Hola, chicas. ¿Están emocionadas por la historia de los cachorros? Déjenme saber cuántas de ustedes están acompañándome, estoy dispuesta a darles más de un capítulo por día. Espero leer sus comentarios. Gracias por todo el apoyo.
Tahiel le dio una patada en el pecho con todas sus fuerzas al saber que él no era un simple lobo. Christian se quejó por el contundente golpe, lo ha dejado viéndolo todo negro. ―Si crees que Valentina se apartará de mí tan fácilmente, estás bastante jodid0. ―Sin más se marchó, está realmente dolido
―Huilén. ―Gruñó Tahiel molesto con su hermana. ―Tomé mi decisión, no la voy a marcar y ahora menos. ―Enola lo miró confundido. ―Eligió a otro sobre mí, madre, no la marcaré hasta que ella me sea leal incluso sin el vínculo. ―Tanok resopló. ―No seas testarudo, hijo, no puedes pedirle tal cosa cuando
Tres días habían pasado desde que Tahiel marcó a Valentina y ella seguía profundamente dormida, su cuerpo se estaba adaptando al lazo y su corazón se estaba fortaleciendo para soportar estar conectado al de él. Las idas a la universidad han sido de lo más fastidiosas, el pensar en su chica todo el
―¡Rayos! ―Se sentó en el acto al recordar lo que había pasado, su mano izquierda fue a su cuello y al no encontrar ninguna cicatriz se extrañó. Sin poder creer que no había nada, corrió al baño para mirarse al espejo, es imposible que no tenga una marca cuando recuerda perfectamente como la mordió h
Tahiel tembló por completo al ver los pechos desnudos de su chica, los había visto un par de veces, es cierto, pero nada como lo que estaba pasando. Ella se está desnudando sin más y eso es algo que puede con toda su cordura. El olor de su excitación, el deseo en sus ojos y el saber que finalmente s
―Deliciosa. ―Tahiel lamió cada centímetro de su feminidad hasta dejarla totalmente libre de fluidos. ―Esto es más de lo que yo esperaba. ―Inició a desnudarse, siente que no puede contenerse. ―Eres mi debilidad. ―Se echó sobre ella para besar sus labios. ―Mi fuerza. ―Mordió su cuello. ―Mi locura. ―Be
―Finalmente, encontré el perfume que no le irrita la nariz a Tahiel. ―Valentina peinó su cabello. ―Me sentía incómoda sin poder usar por lo menos una gota de perfume. ―Resopló y Huilén no hizo más que sonreír llena de gracia. ―¿Por qué sonríes de esa manera? ―La miró con una ceja enarcada. ―Bueno…
―¿Aprovechándote de los más débiles, Nukak? ―Troy lo miró con la sonrisa ladeada. ―¿Listo para recibir una paliza hoy en el campo? ―Tahiel sonrió con arrogancia. ―Espero que cuando me den la Capitanía, no llores como un bebé. ―Riendo se largó de ahí, debe ir a clases o su hermana y novia lo van a r