―Alfa. ―Una de las cuidadoras de los trillizos se acercó a él. ―Los bebés necesitan de usted. ―Tanok giró la cabeza para poder ver a la mujer. ―Por favor, ya es muy tarde, debería volver a la cabaña y cuidar de sus cachorros, ahora ellos solamente lo tienen a usted. ―Mirando por última vez el fuego
―Eres mi mitad. ―La miró a los ojos. ―Eres mi destinada, ¿Cómo puedes decir que no quieres una pareja? ―Por ti no siento más que temor. ―Sus palabras afectaron fuertemente a Tanok. ―Huma… ―Kato calló. ―Enola. ―Dio un paso al frente. ―Estás de vuelta. ―Tanok lo miró con odio, ¿Cómo es que todavía e
La Diosa Luna estaba entre los seres sobrenaturales y la ola se había extendido, los rumores llegaron a todos los reinos y la curiosidad de las personas los llevaron a visitar a la manada BloodMoon, pero Enola decidió pasar los días encerrada en la cabaña con sus hijos y con el alfa que no se da por
―Diosa. ―Shasta miró a la peliblanca. ―Lamento la interrupción, pero hay un tema que a los del consejo nos gustaría hablar con usted. ―Tanok al ver a su padre hablar con su luna, corrió, él no le ha contado nada. ―Katriona está en espera de un juicio desde hace semanas y el alfa enemigo está igual…
Enola creando una espada con magia, se la colocó en el cuello dejando a todos atónitos, ¿Ella está a punto de asesinar a Katriona sin importar que esta tenga a su hijo entre brazos? ―Te lo suplico. ―Rogó Katriona aun sin saber lo que estaba pasando. ―Estoy arrepentida por todo lo que hice. ―Sollozó
Enola llegó a la cabaña con sus hijos, estaba anocheciendo y no quería mantenerlos fuera de la casa con el crudo frío que hace debido a la temporada de invierno. Sus bebés no cuentan con sus lobos aún y su temperatura no es como los adultos. Al sentir el olor a comida, Enola se extrañó, ella no nec
¿Cuánto se puede soportar cuando se ama a alguien que ahora te lastima mucho más de lo que tú la lastimaste? Para Tanok la respuesta es “mucho”, él considera que puede aguantar cuanto haga falta para recuperar a la mujer por la que había esperado siglos. A él no le interesó que ella cenara y disfru
―¿Quieres probar? ―Ladeó la sonrisa. ―No sabes cuanto te detesto Tanok Nukak, si supieras que toda esa humillación no hace más que darme risa, te hubieras dado por vencido desde hace mucho. ―Tanok miró sus ojos por unos segundos y después desvió la mirada, es realmente patético. Todos se lo han dich