*** |Aisling Renn| Alaric llegó tarde anoche. A primera hora pregunté por él a Kate, y me dijo que seguía encerrado en su habitación; había llegado tomado. Quedó bastante afectado por lo que hice, por haber llevado a un chico a mi cuarto y dejarme siquiera rozar por él. «Thea fue directa a la yug
Mi cabello, liso y suelto, cae sobre mis hombros, y mis labios brillan con un suave tono rosado. Llevo un maquillaje sencillo, delicado, que realza mi rostro sin exagerar. Lo combino con unas zapatillas bajas que se ajustan a los vendajes, completando el look. Me siento radiante y, al mismo tiempo,
Me separo de los labios de Marcus lentamente, agitada, y abro la puerta completamente con las mejillas encendidas. Los padres de Marcus me lanzan una mirada cómplice antes de entrar, observando la mansión con asombro y entusiasmo. Al darme la vuelta, siento que el mundo gira vertiginosamente a mi a
La frase se queda en el aire cuando escucho el timbre de la puerta. Es Alonso, el último en llegar. Alaric suelta a Marcus de un empujón que lo hace retroceder dos pasos, mientras lanza una mirada hacia la entrada. Voy rápidamente a abrir y Alonso me envuelve en un abrazo apenas me ve, tan resplan
El silencio que sigue a su declaración es casi insoportable. Siento cómo todos me observan, esperando una reacción, alguna respuesta, pero mis palabras se atoran en la garganta. Margaret le aprieta el brazo en un nuevo intento de hacerlo razonar, pero él la ignora, completamente enfocado en mí y en
—El señor Kaiser de seguro no está de acuerdo porque aún no quiere ver partir a su pequeña paloma —dice sarcástica, mirando a Alaric directamente —. No creo que haya algo más detrás de todo esto, solo un profundo aprecio, ¿verdad?. La mandíbula de Alaric se tensa, y sus ojos pasan de Thea a mí, lue
|Alaric Kaiser| ¿Debería matarlo? Artem lo haría sin pensarlo dos veces. Para él, hacer desaparecer a un mocoso no sería más complicado que aplastar a una cucaracha. Podría arreglarlo todo para que pareciera un maldito “accidente”. Y así, adiós problema. Pienso en las mil formas de deshacerme de e
En dos zancadas me planto frente a ella y agarro su rostro con mis manos ensangrentadas. Aisling suelta un jadeo de sorpresa cuando estrello mi boca contra la suya en un beso brutal. Quiero borrar cada rastro de ese maldito niño, quiero que su boca solo conozca mi marca y que ningún otro la toque ja