecta, tal y como la había imaginado, sus hermosos ojos verdes almendrados, su cabello negro largo y su hermosa silueta la hacian unica, ese olor dulce y amargo a la vez que traspiraba me enloquecía y tenía la certeza de que mi lobo interior hará todo lo imposible por poseerla a toda costa.CAPÍTULO 4EL LIBRO ROJO. Ponville era un sitio realmente enigmático, sombrío y lejano, aunque es difícil explicar que me siento en paz con mi decisión de mudarme junto a mis sobrinos, llevamos poco tiempo bajo el mismo techo, pero tenía la certeza de que eran realmente maravillosos y esa pieza faltante en la vida “perfecta” que solía llevar en Londres.La cafetería y sus empleados era extraña, había ciertas normas que me desequilibraban, por esa razón invite a Karoll a cenar en casa, la mejor amiga de mi difunta hermana y mesonera de la cafetería.—Gracias por invitarme —dijo sonriente, mientras servía una taza de café —. Tu hermana debe estar en paz y tranquila, sus hijos eran todo para ella y estoy segura de que están a salvo a tu lado. Se nota que se están adaptando a tus cuidados, los cambios a veces son para mejor.—¿Conocías bien a mi hermana? —pregunte, invitándola a sentarse frente a mí.—Desde que llego a este pueblo nos hicimos buenas amigas, le ayude a materializar su sue
CAPÍTULO 5LA HIJA DE LA LUNA.Le pedí a María que cuidara de los niños mientras me ausentaba por unas horas, manejando hasta el pueblo, donde encontré aquella pequeña tienda esotérica llamada LA ESTRELLA FUGAZ, al entrar me recibió una mujer de mediana edad quien parecía sorprendida de verme, grito un nombre femenino que salio detrás de unas cortinas.—Disculpe, estoy en busca de un libro —dije con timidez.—Hola, disculpa a mi tía, esta un poco enferma, confunde a las personas —explico la joven de tez morena, grandes ojos negros y cabellos afros —. Mi nombre es Mabi, mi familia ha estado en esta tienda por siglos ¿Eres nueva en el pueblo?—Mucho gusto, soy Babi —mirando las vitrinas en busca del libro —. Soy la nueva dueña de la cafetería.—Escuche que Alejandra dejo a cargo a su hermana, ella era increíble.—Vengo en busca de un libro, creo que se llama el libro rojo —conteste apenada.—¿Quién te hablo de ese libro? —pregunto intrigada.—¿Lo venden aquí?—Ven —tocando mi mano.Sus
CAPITULO 6EL ATAQUELa conversación con la dueña de la tienda esotérica me dejo perturbada, estaba convencida que las personas en este pueblo no estaban bien de la cabeza, ¿Qué significaba ser la hija de la luna?, ni siquiera entendía porque me hacia esa pregunta una y otra vez. Después del loco día que había tenido regrese a casa con los niños, Harry se encontraba mejor de su fiebre y Kelly y Andrés se sentían felices al verme, los niños se habían convertido en poco tiempo en mi prioridad y aunque no sabía si lo que aquella mujer me había contado sobre el suicidio de sus padres era cierto, me dejaba claro que la razón por la que me encontraba en este extraño pueblo era para proteger de ellos, cenamos juntos e incluso se me ocurrió jugar un juego de mesa con los más grandes mientras la pequeña rubia nos miraba sonriente desde su silla.—No deseo que tengas problemas por mi culpa, nuestra familia paterna no es fácil. Madre discutía mucho con ellos por pensar que tenían autoridad sob
CAPÍTULO 7 KAY Tenía conocimiento como Alpha de las repercusiones que provocaría mi visita a tierras enemigas, una de las tantas reglas firmadas en aquel tratado antiguo por los ancianos dejaba claro que los límites establecidos debían ser respetados de lo contrario la manada “ofendida” podría tomar acciones de acuerdo con la falta causada. No era cualquier lobo en la manada Raksha, precisamente soy el de mayor jerarquía y antes de que se presentaran los ancianos ante mi para cuestionar mis decisiones, convoque una junta con carácter de urgencia. No entendía las razones por las cuales la manada hermano Gris quiera lastimar a mi mate, pero dejaría claro ante toda mi gente que la protegería incluso en tierras enemigas. —Recibí un mensaje del chaman de los bosques del sur —empezó la conversación mi abuelo —. Asegura que uno de los nuestros se atrevió a pisar sus tierras y no solo eso ataco a uno de sus lobos, tiene la certeza de que es de rango superior. —Eso es imposible —intervin
CAPÍTULO 8 BABI Había leído el libro rojo minuciosamente, el mundo de los hombres lobos había existido en la tierra después de que una hechicera maldijera a un individuo que asesino a su hija en el bosque, según la leyenda aquella mujer hechizo al hombre con una poción mágica hecha con la sangre de un lobo salvaje, pretendía que ese ser despreciable que había robado la vida de su inocente hija al consumir aquella pócima sufriera una muerte espantosa, pues su hechizo era dirigido para que la sangre del animal envenenara la sangre del perverso hombre y sufriera más que nadie en el mundo antes de morir, sin embargo el brebaje actuó de forma diferente convirtiendo al hombre en un lobo gigante, con músculos exagerados y dientes tan filosos como la punta de una aguja, la bestia arranco la cabeza de la bruja y desapareció en el bosque convirtiéndose en un ser mítico y oscuro. Nunca en la vida hubiera imaginado que esta historia fuera real, que aquellas bestias convivían como humanos en n
CAPÍTULO 9BABISenté mi cuerpo mareado, no entendía dónde estaba, la confusión aumento cuando note que llevaba un vestido blanco semi transparente sin ropa interior, me levanté inmediatamente de aquella enorme cama con espaldar de cuero negr*o, en busca de mi ropa ¿Qué estaba sucediendo?, me preguntaba mientras abría y cerraba gavetas, desde el espejo me sorprendió una figura femenina que me miraba atentamente desde la puerta, una mujer de mediana edad con grandes y tiernos ojos azules, cabellos rubios, nariz respingada que revelaba firmeza y carácter, la hermosa mujer sonrió levemente.—¿Quién es usted? —pregunte temblorosa —. ¿Dónde estoy? ¿Dónde esta mi ropa?—Respira, estas a salvo —dijo acercándose lentamente —. Eres hermosa —comentaba rondando mi cuerpo en círculos —. Ven tomando mi mano con su tibia y delgada mano, apretando un poco cuando intente zafarme.Arrastro mi cuerpo con fuerza hasta otra habitación, una un poco oscura, donde encendía veladoras para iluminar la tiniebl
CAPÍTULO 10 BABI La bruja Mabí salvo mi vida por segunda ocasión aquella noche, de no haber llegado a tiempo a la mansión de Kay Silvert el embrujo de aquel hombre lobo me hubiera hecho cometer una locura, no había tenido control de mi cuerpo mientras el acariciaba mi piel, no podía negar que era guapo y que su presencia me consumía de una forma inexplicable, pero no deseaba acostarme con un hombre que apenas conocía y mucho menos sabiendo que es un ser mítico que ni siquiera sabía que existían. Iba en silencio mientras ella conducía, analizando todo lo que había sucedido en esta fría noche, las decisiones iban y venían en mi cabeza. —Estas muy callada —dijo mientras me miraba de re ojo —. ¿Qué sucedió en casa de Kay? —pregunto inquieta. —Pensé que deseaba abusar de mi —volteando lentamente para mirarla —. Pero resulta que me confeso que soy su mate, que me busco por años y que desea marcarme en una ceremonia lunar ¿Qué otras locuras suceden en este pueblo? —¿Su mate? —frenando d
CAPÍTULO 11 KAY La guerra en Ponville había iniciado, los tratados entre ambas manadas se habían roto cuando la manada Raksha rompió las reglas de pisar territorio enemigo para rescatar a una humana que ellos intentaban asesinar, además de traer a nuestras tierras a los hijos de Gerardo, entre ellos el futuro Alfa de la manada hermano gris. Los ancianos de nuestra manada se encontraban molestos e intentaban cuestionar mis decisiones. —¿Quién es el Alfa padre? —pregunte caminando con ligereza por el salón donde se encontraban los ancianos —. RESPONDAN. —Eres tu Kay, pero eso no significa que te pasaras por el hocico todos los años de historia y esfuerzo que los hombres que tienes sentados frente a ti hicieron en el pasado con el único motivo de encontrar paz —respondió mi abuelo, levantándose de su silla. —¿Paz?, le llamas paz a un grupo de cobardes que le temían a enterrar sus colmillos a los indios de los bosques del sur —refute señalándolos —. Nos encontramos en una nueva gener