―Bienvenidos al Norte. ―Kunak los recibió con su eterna sonrisa. ―Ven aquí, tía. ―Tiró de ella y la abrazó con fuerza. ―Bienvenida a casa. ―Huilén recibió gustosa el abrazo. ―Gracias. ―Susurró apartándose de él. ―Niños, colegas, este es mi sobrino, el alfa del Norte, uno de los mejores que existen.
―No te importa nada de lo que haga con mi vida. ―Se soltó de ese fuerte y posesivo agarre. ―Tú y yo solo somos dos lobos que no encuentran la manera de rechazarse uno al otro. ―Ladeó su sonrisa. ―Pero tranquilo, quizás yo la encuentre antes que tú. ―Amenaza, a eso sonó y Nahil lo supo, ¿Cómo va a co
―Suéltame, Nahil. ―Intentó separarse, su corazón va a explotar donde siga latiendo de esa manera. ―Nahil, ¡He dicho que me sueltes! ―Gritó al sentirse por los aires. ―¿Qué vas a hacer? ―Se alarmó al verse dentro de su cabaña. ―Nahil… ―El beso la calló, es un beso furioso. ―Cállate esa boquita. ―Gru
¡Un gran problema! Eso se había buscado Huilén por entrar en pánico en cuanto despertó, le borró la memoria a Nahil por miedo a lo que podría pasar, pero a pesar de eso, ya era completamente suya y los lazos son tan fuertes que Nahil no puede controlarse aun cuando no recuerda que ya la reclamó. ¿U
Emma quien ya conocía bastante a Huilén, no dejaba de hacerle notar lo mucho que Nahil la miraba, ya no era un secreto que él era su destinado, después de todo lo gritó en una discusión que ambos tuvieron por el comportamiento confianzudo de Hugo. ―¿Es a su cabaña que huyes todos los días? ―Huilén
Nahil, salió del lugar furioso y dolido, se siente patético y usado. ¿Cómo pudo ella jugar de esa manera con él? Ahora entendía muchas cosas y la furia incrementó mucho más. Pensó que ella lo consideraba como su igual, consideró que esa mujer usaría su poder con cualquiera, menos con él, por un mald
―Es una pesadilla. ―Aluhe mantuvo la barrera. ―¿Acaso algo en nuestra familia puede ser fácil?―No seriamos los mejores si fuera así. ―Kunak sonrió con arrogancia. ―Lo fácil no vuelve fuerte, querido tío. ―Le guiñó.―Bien, niños. ―Emma se pudo en pie. ―Los ancianos nos han iluminado con su sabiduría
Dolor, un agonizante, ardiente y descomunal dolor es lo que siente Huilén por la humillación que su destinado le hizo para que ella sintiera un poco de lo que él había sentido al darse cuenta de que le borró la memoria siempre que la hacía suya. Nahil la dejó sufrir por unos segundos y después le a