Valentina estiró lo más que pudo su cuerpo, su chico la tiene abrazada con fuerza y poco le permite moverse, ese hombre hasta dormido es un posesivo. Sonriendo lo miró a la cara, verlo dormir le encanta, parece un ángel salido del infierno. Las cosas se habían solucionado del todo, ella dejó de sen
―Soy adulta, mamá. ―Huilén suspiró. ―Es mi pareja y nada de eso cambiará, quiero solucionar las cosas con él, es todo. ―Enola respiró hondo. ―Bien, pero por favor, mucho cuidado. ―Los miró a todos. ―Recuerden que no todo son nuestros aliados. ―Agrandando su sonrisa, se despidió de cada uno con beso
Las chicas iniciaron a chillar y los hombres a golpearse sin compasión, Nahil se vio en la obligación de apartar la pelea y eso para las chicas fue un acto heroico, mismo que lo puso al ojo de todas las féminas.―Gracias por ayudarnos. ―Cris lo miró fingiendo estar asustada. ―Qué hombre más fuerte,
―Así como no pararás de sangrar tú. ―Tahiel lo escupió. ―¡Te dije que no te pusieras esa mierd4! ―Gritó sin importarle las miradas. ―Ve a cambiarte eso de una vez. ―Ordenó como si fuera su dueño, situación que no le gustó a Valentina.―No vuelvas a gritarme. ―Le advirtió dolida. ―No pienso cambiarme
Tahiel estaba enloquecido, habían pasado horas desde que Valentina había desaparecido y él no podía encontrarla, era como si toda conexión entre ellos se hubiera roto de manera inexplicable. Él todo un semidiós, un lobo puro no puede encontrar a su destinada, ¿Qué tan patética era su situación? ―De
―Se supone que en este lugar no me vería en esta situación. ―El hombre rio con ironía. ―Los hijos de la alfa haciendo lo mismo que su madre alguna vez. ―Suspiró. ―Su hermano mayor está con él. ―No se sintió culpable por el orgullo que siente. ―Y mi hijo mayor no es como el menor. ―Tahiel frunció el
Tahiel cayó de rodillas, por algo no la sentía, debió imaginarse que Christian era lo suficientemente estúpido como para cometer un error sin ni siquiera darse cuenta. ¿Por qué la descuidó? ¿Por qué le dio ese espacio que ella le pidió? Comenzó a culparse. ―Por supuesto que sobrevivirá. ―Kioni sonr
―No le habrás dicho que Nahil estaba conmigo, ¿No? ―Ikal miró a su hermanita con seriedad. ―No estoy loco. ―Miró a su cuñado. ―No podrás volver con ella, te necesito aquí, varias manadas se dieron cuenta de lo que estuvo a nada de suceder y tendremos muchas juntas. ―Nahil asintió, parece una maldic