Amy:—Estoy preocupada por mis padres— susurro durante el almuerzo.El detiene lo que estaba haciendo y me mira con los ojos entrecerrados.—Es cierto que no hablaba con ellos con frecuencia y que no tenía equipo de guardaespaldas, pero cuando pasé más tres días sin regresar a casa, mi casero sabrá que alho anda mal conmigo y los contactará. Quizá puedo llamarlos y…—No.Por el tono de voz que emplea, no puedo rebatirle la respuesta. —Yo mismo contactaré con ellos. Me trago mi decepción. —¿Qué les vas a decir?—Que estás viva y que te encuentras en perfecto estado. Pasando un tiempo de calidad, conmigo. —Pero… —intento no ahogarme con mi propia saliva, contactar a mis padres u pedirles que me rescaten era una de mis últimas opciones—. no te creerán…—Lo harán — intenta tomar mi mano, pero la alejo. —Puedes confiar en mí.¿Confiar en él? Ya, claro que sí.—¿Por qué me haces esto? —pregunto con frustración—. ¿Lo haces porque nuestros padres nos comprometieron? Sabes que eso no te oblig
Amy:Me despierto lentamente, sintiendo el cosquilleo de mi cabello en el rostro, después, el calor del sol en el brazo que tengo destapado. Por un momento, mi mente está flotando en ese limbo suave y cómodo entre el sueño y el insomnio, entre el sueño y la realidad.Mantengo los ojos cerrados, sin querer despertar del todo, porque la sensación es muy agradable.Ahora me doy cuenta de que huele a tortitas, olor que proviene de la cocina.Mis labios se curvan y sonrío. Es fin de semana y de seguro mi madre quiere consentirnos cocinando para nosotros. Solo hace tortitas en ocasiones especiales y a veces porque le da por ahí.El pelo me vuelve a hacer cosquillas y sin ganas muevo el brazo para quitármelo de la cara. Ya estoy más despierta y el calor que sentía se disipa y lo sustituye esa sensación de fatalidad. «No, por favor, que no sea real. Por favor, que sea una pesadilla».Abro los ojos.No es un sueño. Sigue oliendo a tortitas, pero no puede ser mamá quien las esté haciendo.Esto
Amy:Una hora más tarde, regreso con sigilo a la cocina.Katya no está.Es demasiado pronto para preparar la cena y ya comimos el almuerzo.No llevo puestos los zapatos para minimizar el ruido. Miro a mi alrededor con cautela, abro uno de los cajones y saco un gran cuchillo carnicero. Le paso el dedo y veo que está afilado.Un arma. Perfecto.Como el vestido que llevo puesto tiene un cinturón pequeño, lo utilizo para atarme el cuchillo en la espalda. Es una funda muy rústica, pero sujeta el cuchillo en su sitio. Espero no cortarme el trasero con la hoja, pero si lo hago, valdrá la pena correr ese riesgo.Un gran jarrón de cerámica es mi siguiente adquisición. Pesa lo suficiente para que apenas pueda levantarlo por encima de la cabeza con los brazos. No hay cráneo humano que pueda aguantar esto.Una vez que tengo las dos cosas, voy a buscar a Katya. La encuentro en el porche, con un libro, acurrucada en un cómodo sofá exterior, disfrutando del aire fresco y de las bonitas vistas al océa
Yannek:—¿Has sabido de Alexis?— interrogo. Viktoria comprime sus labios y comprendo que algo no está bien.—¿Qué sucede?¿En qué problema se ha metido ahora?—Nuestro hijo fue a por la chica— dice, y sus palabras no explican mucho, pero comprendo perfectamente.—¡Demonios!— mascullo— ¿Cuándo? ¿lo sabe ya el español?—No. Pero es solo cuestión de tiempo para que den cuenta.—¿ Dónde están?—No tengo ni la menor idea. En la grabación se ve claramente que él...— se humedece los labios, y traga en seco— la secuestró y la subió a su coche hace una semana. Elevo las cejas.Viktoria:—En el fondo, no me sorprende. Sabíamos que algo así iba a suceder tarde o temprano. La chica era una tentación que el no podía resistir— me lanza una dentellada y sonrío— yo también sé lo que se siente...Jadear de pasión por una mujer y que ella no te haga caso. Es frustranteMe toma de la cintura y tira de mí, pegando sus labios a mi cuello y robándome un jadeo.—No es momento para esto, oh...—gimo, cuando mu
Alexis: Cuelgo el celular y lo aprieto fuertemente entre mis dedos. ¡Joder!—¿Qué ocurre?— me interroga Hero, contemplando la expresión en mi rostro. —Problemas con mi prometida— mascullo.Mi primo comprime sus labios y yo cuento hasta doscientos en un intento por controlar mi ira.—¿ Qué sucedió ahora? Volvió a interesarse por otro hombre? —No.Hero contempla su reflejo en el espejo y se acomoda la pajarita al cuello. —Si escucharas mis consejos hace tiempo la tendrías comiendo de mano. Ruedo los ojos.—Mira quien habla— me burlo—te has casando hoy porque Lin tomó la iniciativa , de lo contrario...Hero me da un codazo, pero nos reímos juntos.—Ya, en serio. ¿ Qué sucede con tu chica?—Se ha escapado Hero me mira con los ojos desorbitados y yo le devuelvo una mueca.—¿Y entonces qué estás haciendo aquí?— me interroga —se supone que el objetivo del secuestro es que pasen tiempo juntos, ¿no?—En cuánto termine tu fiesta me regreso con ella. De todas firmas en la isla no hay mucho
Amy:Sus palabras me dejan paralizada.De todos los posibles escenarios que había imaginado en mi mente, este no era uno de ellos. Con rapidez, tomo el sobre y lo abro.Es cierto, dentro enta la copia de nuestro contrato de compromiso que mi padre y su abuelo le hicieron firmar, arrugo el entrecejo y desvío la mirada para observarlo. Achinando los ojos, porque no me lo creo del todo.—¿Qué pedirás a cambio?— interrogo con un nudo en la garganta.El permanece en silencio por unos segundos y y luego lo escucho susurrar:—Solo quiero que pases la noche conmigo.Sus palabras me hacen sudar frío.—¿Quieres...?— me atraganto— ¿ me estás diciendo que quieres tener sexo conmigo?Me recorre con su mirada, muy, muy lentamente, y eso solo consigue que se me ponga la carne de gallina.—Si— responde— mañana mismo vendrá el jet a llevarte de vuelta a Rusia. Solo quiero...—Sí, acepto — lo interrumpo —si ese el precio que tengo que pagar por qué me dejes ir y por nunca más tener volver a tu cara, ac
Amy:Mi comportamiento, en parte, es una decisión racional, colaborar para evitar el dolor fue una acción premeditada. Lo que está pasando es tan surrealista que no termino de procesarlo. Es como si estuviese viendo una obra de teatro o una película. No puede ser que me esté pasando esto. No puedo ser yo la chica a la que él ha intentado asesinar, ha drogado y secuestrado y que ahora permite que su secuestrador la toque y manosee por todas partes.Pero así es ... Los dos estamos tumbados de lado, uno frente al otro. Noto sus manos sobre mi piel. Son un poco ásperas y están encallecidas; pero su tacto ya no se siente frío, sus manos son cálidas en contacto con mi piel caliente .Son fuertes, aunque ahora mismo no está empleando la fuerza. Podría doblegarme con facilidad, como ha hecho antes, pero no hace falta; no me estoy resistiendo. Estoy flotando en una neblina confusa y sensual. Me vuelve a besar y me acaricia el brazo, la espalda, el cuello, el muslo... Su roce es suave per
Alexis:—Señor, reconsidérelo, si deja que la muchacha se vaya...— susurra Katya, formando en palabras lo que ya sé.—He tenido suficiente — mascullo, sentado a la mesa de la cocina.—Pero, Señor...si tiene un poco más de paciencia, si la retiene por unos días más ...— insiste Katya — de seguro logrará que ella...—No. Planeé mantenerla aquí por un par de semanas más pero ahora sé que será en vano. Ella necesita regresar a su vida, a sus ensayos, a los escenarios del mundo y yo ...Katya se arrodilla ante mí, apretando mi rodilla fuertemente.—Señor, usted ama a la chica— susurra apenada por mí.—Así es, pero el sentimiento no es correspondido y no quiero forzarla a nada más. Ya ha tenido suficiente. Si continúa intentando escapar podría lastimarse de gravedad y no me lo perdonaría. Es momento de dejarla ir. A lo mejor escucho el sonido característico del jet aterrizando y me pasó la mano por el pelo. Después de que tuvimos sexo ella cayó dormida y yo tomé una ducha para luego pasarm