Han pasado varios días desde que se han encerrado con Donna, nadie sale a decirme nada y estoy con los nervios a flor de piel, más con todas las emociones negativas que tiene, de momentos siento felicidad, pero es tan breve que podría pasar desapercibido. En este tiempo, hemos notado un cambio muy notorio en el ambiente, los guerreros se han puesto alertas... algo no va bien.Como todas las noches, me he quedado sentado en el pasillo frente a la puerta que me separa de mi esposa, no quiero apartar la mirada ni por un segundo, el lugar está en completo silencio o al menos así era hace unos momentos, ya que a la distancia escucho los pasos apresurados de alguien, miro en dirección al sonido y veo a un guerrero con la respiración agitada, noto varias gotas de sudor en su frente.—¡Acechadores atacan! — Grita con desesperación y tomando grandes bocanadas de aire.Enseguida me levanto de mi lugar y camino en su dirección, pero enseguida me detengo y miro por encima de mi hombro la puerta,
—Sé que Donna podrá salir de esto, ha demostrado que es fuerte y ha superado varios obstáculos sola, esta no es la excepción, confío en ella.Suelta una risa ligeramente sarcástica para después sentarse en el suelo, les he hecho una señal con la cabeza a Gabriel y Uriel de que se vayan, ellos no quieren dejarme solo con él, pero obedecen mis órdenes y se van. Una vez que estamos solos, también vuelvo a sentarme, contemplando el fuego.—Al menos tu confías en ella y la aprecias.—Si tanto la querías ¿Por qué la traicionate de esa forma?—Por imbécil— Responde en un tono jocoso y se empieza a reír. —Sé que es estúpido, pero.... cuando la corrupción empezó a tener efectos físicos en mí, vi como otras mujeres me miraban, mujeres que nunca antes se hubieran fijado en mí, eso me subió mucho el ego.—¿No te basto con la única mujer que se fijó en ti sin importar tu físico?—Es fácil para ti decirlo, tú tienes la atención de todas, eres el típico hombre que todas desean y quieren.—Y creeme,
Donna.¿Por qué me siento tal liviana? Hace unos instantes me sentía muy pesada, como si algo me impidiera salir a flote, pero ahora... ese peso se ha ido casi en su totalidad ¿Por qué? No lo entiendo... ¿Qué está ocurriendo?Mi respiración es tranquila y suave, ya no estoy agitada, no tengo miedo. De entre la oscuridad veo un pequeño haz de luz, ilumina esta oscuridad tan espesa. Esto hace que me apresure a ese punto, desesperada y ansiosa por alcanzarlo, siento que estoy acercándome a la salida.Mientras más me acerco puedo escuchar una voz a la distancia, es la de un hombre, se me hace tan familiar, pero no consigo recordar de quien se trata. Esa voz crea en mí una sensación de protección, sanación, amor... es algo muy curioso ¿Cómo es que esa voz puede crear eso en mí? En especial porque no conozco al dueño de esa voz tan cálida y amable.Un inmenso alivio se apodera de mí, luego un montón de imágenes empiezan a pasar por mi mente. Lo que más destaca de todo son unos hermosos ojos
—Es bueno ver que lograste superar a la oscuridad, no cualquiera puede resistirla.—Y no lo hubiera logrado sin la ayuda de mi marido.Le explico al anciano que me ha hablado sobre lo que viví ahí, todos escuchan atentamente mi experiencia y se sienten impresionados por el fuerte lazo que tenemos Reese y yo. Dos de ellos me ayudan a sentarme, pero enseguida bajo la mirada haciendo que abra los ojos de par en par.—Cuando llegaste al templo, ya estabas embarazada.Mis manos se posan sobre mi vientre levemente abultado, es verdad que antes de viajar tenia mis sospechas, pero no pude hacerme una prueba de embarazo por el inesperado viaje al templo de Gaia. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios al ver mi vientre y lo acaricio con suavidad.—Le avisaremos a tu marido que estas bien.—No hace falta, seguramente ya debe venir para acá.Tal y como predije, Reese apareció en menos de diez minutos. Mi vientre abultado no es la única sorpresa que he tenido el día de hoy, ya que una enorme
Hemos hablado con Kenjiro y él ha invocado una junta con los dos líderes de los clanes, Reese les ha explicado la razón por la cual necesitamos a uno de sus herreros, ellos se muestran reacios a darnos a uno, gracias a Gaia, Kenjiro trató de persuadirlos, pero seguían sin mostrarse convencidos, así que tuvo que intervenir el ancestro de mi esposo, diciendo que nuestro clan es uno de los primeros y que hemos sobrevivido a la adversidad, que es verdad que ya no forman parte del templo de Gaia como hace siglos atrás, pero que seguimos siendo de los primeros clanes “Los hijos de Fenrir”. Al señor Björn si le hicieron caso y nos entregaron a uno de sus herreros más jóvenes cada respectivo clan. Con la ayuda conseguida, volvemos a Avalos. Con la llegada de los herreros al clan, tenemos otra problemática, encontrar una mina para extraer minerales y que puedan ponerse a trabajar, menos mal que mis abuelos se han ofrecido a ayudarnos, a cambio de fabricar armaduras para ellos también. Me parec
Reese.El día de la emboscada ha llegado, me siento muy ansioso, mi sangre de lobo está excitada, la idea de salir a cazar siempre ha provocado eso en mí. Estamos partiendo hacia el punto de encuentro cuando mi hijo se ha acercado a mí, diciéndome que espera que vuelva pronto y con bien a casa; pese a que es un niño de dos años, es bastante inteligente. Le dije que, en mi ausencia, él tiene que cuidar de su mamá y de su hermanito, sus ojos brillan, decidido a cumplir con su misión.Regresa a lado de su madre, feliz y lleno de vida, observo a mi esposa caminar de regreso a la casa, le está costando mucho trabajo mantenerse de pie ya que todavía sigue medio dormida. Apenas veo que la puerta de mi casa se cierra, retomo mi camino.Llegamos hasta nuestro destino y los guardianes de Gaia empiezan a crear trampas mágicas para paralizar a los acechadores; gracias a la ayuda de los ancianos del templo de Gaia y de mi ancestro, hemos logrado hacer que Rowan pueda separarse de Donna por mucha m
Luego Donny les cuenta lo que ella vivió y experimentó durante el ritual y de cómo nuestro enlace la ayudó a salir de esa soledad, luego les explico lo ocurrido con nuestra niña, que todo eso le ha afectado, pero que está a salvo de peligro. Ahora mismo todos se ven avergonzados por lo ocurrido y no es para menos.—Y-Yo... no lo sabía, no sé qué decir.—Obviamente no lo sabias, madre— Volteo a verla. —No era asunto tuyo ni de nadie saber lo que ocurre con nosotros como pareja y si por algo no hicimos nada público, fue por una buena razón— Me acerco y me planto frente a ella cruzándome de brazos. —Lo que menos necesitábamos era alterar a nuestra gente de forma innecesaria, además, tú no eres nadie para meterte en nuestros asuntos de pareja, Donna nunca ha dado pie a tener malos entendidos con nadie y me siento muy enojado además de decepcionado por lo que has hecho, no simplemente dañaste la reputación de la Delta de este clan, sino que también la acueste de adulterio frente a todo el
—Se escapó un acechador, le dije a los guardias que se quedaran vigilando al resto mientras Rowan y yo perseguíamos a fugitivo, para mi horror, se dirigía a nuestra casa— Habla demasiado rápido y de momentos se atora con las palabras. —Él estaba buscando a nuestra hija.... Reese... quería llevarse a nuestra niña.Donna se pone a sollozar de forma marga, llena de angustia y dolor. Luego me dice que entró antes a la casa que Rowan, empezó a perseguir al acechador por toda la casa y cuando estaba por llegar al cuarto de la niña se le abalanzo, pero sin problemas se la quitó de encima arañándole el rostro en el proceso, afortunadamente Rowan llegó a tiempo, enfrentándose a su compatriota. Él le gritó que tomé a la niña y se fuera, lo que obviamente ella hizo.—Quedate aquí, iré a ver que ha ocurrido.Asiente con la cabeza de forma enérgica mientras se tumba sobre uno de los sillones, menos mal que nuestro hijo se ha ido con las nodrizas. Corro hacia nuestra casa y antes de acercarme, veo