―¡Kunak! ―Huilén miró a su sobrino descolocada, ha salido de la nada solo para darle un puñetazo al pobre desdichado que nalgueó a Valentina. ―¿Qué? Ha tocado a la chica de mi tío. ―Se encogió de hombros después de aventar al tipo a la pelea. ―Esto es genial. ―Agrandó la sonrisa. ―Agradezco que mi
―Mi hermano jamás te engañará, eso puedes tenerlo por seguro. ―Le sonrió. —Él es tu destinado, estoy segura. —Le sonrió, Valentina ve aquello de destinados como algo normal, una manera cursi de llamarle al amor de tu vida. ―Créele, jamás te engañaría y soy tu destinado. ―Tahiel la miró desde el umb
El día había llegado, finalmente las clases habían comenzado y con ello toda la experiencia que traía la nueva etapa. Todos señalaban y admiraban a los Nukak, siempre atractivos y misteriosos, eso pareció ser el fuerte. ―Primer día de clases. ―Valentina los miró. ―Esto será muy interesante para tod
―No es como lo estás pintando, Chris. ―Valentina endureció el gesto. ―Tahiel me ama, me cuida y protege, es solo que su temperamento es explosivo y no tiene mucho aguante. ―Es tóxico, Vale, debes abrir los ojos. ―Abrió su libro. ―¿Él sí puede estar rodeado de chicas y tú no puedes tener amigos? ―Bu
Tahiel le dio una patada en el pecho con todas sus fuerzas al saber que él no era un simple lobo. Christian se quejó por el contundente golpe, lo ha dejado viéndolo todo negro. ―Si crees que Valentina se apartará de mí tan fácilmente, estás bastante jodid0. ―Sin más se marchó, está realmente dolido
―Huilén. ―Gruñó Tahiel molesto con su hermana. ―Tomé mi decisión, no la voy a marcar y ahora menos. ―Enola lo miró confundido. ―Eligió a otro sobre mí, madre, no la marcaré hasta que ella me sea leal incluso sin el vínculo. ―Tanok resopló. ―No seas testarudo, hijo, no puedes pedirle tal cosa cuando
Tres días habían pasado desde que Tahiel marcó a Valentina y ella seguía profundamente dormida, su cuerpo se estaba adaptando al lazo y su corazón se estaba fortaleciendo para soportar estar conectado al de él. Las idas a la universidad han sido de lo más fastidiosas, el pensar en su chica todo el
―¡Rayos! ―Se sentó en el acto al recordar lo que había pasado, su mano izquierda fue a su cuello y al no encontrar ninguna cicatriz se extrañó. Sin poder creer que no había nada, corrió al baño para mirarse al espejo, es imposible que no tenga una marca cuando recuerda perfectamente como la mordió h