Donna.¿Por qué me siento tal liviana? Hace unos instantes me sentía muy pesada, como si algo me impidiera salir a flote, pero ahora... ese peso se ha ido casi en su totalidad ¿Por qué? No lo entiendo... ¿Qué está ocurriendo?Mi respiración es tranquila y suave, ya no estoy agitada, no tengo miedo. De entre la oscuridad veo un pequeño haz de luz, ilumina esta oscuridad tan espesa. Esto hace que me apresure a ese punto, desesperada y ansiosa por alcanzarlo, siento que estoy acercándome a la salida.Mientras más me acerco puedo escuchar una voz a la distancia, es la de un hombre, se me hace tan familiar, pero no consigo recordar de quien se trata. Esa voz crea en mí una sensación de protección, sanación, amor... es algo muy curioso ¿Cómo es que esa voz puede crear eso en mí? En especial porque no conozco al dueño de esa voz tan cálida y amable.Un inmenso alivio se apodera de mí, luego un montón de imágenes empiezan a pasar por mi mente. Lo que más destaca de todo son unos hermosos ojos
—Es bueno ver que lograste superar a la oscuridad, no cualquiera puede resistirla.—Y no lo hubiera logrado sin la ayuda de mi marido.Le explico al anciano que me ha hablado sobre lo que viví ahí, todos escuchan atentamente mi experiencia y se sienten impresionados por el fuerte lazo que tenemos Reese y yo. Dos de ellos me ayudan a sentarme, pero enseguida bajo la mirada haciendo que abra los ojos de par en par.—Cuando llegaste al templo, ya estabas embarazada.Mis manos se posan sobre mi vientre levemente abultado, es verdad que antes de viajar tenia mis sospechas, pero no pude hacerme una prueba de embarazo por el inesperado viaje al templo de Gaia. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios al ver mi vientre y lo acaricio con suavidad.—Le avisaremos a tu marido que estas bien.—No hace falta, seguramente ya debe venir para acá.Tal y como predije, Reese apareció en menos de diez minutos. Mi vientre abultado no es la única sorpresa que he tenido el día de hoy, ya que una enorme
Hemos hablado con Kenjiro y él ha invocado una junta con los dos líderes de los clanes, Reese les ha explicado la razón por la cual necesitamos a uno de sus herreros, ellos se muestran reacios a darnos a uno, gracias a Gaia, Kenjiro trató de persuadirlos, pero seguían sin mostrarse convencidos, así que tuvo que intervenir el ancestro de mi esposo, diciendo que nuestro clan es uno de los primeros y que hemos sobrevivido a la adversidad, que es verdad que ya no forman parte del templo de Gaia como hace siglos atrás, pero que seguimos siendo de los primeros clanes “Los hijos de Fenrir”. Al señor Björn si le hicieron caso y nos entregaron a uno de sus herreros más jóvenes cada respectivo clan. Con la ayuda conseguida, volvemos a Avalos. Con la llegada de los herreros al clan, tenemos otra problemática, encontrar una mina para extraer minerales y que puedan ponerse a trabajar, menos mal que mis abuelos se han ofrecido a ayudarnos, a cambio de fabricar armaduras para ellos también. Me parec
Reese.El día de la emboscada ha llegado, me siento muy ansioso, mi sangre de lobo está excitada, la idea de salir a cazar siempre ha provocado eso en mí. Estamos partiendo hacia el punto de encuentro cuando mi hijo se ha acercado a mí, diciéndome que espera que vuelva pronto y con bien a casa; pese a que es un niño de dos años, es bastante inteligente. Le dije que, en mi ausencia, él tiene que cuidar de su mamá y de su hermanito, sus ojos brillan, decidido a cumplir con su misión.Regresa a lado de su madre, feliz y lleno de vida, observo a mi esposa caminar de regreso a la casa, le está costando mucho trabajo mantenerse de pie ya que todavía sigue medio dormida. Apenas veo que la puerta de mi casa se cierra, retomo mi camino.Llegamos hasta nuestro destino y los guardianes de Gaia empiezan a crear trampas mágicas para paralizar a los acechadores; gracias a la ayuda de los ancianos del templo de Gaia y de mi ancestro, hemos logrado hacer que Rowan pueda separarse de Donna por mucha m
Luego Donny les cuenta lo que ella vivió y experimentó durante el ritual y de cómo nuestro enlace la ayudó a salir de esa soledad, luego les explico lo ocurrido con nuestra niña, que todo eso le ha afectado, pero que está a salvo de peligro. Ahora mismo todos se ven avergonzados por lo ocurrido y no es para menos.—Y-Yo... no lo sabía, no sé qué decir.—Obviamente no lo sabias, madre— Volteo a verla. —No era asunto tuyo ni de nadie saber lo que ocurre con nosotros como pareja y si por algo no hicimos nada público, fue por una buena razón— Me acerco y me planto frente a ella cruzándome de brazos. —Lo que menos necesitábamos era alterar a nuestra gente de forma innecesaria, además, tú no eres nadie para meterte en nuestros asuntos de pareja, Donna nunca ha dado pie a tener malos entendidos con nadie y me siento muy enojado además de decepcionado por lo que has hecho, no simplemente dañaste la reputación de la Delta de este clan, sino que también la acueste de adulterio frente a todo el
—Se escapó un acechador, le dije a los guardias que se quedaran vigilando al resto mientras Rowan y yo perseguíamos a fugitivo, para mi horror, se dirigía a nuestra casa— Habla demasiado rápido y de momentos se atora con las palabras. —Él estaba buscando a nuestra hija.... Reese... quería llevarse a nuestra niña.Donna se pone a sollozar de forma marga, llena de angustia y dolor. Luego me dice que entró antes a la casa que Rowan, empezó a perseguir al acechador por toda la casa y cuando estaba por llegar al cuarto de la niña se le abalanzo, pero sin problemas se la quitó de encima arañándole el rostro en el proceso, afortunadamente Rowan llegó a tiempo, enfrentándose a su compatriota. Él le gritó que tomé a la niña y se fuera, lo que obviamente ella hizo.—Quedate aquí, iré a ver que ha ocurrido.Asiente con la cabeza de forma enérgica mientras se tumba sobre uno de los sillones, menos mal que nuestro hijo se ha ido con las nodrizas. Corro hacia nuestra casa y antes de acercarme, veo
Todos nos sobresaltamos al oír eso, me giro hacia mi esposa y le digo que regrese a casa con los niños, pero ella se niega y me dice que piensa ir a ayudar, que no se quiere quedar de brazos cruzados, que estas personas han hecho mucho por nosotros y no va a abandonarlos ahora. Los ojos de Donna emiten esa chispa de fuerza, ella está decidida a ir, me gusta cuando se pone así, deja ver su lado guerrero. Organizo un grupo de guerreros, mi esposa ha dejado a los niños con su madre y la mía, materializo su arco, ambos nos volteamos a ver y una vez que todos estamos listos, nos dirigimos rápido al templo de Gaia, espero que lleguemos a tiempo, si ese templo cae, si todas esas personas desaparecen, habremos perdido mucho y estaremos muy lejos de ganar esta guerra, no podemos permitir que corrompan esas tierras. Apenas atravesamos el portal, el ambiente relajado y tranquilo que se sentía antes ha desaparecido por completo, escuchamos gritos de desesperación por todos lados, el cielo se est
Donna. De regreso en Avalos, me siento bastante aliviada de que volvimos en una sola pieza, pero también estamos hechos polvo, no solo por la pelea, sino también por todo lo que está ocurriendo cerca del templo de Gaia, porque si ese lugar cae, todos nuestros esfuerzos habrán sido en vano. Desde que dejamos al descubierto nuestra corrupción, hemos dejado de usar los anillos, es una pena que todo esto se haya tenido que sacar a la luz, pero como dice mi esposo, ahora forma parte de nosotros y no debemos avergonzarnos, ya que logramos liberarnos de ella. Noto que algunas personas nos miran raro, más a mí que a Reese, no les culpo, solo espero que no sea así siempre ni que esto afecte a nuestros siguientes hijos o cachorros. De lo cansada que estoy, he tomado mi forma animal y le he pedido a Reese que me cargue, no tengo ganas de caminar. Él me ha mirado de forma divertida, me tomó entre sus brazos y empezó a caminar hacia la casa. —¿Cuándo nos vamos de expedición? —Pensaba ir con Ga