―Ser un amargado. ―Las risas de las chicas y los chicos lo fueron todo para Aluhe, realmente es feliz con esa mujer loca que tiene como pareja. La boda fue única, nadie se aburrió y absolutamente todos la disfrutaron. Rieron, lloraron, carcajearon y se emocionaron. La fiesta estaba en todo su apoge
―Oh, lo siento. ―Se disculpó Huilén al chocar con uno de sus compañeros. ―Estoy retrasada y sabes como son mis pequeños. ―El hombre le sonrió. ―No te preocupes, anda antes de que pongan el salón patas arribas. ―Huilén con una sonrisa en sus labios corrió, debe llegar cuanto antes o sus terremotos s
―¿De verdad? ―Por supuesto que sí, cielo. ―Aseguró. ―Lo verás por tus propios ojos. ―Besó su frente. ―Ahora, no te preocupes por cosas que no sabes, tal vez tu loba sea de lo más salvaje y peligrosa. ―Le guiñó. ―Anda, disfruta lo que queda del receso. ―La niña realmente feliz, se marchó para reunir
―Bienvenidos al Norte. ―Kunak los recibió con su eterna sonrisa. ―Ven aquí, tía. ―Tiró de ella y la abrazó con fuerza. ―Bienvenida a casa. ―Huilén recibió gustosa el abrazo. ―Gracias. ―Susurró apartándose de él. ―Niños, colegas, este es mi sobrino, el alfa del Norte, uno de los mejores que existen.
―No te importa nada de lo que haga con mi vida. ―Se soltó de ese fuerte y posesivo agarre. ―Tú y yo solo somos dos lobos que no encuentran la manera de rechazarse uno al otro. ―Ladeó su sonrisa. ―Pero tranquilo, quizás yo la encuentre antes que tú. ―Amenaza, a eso sonó y Nahil lo supo, ¿Cómo va a co
―Suéltame, Nahil. ―Intentó separarse, su corazón va a explotar donde siga latiendo de esa manera. ―Nahil, ¡He dicho que me sueltes! ―Gritó al sentirse por los aires. ―¿Qué vas a hacer? ―Se alarmó al verse dentro de su cabaña. ―Nahil… ―El beso la calló, es un beso furioso. ―Cállate esa boquita. ―Gru
¡Un gran problema! Eso se había buscado Huilén por entrar en pánico en cuanto despertó, le borró la memoria a Nahil por miedo a lo que podría pasar, pero a pesar de eso, ya era completamente suya y los lazos son tan fuertes que Nahil no puede controlarse aun cuando no recuerda que ya la reclamó. ¿U
Emma quien ya conocía bastante a Huilén, no dejaba de hacerle notar lo mucho que Nahil la miraba, ya no era un secreto que él era su destinado, después de todo lo gritó en una discusión que ambos tuvieron por el comportamiento confianzudo de Hugo. ―¿Es a su cabaña que huyes todos los días? ―Huilén