Podemos escucharlos, verlos, ayudarlos cuando es necesario, pero ustedes muy pocos nos notan. Hemos tenidos muchos nombres, hemos estado en muchas partes del mundo. Hemos asesorado a los grandes personajes de la historia, pero nos gusta estar en incógnito. No nos gusta llamar la atención, cuando llamaos la atención se malinterpreta de muchas maneras y el rumbo de lo que queríamos trasmitir nunca llega ileso. Es por eso que nos mantenemos en la sombra. Tratamos de ayudarlos y guiarlos pero desde nuestro plano. Esto no quiere decir que sacaremos de su vida el dolor que han pasado, la vida se trata de decisiones, y a veces esas decisiones nos traen consigo enseñanzas que pueden ser dolorosas.Pero eso también lo has decidido tú. Estamos contigo cuando decidiste venir, en dónde decidiste venir, a quién conocer, qué hacer y cómo morir. Estuvimos contigo cuando decidiste como eres, y lo que decidiste aprender y sanar. Estaremos contigo siempre, porque aunque creas que somos distintas
La primera vez que soñé con él fue comenzando la universidad. Al principio pensé que solamente se resumía a eso, sueños. Nada más. Pero después de un mes de verlo cada noche, de oírlo, de saber cómo se sentía, que podía saber cuáles iban a ser sus decisiones con solo intuirlas; me asusté. Muchísimo. Llegue hasta pensar que estaba en una brujería.¿Cómo y porqué me sucedía esto? ¿Por qué a mí?Aún no sé la respuesta y eso que he intentado buscarla. Aunque admito que buscar en Google lo que me pasaba tampoco era de ayuda. Nunca se fíen de Googl
Miro y trato de entender lo que el profesor deSociologíaestá anotando en la pizarra y de inmediato lo copio en mi cuaderno para así tener notas sobre la clase y dar un excelente parcial. O esa es la intención. Estoy en la universidad y por poco que llego tarde. Tengo un hambre feroz porque no pude desayunar en casa por haberme despertado mucho después de lo que mi alarma humana lo hizo.Tuve que salir tan deprisa que si me ponía a hacer comida sabía que no iba a llegar a la universidad y tenía que hacerlo, esta clase es importante. Estamos estudiando el funcionamiento de la sociedad y cómo ha cambiado a lo largo de los años y por qué esto afecta a los individuos tanto emocional como físicamente. Es un tema que me emociona much
—Me siento como si tuviera un vacío en el pecho.... Es cómo.... Si me hubieran roto el corazón. Me duele el corazón—trata de explicar él. Mi chico de los sueños. Mi chico pelirrojo de los sueños—.Me siento traicionado. Me siento decepcionado. Es... no sé. No sé qué es. Humillado... Me siento tonto, como si me vieran la cara de estúpido. Me siento... muy dolido, de una extraña manera.Estamos en una oficina. Estoy sentada en un sillón que está al frente de un escritorio, a lado de mí se ubica otro sillón que lo ocupa su amigo pelinegro. No me sé ninguno de sus nombres, por eso puedo diferenciarlos solo por el color de sus cabellos.
— ¡El rímel! —grita exasperada Paola.— ¡En el estuche que está en mi cama! —le ayudo, como siempre ella ni se acuerda donde deja las cosas.— ¡Muchas gracias! Has salvado mi cordura y mi súper mega nota en la exposición de hoy— escucho sus pasos hasta mi habitación.—Esa se perdió hace tiempo. Y debes de saber que no puedes dejar tirado en cualquier lugar los maquillajes, siempre pasa esto cuando tienes exposición o algo importante — la regaño. —Debes de ser más ordenada con eso.—Hagamos un trato, tú ten los maquillajes en tu cuarto y yo cuando los necesite solo llego hasta
— ¡Tienes que creerme! ¡¡Era él!! ¡¡Era su voz!!—exclamo por quinta vez.— ¿Y entonces por qué yo no lo escuché?— replica ella.— No... no lo sé.— titubeo.—Pero yo no lo escuché y cuando cruzamos, él solo no estaba— murmura, viéndose triste —. Si te llama, y por tú nombre, ¿entonces por qué se fue sin hablar? No tiene sentido, no es lógico.—Tenemos que ir a ese hotel y preguntar por él, ¿verdad? No sucedería nada—sugiero, ignorando su pregunta.— ¡Alto ah&iac
— ¿Ha reaccionado a más fotos tuyas? ¿Te escribió un mensaje? ¿Te dejó algo en el muro? — me pregunta—. Déjame decirte que te vez bellísima en una foto que subiste. Ésa que te saqué cuando fuimos a la playa. Aun suspiro por lo del sueño— cierra sus ojos y suspira con cariño, se toma de las manos y se balancea.—No. Sólo le diomeencantaa mi foto de perfil. Esperé que me escribiera, pero no lo hizo. Y como no soy tan valiente, yo no escribí tampoco. Pero tranquila, como buena amiga tuya, aprendí a ser una muy buena investigadora.— ¡Esa es mi amiga! — me felicita—. ¿Qué encontraste?
—No—indica Christian—: Somos heterosexuales, Paola. Puedes estar tranquila sobre eso.—Súper heterosexuales— remarca Thomas— Amamos a las mujeres, las adoramos. Son lo mejor del mundo— continúa. Paola ríe muy satisfecha, mientras yo me muero de la vergüenza.—Paola, existe algo que se llama privacidad— la amonesto—. No puedes solo preguntar cosas que no te incumbe.Paola resopla:— ¡Pero era una pregunta inofensiva! —Se excusa—. Verás, hay que saber estás cosas de primera mano, y que mejor que ellos—los señala—, son perfectos para responder. No querrás que pregunte a tercer