ChristianEl sonido de las risas en el lugar me distrae un poco.— No contesta — dice Thomas. — ¿Aló? — escucho en mi celular. — Camila, ¿donde estás? — le pregunto. — En casa — se escucha un bostezo —, estaba dormida. Tuve un sueño bonito. — Thomas y yo nos preguntábamos si podíamos ir hasta allá, queríamos hablar de algunas cosas. — Si claro, ya saben el camino. — Está bien, nos vemos en un rato.Cuelgo la llamada.— Vamos — le digo a Thomas. Nos levantamos de la mesa, observo por una última vez la vista que ofrece, para irnos hasta la salida. Pero antes, nos detiene el anfitrión. — Espero que la estadía haya sido de su agrado. — Estuvo espectacular, la comida, las bebidas y el ambiente eran muy agradables — responde mi amigo. — Me alegra oírlo. — nos sonríe —. Les voy a dar un consejo. Las vidas que vivimos nos enseñan algo, nos ayudan a sanar algo. Por lo que recomiendo que busquen que es eso que deben de sanar y aprender, perdonar y soltar lo que no nos hace bien. Bien p
— Hermano. Me doy la vuelta.— Hermano. Abro mis ojos. Los entrecierro un poco para acostumbrarme a la luz que ingresa. Tan brillante y dolorosa a la vez. — Hermano, ya es casi la hora de irnos — repite mi hermano menor, mientras me ayuda a incorporarme. Lleva puesto su traje marrón favorito, menos mal. Es el que tiene que usar, me hizo caso.— ¿Irás sin la corbata? — le pregunto. Me asiente en respuesta. — El que tiene que lucirse eres tú, si me pongo corbata lamento decirte que tu prometida va a desear casarse conmigo en cambio. — bromea. Me río de sus ocurrencias. Lo dice en broma sólo para distraerme, sabe cuanto pedí por este compromiso. — Madre ha querido que uses el traje azul oscuro, pero le expliqué porque el negro — me asusto, no debe de decirle de mi sueño. — Tranquilo, le dije que es para verte más atractivo ya que el negro hace resaltar el aura de misterio a tu alrededor. Todos lo saben. Me tranquilizo. Mi sueño. — Al llegar tenemos que pasar un tiempo con ell
He escuchado muchas cosas a lo largo del tiempo. Algunas ciertas, otras no tanto. Todo tiene su parte de verdad. Todo tiene su parte de mentira. Ha habido muchos eruditos que han estudiado la vida, o mejor dicho, las vidas. Las culturas a veces lo detallan en silencio, pero siempre sobresale. Algunas cosas que escuche es que se dice que venimos a aprender, por eso cada conexión que tenemos a lo largo de nuestra vida es para aprender de eso. De alguien. De algo. Conseguimos almas viejas que nos enseñan de más, como almas nuevas que nos toca enseñar a nosotros. Somos seres conectados por algo superior.Somos un montón de seres llenos de ganas de aprender. Pero aveces es necesario la intervención de algunos de nosotros para ayudarlos. Mi trabajo es ayudar a los que se me han encomendado específicamente, o quienes me encuentran. Aquellos que tienen dolores desde hace mucho tiempo, aquellos en dónde de alguna forma impacte en su vida. Ayudarlos a superar aquello que no recuerdan,
UNA PROMESA NO ES UN CONTRATO CON TU NOMBRE AL FINAL NI UN ACUERDO VINCULANTE SINO ALGO DISTINTO. DURA MIENTRAS MANTIENE VIVA TU ALMA... D. C..comenzamos está segunda parte con mucha emoción. Quiero agradecer a todos su paciencia, ya que me ha costado terminar esta parte. No tenía intención de hacer dos partes pero la historia tomo su propio curso y se extendió más de lo que debería. (si señores, son mis personajes pero no me hacen caso) así que, bienvenidos, estaremos conociendo a otros personajes que me tienen emocionada. Más maestros, y más de sus vidas. aún falta mucho por explorar.
Podemos escucharlos, verlos, ayudarlos cuando es necesario, pero ustedes muy pocos nos notan. Hemos tenidos muchos nombres, hemos estado en muchas partes del mundo. Hemos asesorado a los grandes personajes de la historia, pero nos gusta estar en incógnito. No nos gusta llamar la atención, cuando llamaos la atención se malinterpreta de muchas maneras y el rumbo de lo que queríamos trasmitir nunca llega ileso. Es por eso que nos mantenemos en la sombra. Tratamos de ayudarlos y guiarlos pero desde nuestro plano. Esto no quiere decir que sacaremos de su vida el dolor que han pasado, la vida se trata de decisiones, y a veces esas decisiones nos traen consigo enseñanzas que pueden ser dolorosas.Pero eso también lo has decidido tú. Estamos contigo cuando decidiste venir, en dónde decidiste venir, a quién conocer, qué hacer y cómo morir. Estuvimos contigo cuando decidiste como eres, y lo que decidiste aprender y sanar. Estaremos contigo siempre, porque aunque creas que somos distintas
La primera vez que soñé con él fue comenzando la universidad. Al principio pensé que solamente se resumía a eso, sueños. Nada más. Pero después de un mes de verlo cada noche, de oírlo, de saber cómo se sentía, que podía saber cuáles iban a ser sus decisiones con solo intuirlas; me asusté. Muchísimo. Llegue hasta pensar que estaba en una brujería.¿Cómo y porqué me sucedía esto? ¿Por qué a mí?Aún no sé la respuesta y eso que he intentado buscarla. Aunque admito que buscar en Google lo que me pasaba tampoco era de ayuda. Nunca se fíen de Googl
Miro y trato de entender lo que el profesor deSociologíaestá anotando en la pizarra y de inmediato lo copio en mi cuaderno para así tener notas sobre la clase y dar un excelente parcial. O esa es la intención. Estoy en la universidad y por poco que llego tarde. Tengo un hambre feroz porque no pude desayunar en casa por haberme despertado mucho después de lo que mi alarma humana lo hizo.Tuve que salir tan deprisa que si me ponía a hacer comida sabía que no iba a llegar a la universidad y tenía que hacerlo, esta clase es importante. Estamos estudiando el funcionamiento de la sociedad y cómo ha cambiado a lo largo de los años y por qué esto afecta a los individuos tanto emocional como físicamente. Es un tema que me emociona much
—Me siento como si tuviera un vacío en el pecho.... Es cómo.... Si me hubieran roto el corazón. Me duele el corazón—trata de explicar él. Mi chico de los sueños. Mi chico pelirrojo de los sueños—.Me siento traicionado. Me siento decepcionado. Es... no sé. No sé qué es. Humillado... Me siento tonto, como si me vieran la cara de estúpido. Me siento... muy dolido, de una extraña manera.Estamos en una oficina. Estoy sentada en un sillón que está al frente de un escritorio, a lado de mí se ubica otro sillón que lo ocupa su amigo pelinegro. No me sé ninguno de sus nombres, por eso puedo diferenciarlos solo por el color de sus cabellos.
Último capítulo