Después de una hora de vuelo y de recorrer un sendero de piedra, la camioneta se detuvo frente a una enorme casa estilo cabaña rústica. Aunque más pequeña que el palacio del supremo, era realmente hermosa.—Bienvenida a la manada Lucero del alba —le dijo Elijah a Marlen antes de extender su mano para ayudarla a desmontarse. Al pararse junto a él, vio a muchas personas, las cuales inclinaron las cabezas.Al escuchar las murmuraciones, Marlen abrió los ojos sin saber si alzar una mano para saludar a esas personas que la veían fijamente, o si inclinarse igual que ellos.—Es humana—escuchó entre los murmullos mientras caminaba junto a Elijah. —Es muy pequeña, ¿cómo pudo tener al hijo del supremo cuando se nota que es débil?— seguían las murmuraciones, y Elijah la miraba de reojo con una pizca de diversión.Cuando entraron a la casa, Marlen se quedó sin aliento al ver a 7 hombres saltar encima de Elijah en un abrazo grupal, y todos los llamaban hermano. Todos tenían ciertos rasgos idéntico
Elijah se paró amenazante, con mandíbula apretada mientras sus ojos brillaban.—Supremo, nuestro hermano tiene razón, esa humana tuvo a tu hijo y es un milagro, lo aceptamos y nos sorprendemos, pero, no solo nosotros como alfas estamos en contra de tu decisión, sino todos. En todas las manadas se protesta —expresó uno con voz grave.Marlen, ya no soportaba escuchar a escondidas, e incómoda salió de la casa, su andar mostraba irritación, mientras una mueca de frustración se dibujaba en sus labios.—Si tan solo pudiera mostrarle que no soy lo que consideran —murmuró expulsando el aire, porque a pesar de todo le molestaba que hablaran así de ella.—No todo puede ser perfecto — seguía murmurando cuando de repente una mujer muy parecida a la luna de esa manada, se acercó a ella. —¿Así que eres esa mujer? Has creado un gran alboroto entre los lobos. Marlen la observó de arriba abajo, con el ceño fruncido.—¿Quién eres? — le preguntó desconfiada, y la loba sonrió.—Soy Rosana, cuñada del a
—¡Ven a lavar los trastes! —escuchó Sabrina esta orden mientras se dirigía a la cocina con pasos lentos.—No, recuerden que ya no soy una criada doméstica, soy la doncella de la luna suprema. Ella ha dejado muy claro que solamente debo seguir sus órdenes y de nadie más —protestó otra voz. Sabrina supo de inmediato que se trataba de Nerea. Avanzó con determinación y al entrar a la cocina encontró a una mujer tirando del cabello de la chica, y a dos hombres con Thiago atrapado, quien emitía gruñidos amenazantes mientras forcejeaba por zafarse, pero parecía imposible.—¡¡Suéltenlos ahora mismo!!, ¡infelices del infierno! —voceó Sabrina totalmente fuera de sí, y ellos la miraron con cierta burla.—¿Si no lo hacemos qué hará? —la desafió la mujer que aún tenía el cabello de Nerea entre sus manos.Sabrina apretó los puños y dientes, sintiéndose impotente, pero en un momento su cabeza hizo clic, y en un movimiento rápido sacó su teléfono celular.—¿A quién llamaré primero, a la señora Alana
En el mismo instante en que Marlen atravesó el umbral de su aposento con Mateos acurrucado en sus brazos, se detuvo bruscamente al encontrarse frente a frente con dos mujeres de constitución atlética y músculos bien definidos que le bloqueaban el paso.—¿Qué significado tiene esto? —les preguntó, alzando el mentón para poder sostener la mirada desafiante que le echaban desde lo alto.—Luna, no puede salir del palacio —la voz de una de ellas resonó con una autoridad que no admitía discusión.Marlen rodó los ojos antes de tomar una profunda respiración.—Lo sé, iré a conversar con mi mamá. ¿Acaso no puedo hacer eso? —replicó con irritación y cruzó los brazos sobre el pecho, presa de una molestia que parecía cocerse en su interior, por lo que sentía como una restricción excesiva por parte de Elijah.—La acompañaremos.Acorralada por esa imposición, Marlen emprendió la caminata con pasos que retumbaban en el suelo.—¡Como quieran! —murmuró, y golpeteó el aire con una mano en un gesto de
—Ven, no te cortaré—. Elijah extendió su mano y ella dio un paso hacia él.—Ya sabes. Si lo haces, te daré un pescozón— titubeante, ella permitió que él la agarrara, y no pudo terminar su amenaza cuando sintió el filo cortar la palma de su mano.—Eres un desgraciado— su grito resonó en todo el salón, haciendo un eco qué hasta los guardias que estaban afuera se rieron divertidos.—Pulga, quédate quieta— la reprendió Elijah, apretando su herida para que las gotas de sangre cayeran en el interior de la copa. Cuando ella vio que la sangre que caía dentro de esa copa creaba un resplandor dorado que iluminaba todo el espacio, dejó de luchar.—Es hermoso— murmuró aturdida, alzando las cejas cuando Elijah se bebió el contenido de la copa, manteniendo los ojos cerrados mientras lo hacía, y se podían escuchar los gemidos que emitía, mientras que su cuerpo resplandecía en una luz verde mezclada con una sutil, pero casi invisible lila, que despertaba la curiosidad de todos.Luego, él se realizó e
Los alfas se postraron frente a Elijah.—Exigimos que rompa todo vínculo con esa bruja — habían clamado al unísono y ahora esperaban una respuesta.—¡No lo haré! — la voz de Elijah retumbó, tan poderosa que parecía hacer temblar los cimientos del lugar. Sus ojos brillaban con una intensidad desconcertante, desafiante, feroz. —Y el que quiera obligarme, que dé un paso al frente.Todos se miraron asustados, aunque temerosos, se mantenían firmes en sus reclamaciones. Sabían que desafiar la autoridad suprema les costaría la vida, pero estaban dispuestos a enfrentar ese destino con orgullo, sin permitir que el enemigo pisoteara su dignidad.Mientras tanto, Marlen sentía una liberación interna, como si las cadenas que aprisionaban su verdadera esencia se hubieran roto. En ese momento, su figura comenzó a transformarse con asombrosa magnificencia. Sus ojos verdes, antes mansos e inocentes, se tiñeron de un lila hechizante. Su piel, cual lienzo puro e inmaculado, se vio adornada con runas que
—Nunca vuelvas a pedirme que rompa nuestro vínculo —suplicó Elijah, bramando al mismo tiempo, soltando una lágrima solitaria que secó de inmediato con el dorso de su mano—. Eres mi luna destinada, no es decisión nuestra romper este lazo mágico, sino de la diosa. —Pero sin Mateo, este vínculo no tiene sentido. Alfa, devuélveme a mi bebé —Marlen estaba a punto de arrodillarse, pero al escuchar un llanto conocido que provenía de fuera del palacio, salió corriendo y vio a Caroline con Mateo en brazos, quien se dejó caer de rodillas. A Marlen, el espíritu le volvió al cuerpo; ni siquiera supo en qué momento dejó de respirar. Pero al arrebatar a su hijo de los brazos de la loba beta, tomó una bocanada para llenar sus pulmones del aire que le hacía falta, sin dejar de sonreír y llorar al mismo tiempo. Los guardias rodearon a Caroline de manera amenazante, y todos los que estaban en el interior del palacio salieron, atónitos. —Mi copito de nieve, ¿estás bien, amor mío? —le susurraba Marlen
«¡Sí, me estoy volviendo loca! Ahora ya no soy bruja, sino un híbrido», pensó Marlen con diversión.—Creo que tanta fantasía está afectando mis neuronas —soltó en un bufido, y de repente sus ojos resplandecieron en un verde eléctrico."Marlen, soy Glenny, tu lado gnomo"."Sí, y es alguien muy fastidiosa, con el cual odié enormemente compartir mi soledad. Durante nuestro encierro fue muy ruidosa", se quejó la otra voz, que Marlen ya podía diferenciar como su lado de bruja."No la escuches, Ivi es hostil, todo le molesta y nada le agrada. Además, está enfadada con madre por haberla sellado. Mejor ignórala", le recomendó Glenny con su tonalidad dulce y pausada."¡Déjenme en paz! Estoy muy confundida. ¿Un gnomo dentro de mí? ¿Es una broma? Eso significa que estoy cargando en mi interior a un enano de jardín ¡Esto sí que es pura locura!", gritó Marlen en su cabeza, y escuchó la risa burlona de Ivi."No soy un enano. Soy la que estuvo a tu lado siempre. ¿Recuerdas la luz verde que te prote