Tahiel tembló por completo al ver los pechos desnudos de su chica, los había visto un par de veces, es cierto, pero nada como lo que estaba pasando. Ella se está desnudando sin más y eso es algo que puede con toda su cordura. El olor de su excitación, el deseo en sus ojos y el saber que finalmente s
―Deliciosa. ―Tahiel lamió cada centímetro de su feminidad hasta dejarla totalmente libre de fluidos. ―Esto es más de lo que yo esperaba. ―Inició a desnudarse, siente que no puede contenerse. ―Eres mi debilidad. ―Se echó sobre ella para besar sus labios. ―Mi fuerza. ―Mordió su cuello. ―Mi locura. ―Be
―Finalmente, encontré el perfume que no le irrita la nariz a Tahiel. ―Valentina peinó su cabello. ―Me sentía incómoda sin poder usar por lo menos una gota de perfume. ―Resopló y Huilén no hizo más que sonreír llena de gracia. ―¿Por qué sonríes de esa manera? ―La miró con una ceja enarcada. ―Bueno…
―¿Aprovechándote de los más débiles, Nukak? ―Troy lo miró con la sonrisa ladeada. ―¿Listo para recibir una paliza hoy en el campo? ―Tahiel sonrió con arrogancia. ―Espero que cuando me den la Capitanía, no llores como un bebé. ―Riendo se largó de ahí, debe ir a clases o su hermana y novia lo van a r
―Cris. ―Tahiel miró a su novia, ¿Cómo es que ella estaba ahí? ¿No era que se había ido al extranjero para estudiar? ―¡Sí! ―Chilló la chica aun entre los brazos de Tahiel. ―¿Sorprendido, osito? ―Le dio un beso en los labios que descuadró mucho más a Tahiel. ―Supe que no podría estar lejos de ti, así
―Deja de alimentarle el ego a ese egocéntrico narcisista. ―Aluhe negó. ―Después quienes sufrimos somos los demás. ―Valentina rio, ama que su cuñado no hable mucho, pero cuando lo hace es para decir verdades. ―¿De qué hablas, Aluhe? Mi hombre es el ser más modesto que hay en la faz de la tierra. ―Ta
―Nena, no me tortures de esa manera. ―Tahiel cerró los ojos y tembló como un loco, se ha corrido y ahora su chica le está practicando sexo oral, solo ella sabe cómo hacerlo ver como un desesperado y que no aguanta nada. ―Me gusta cuando tiemblas de esa manera. ―Valentina lamió sus labios y sonrió c
―Te veo muy callada y pensativa, ¿Estás bien? ―Huilén se terminó de hacer la trenza y se centró en su amiga. ―¿Qué sucede? ―Tahiel me hizo hablar de lo que estaba pasando en la universidad. ―Suspiró. ―Sé como es, Huilén… no quiero que se meta, soy yo quien debe resolver las cosas y eso se hace igno