Cuatro años después:Moscú:Alexis Verla girar y trazar piruetas sobre el escenario se ha convertido en mi pasatiempo favorito.La motita y yo, ambos tenemos ya veinte años y en lo que soy un sicario temido en todo el mundo y el próximo Padrone de la mafia italiana, ella ha ascendido dentro del ballet Bolshoi, hasta convertirse en una de sus primas ballerinas.Tengo que confesar, que verla darzar con tanta gracia y belleza siempre me remonta a la primera vez que la vi. La primera vez que realmente fantaseé con ver sangrar a otro ser humano.Y hoy, casi quince después, puedo asegurar que siento la misma atracción hacia ella que sentí entonces.Amy:—Por aquí, señorita Cuellar — solicitan los fotógrafos una y otra vez, mientras lanzas el flash de sus cámaras directamente a mi cara. —La compañía de teatro Bolshoi está sumamente orgullosa de anunciar, que la señorita Amy Cuéllar y un grupo celecto de nuestros mejores bailarines nos representará el próximo mes en el festival internaciona
Amy:ME despierto con un agudo dolor de cabeza y el estómago revuelto. Está oscuro y no alcanzo a ver nada.Durante unos segundos no recuerdo que ha pasado. ¿Bebí demasiado durante la conferencia de fiesta? Entonces mi mente se aclara y los acontecimientos de la noche anterior se cuelan en mí como si de un ciclón se tratase. Me acuerdo del beso y entonces… «Heinrich».Dios, ¿qué le ha pasado a Heinrich?Estoy tan aterrorizada que solo puedo quedarme ahí tumbada,temblando.Estoy acostada en una cama con un buen colchón, uno muy bueno, seguramente. Estoy tapada con una manta, miro debajo de la misma, y noto que mis ropas están en orden. Con una mano compruebo entre mis piernas. Para mi gran alivio todo parece normal. No hay humedad, ni dolor ni ninguna señal de que me hayan...Al menos por ahora.Me arden los ojos por las lágrimas, pero no rompo a llorar. Llorar no arreglaría mi situación actual. Necesito averiguar qué está pasando. ¿ Dónde estoy? ¿ Quien me secuestró? ¿Quieren matarm
Amy:Rompe el beso, y mientras yo parpadeo un par de veces para ver si esto es la realidad y no una cruel pesadilla, él da un par de pasos hacia atrás y se queda mirándome con una expresión rara. —No estás aquí como mi prisionera, motita — susurra.Y sé que mientes.—Ven— me ofrece su mano, pero me limito a no tomarla, se encoge de hombros y abre la puerta por la que yo quería salir hace unos minutos y ...¡Oh, no!Alcanzo a ver palmeras y una playa de arena blanquísima. Más allá hay una inmensidad de mar, azul y reluciente por la luz del sol.Todo es muy bonito y de aspecto tropical, muy diferente en todos los sentidos de la ciudad y del país en que creí estar.— ¡¿A dónde demonios me has traído?!— chillo.Él sale al porche, y señala a la hermosa playa con su mano.—Bienvenida a la isla privada que compré para tí. Creo que será un perfecto regalo de bodas. ***Tengo frío de nuevo, tanto frío que estoy temblando y sé que es por la ansiedad , ya que la temperatura de la casa ronda lo
Alexis:—¿Tres semanas, hijo? ¿No crees que es demasiado tiempo?—No,madre. Necesito descansar. Estoy agotado. —Oh, ya veo. Bueno, imagino que irás a la Ciudadela a visitar a Velkan y a tu tío Eván, están muy emocionados por un nuevo proyecto que ...—No. No quiero interrumpir a mi hermano, tal vez cuando regrese pase a visitarlo. —¿No me dirás dónde estás? ¿O a dónde irás?— No— respondo tajantemente, tá soy un hombre de veinte años, no un niñito que requiere permiso para todo — solo llamaba para hacerte saber que estaré incomunicado por tres semanas, que no te preocupes. Cuelgo y le entrego mi celular a uno de mis hombres. Él se encargará de llevarlo por un recorrido bastante interesante, para que si los mayores descubren que tengo a la motita en mi poder se les haga un poco difícil saber dónde estoy exactamente.Amy:ILa empleada viene y trae el almuerzo, también veo que ha traído algo de ropa para que me cambié. Eso me alegra, ya que he llevado puesto el albornoz toda la mañana
Amy:Aún no me puedo creer que me van a dejar campar a mis anchas por toda la casa. Hay cuchillos en la cocina. Podría robar uno y amenazar a la empleada con él en cualquier momento.Me siento muy tentada a hacerlo, aunque se me revuelva el estómago con la ideabde sangre y violencia.Quizá pronto lo lleve a cabo, pero tengo que esperar a conocer mejor este lugar.Estoy descubriendo algo interesante de mi personalidad.Parece que no apuesto por hacer las cosas a lo grande, sino que me fijo en los pequeños detalles aparentemente insignificantes.Sí, bueno, puede que yo sea hija del Líder de la mafia española, pero mi padre no me crió para ser una criminal. Es irónico. Mi voz interior, fría y racional, me dice que necesito un plan, estudiar una forma de salir de la isla, antes de intentar hacer nada.Atacar a Katya ( que así se llamaba la sirvienta) en ese momento, sería una acción estúpida.Podría acabar encerrada o algo peor.No, este plan es mejor. Debo dejar que piensen que soy inofe
Amy: A la mañana siguiente me despierto temprano y bajo a la cocina , pasando gran parte de las horas sentada a la encimera, viendo cómo Katya prepara el desayuno y llena una canasta que el " el amo" le pidió. Es muy competente, muy eficaz. Pasar tiempo con ella hace que me distraiga y no piense en que Alexis anda rondando por ahí.—¿Vendrás con nosotros a la playa?—Cielos, no —me responde, riendo—. Debo quedarme para cocinar el almuerzo, ustedes regresarán cansados de su paseo, seguramente. Además, el amo quiere pasar tiempo a solas contigo.—¿Por qué? ¿Realmente cree que estamos en una relación o algo así?Katya palidecer notablemente. —El senorito Alexis no es de salir con alguien.—Eso es obvio —respondo en un tono muy sarcástico—.¿Para qué vas a molestarte en salir con una chica si puedes secuestrarla y convertirla en tu rehén?—No seas ridícula —me reprende ella, rápidamente—. ¿De verdad crees que el amo necesita forzar a las mujeres? Ni siquiera tú puedes llegar a ser tan
Amy:—Estoy preocupada por mis padres— susurro durante el almuerzo.El detiene lo que estaba haciendo y me mira con los ojos entrecerrados.—Es cierto que no hablaba con ellos con frecuencia y que no tenía equipo de guardaespaldas, pero cuando pasé más tres días sin regresar a casa, mi casero sabrá que alho anda mal conmigo y los contactará. Quizá puedo llamarlos y…—No.Por el tono de voz que emplea, no puedo rebatirle la respuesta. —Yo mismo contactaré con ellos. Me trago mi decepción. —¿Qué les vas a decir?—Que estás viva y que te encuentras en perfecto estado. Pasando un tiempo de calidad, conmigo. —Pero… —intento no ahogarme con mi propia saliva, contactar a mis padres u pedirles que me rescaten era una de mis últimas opciones—. no te creerán…—Lo harán — intenta tomar mi mano, pero la alejo. —Puedes confiar en mí.¿Confiar en él? Ya, claro que sí.—¿Por qué me haces esto? —pregunto con frustración—. ¿Lo haces porque nuestros padres nos comprometieron? Sabes que eso no te oblig
Amy:Me despierto lentamente, sintiendo el cosquilleo de mi cabello en el rostro, después, el calor del sol en el brazo que tengo destapado. Por un momento, mi mente está flotando en ese limbo suave y cómodo entre el sueño y el insomnio, entre el sueño y la realidad.Mantengo los ojos cerrados, sin querer despertar del todo, porque la sensación es muy agradable.Ahora me doy cuenta de que huele a tortitas, olor que proviene de la cocina.Mis labios se curvan y sonrío. Es fin de semana y de seguro mi madre quiere consentirnos cocinando para nosotros. Solo hace tortitas en ocasiones especiales y a veces porque le da por ahí.El pelo me vuelve a hacer cosquillas y sin ganas muevo el brazo para quitármelo de la cara. Ya estoy más despierta y el calor que sentía se disipa y lo sustituye esa sensación de fatalidad. «No, por favor, que no sea real. Por favor, que sea una pesadilla».Abro los ojos.No es un sueño. Sigue oliendo a tortitas, pero no puede ser mamá quien las esté haciendo.Esto