Aluhe golpeó con todas sus fuerzas, él no se limitó a la hora de impactar sus puños sobre la superficie firme, golpeó una y otra y otra vez hasta sentir como sus pulmones quedaban totalmente sin aire. Siente el ambiente pesado, su cuerpo está tan tenso que le cuesta moverse y su cabeza está llena d
―¿Sabes algo? ―Tanik sonrió. ―No es justo para nadie amargarnos solo porque un ogro odioso nos reprime. ―Gazania la miró con ojos grandes, ¿Acaso estaba loca? ―Escuchemos algo de música. ―Estirándose entre los asientos, encendió el estéreo y puso algo de música cañera, el tipo de música que odia su
El grito emocionado captó la atención de los hermanos, Aluhe se puso en pie al ver a Gazania aferrarse al hombre que no deja de besarla como si fuera un loco. Con la sangre, hirviéndole de la furia y los celos, se acercó a ellos y de un empujón lo apartó de su luna. ―Aluhe, no. ―Gazania se colocó f
―No puedes hacerme esto, no puedes separarme de mis bebés. ―Entonces tendrás que venir a vivir conmigo, es la única manera, pero eso sí. ―Le advirtió. ―Ese miserable estará lejos de ti, no me interesa, si se acerca lo mato como no lo hice hoy. ―Gazania limpió sus lágrimas, ni siquiera poniéndolo co
Aluhe quiso dejar de respirar, el olor a ese idiot4 está por todos lados en el piso, lo que le hace saber que se fue hace poco. Es nauseabundo para él estar sintiendo ese olor allá donde vaya y más cuando lo siente desde el cuerpo de Gazania. ―¿Estás lista? ―Entró a la habitación y deseó no haberlo
―Ahí está mi nuera. ―Tanok abrió los brazos y la refugió entre ellos. ―Mis nietos te están poniendo más hermosa de lo que eres. ―Sonrió. ―¡Cuñadita! ―Tahiel la alzó por los aires. ―Dioses, mis sobrinos están enormes. ―Agrandó la sonrisa. ―¡Gazy! ―Tanik corrió a ella para hablarle a sus sobrinos. ―
Gazania lo miró descolocada, ¿De qué está hablando él? ¿Se puede ser más tonto en la vida? Pasando la mano por su vientre para relajar un poco la tensión y que sus hijos no sientan lo que ella, respiró hondo. ―La Diosa Luna nos hizo destinados por alguna razón, Aluhe, y estoy de acuerdo contigo. ―L
―No he estado con más nadie. ―Aluhe frunció el ceño. ―Nunca me acosté con David… yo… ―¿He sido el único? ―Preguntó con asombro y al verla asentir cerró los ojos con fuerza. ―Eso significa que sigues algo inocente. ―Mordió su labio, no debió decirle eso, ahora siente que no le queda ni un poco de se