LIAHSiempre he sido la chica callada, la que deja que su familia disponga de su vida, quería ir a la mejor escuela del país, pero decían que en la ciudad son muy liberales, con ideas muy desarrolladas dónde la mujer tiene los mismos derechos y deberes que los hombres; algo que no está bien visto en este pueblo que se quedó en el siglo pasado, por lo tanto, tuve tutores privados hasta que llegó el momento de entrar a la universidad, algo que a mi familia no le agrado en absoluto, así que la única opción era estudiar desde casa, a diferencia de mi hermana. Ella sí tuvo y tiene todas las libertades que yo desearía, a ella sí le ha permitido viajar multitudinariamente, nacional e internacionalmente, estudiar en la escuela del pueblo con todos los niños, e incluso ha vivido los últimos cuatro años en España con mis tíos. Nunca he entendido por qué a ella sí se le permite y a mí no. ¿Qué puedo decir?, después de todo soy la hija mayor y el futuro de mi familia depende de mí, o esa es la
LEANDRO Llevaba horas sentado, viendo y escuchando a una cantidad de personas que se hacían llamar publicistas, pero no tenían ni una pizca de ingenio y creatividad.—Leandro, ¿qué te parece? —Observé a los tres seres sentados a mi alrededor.—¿De verdad quieren que les diga lo que pienso de este proyecto o de todos?—Necesitamos un eslogan para el nuevo lanzamiento, hay proyectos interesantes, —dice Nio. Es un bueno relaciones públicas, pero su sentido de creatividad me preocupa. Miró a la joven, sin entender por qué sigue aquí.—Puedes retirarte, te estaremos llamando, —ordena Aarón, mi mejor amigo y abogado de la empresa. Esperamos a que saliera y empieza el ataque.—Por tu rostro debo pensar que no te agrada, —interrumpe Demetry, mi querido y relajado hermano menor.—Todos son mediocres —respondí.—Leandro, debes escoger, llevamos dos meses con este plan, el lanzamiento va a ser pronto y no tenemos publicidad.—Menciona Aarón.—Sé que eres exigente, pero puedes ser
LIAHHoy no es mi día. Empezando porque no dormí bien, me volvieron a invadir las pesadillas, el fuego y esos ojos. Llegué tarde a la oficina de mi papá, imperdonable. Cuando estaba rodeado de machistas que se dedicaron a ignorarme, incluyendo a Liam, aunque no quitaba sus ojos de mí. Incómodo. Después llegué a la tienda para encontrarme con la mayoría de todas las mujeres del pueblo por la dichosa fiesta de bienvenida, gritando por todos lados. Emma, aún tenía un ataque de histeria por los Koller.C.C Querían que le hiciéramos una campaña de lanzamiento inmediatamente y sin garantía de contrato. Al parecer, el nieto del señor Nelio no era nada amable, para hacer que Emma lo quisiera asesinar. Además de eso, teníamos el proyecto de mi padre y dos campañas que tenemos en puerta. Como si fuera poco, amanecí con un dolor en la pierna porque anoche un insensato casi me atropella y termine aterrizando en el piso dentro de un charco de agua sucia y tuve que aguantar las quejas de m
LIAHSigue empeorando mi día. El hombre se me presenta aquí mientras acabamos de discutir; debe ser una burla.—¿Por qué ese hombre vendría a buscarte? —Menciona Emma.—No tengo idea. Ya suficiente tengo con lidiar a ese soberbio por vía telefónica para que también lo deba hacer en persona.—¿Cómo sabe que estás aquí? ¿Qué es tu tienda, nuestra tienda? No entiendo nada.—Emma, deja de hacer preguntas, que sabes que no tengo respuestas, es molesto.—Tu molestia no es que haga preguntas, es que estás de pésimo humor desde anoche cuando casi pasas a mejor vida. ¡AAA! Termina gritando para luego cubrirse la boca con sus propias manos mientras Myla y yo la observamos.—¿Estás bien?—Por eso está aquí, Liah —mencionó corriendo hacia mí —. De seguro se enteró de que estuvo a punto de mandarte a ver a San Pedro y vino a disculparse. Si lo pienso bien, no podría saber que somos las publicistas y que lo acabas de mandar al diablo.—¿Casi la mata? —Nos interrumpe Myla.—Me atropelló anoche o
KIRA Estaba aburrida hasta el punto de enloquecerme, y apenas llevó dos días en este pueblo machista y retrógrado. Si no salía de aquí pronto, era capaz de terminar en el psiquiatra. Nada comparado con la ciudad, una de verdad, de fiestas, lujos y vida, no está pocilga.—Señorita Kira, tiene una linda ropa —comento una de las jóvenes del servicio. —¿Es cierto que la ciudad es más avanzada y tanto las mujeres como los hombres son tratados por igual? —llevo dos días escuchando la misma pregunta de todas las tontas de este pueblo.—Sí, los hombres no te miran como si fueras nada, te respetan como a su igual, no todos. Obviamente, debes aprender a vivir en ese mundo porque son diferentes a esta prisión de pueblo. Allá puedes ser libre y nadie te juzga por lo que haces o piensas.—Debe ser grandioso. Quisiera probar esa libertad.—Sal de este pueblo y lo serás. No sé por qué aún siguen empeñadas en estar bajo el yugo de unos hombres trogloditas.—No es tan fácil.—La vida puede ser tan
DEMETRY¿Quién diría que encontraría una hermosa mujer en un lugar como este? Porque no se podían negar las mujeres bellas que abundaban en el pueblo. Primero, la joven que me tropecé en la calle por estar corriendo, muy simpática, callada y tímida. Luego una que otra joven en la tienda de modas, pero la señorita Messer terminó por superarlas a todas. Pensé que me iba a encontrar con una mujer solapada, cubierta de pie a cabeza, con ropas grises y desaliñadas, y un carácter amargado como las viejitas, por cómo la describió su padre y mi abuelo esta mañana, pero no. Fue todo lo contrario, una gran sorpresa, una mujer hermosa, con una piel blanca y pecosa, con esos ojos verdes que te hipnotizan y muy bien vestida. Además, tiene una picardía inocente que me atrae, no es muy conversadora y se sonroja de nada, pero me gusta. Definitivamente, vale la pena haber visitado este pueblo.—Creo que encontré a la mujer que he estado buscando, la que se adueñara de mi dulce corazón. —me r
LIAHRespiro profundo y ayudo a terminar de arreglar la casa para la fiesta mientras mi madre se va a vestir hasta que se acerca la hora de la recepción y me doy cuenta de que soy la única que no está presentable.Me pongo a pensar en las horas que compartí con Demetry, es un hombre agradable, caballero, gracioso, coqueto y un poco confianzudo, ¿será que tiene novia? Si es así, mi hermana tendrá que buscarse otro pretendiente.—Liah, ve a cambiarte. Ya van a llegar los invitados.—Escucho a mi madre.—¿No pueden prescindir de mi presencia? — ya conocía la respuesta, pero quise intentarlo.—Muy graciosa. Ve a ponerte presentable. ¡Ya!Me voy a mi habitación, me doy un rico baño y ya empiezo a escuchar a las personas llegar, no sé, cuantas horas pasé en la comodidad de mi jacuzzi hasta que el sonido de mi celular me interrumpe con un mensaje de Emma.E: ¿Dónde estás? Ya llegué. No te veo.L: Estoy en mi habitación, sube.Salgo de mi comodidad y en minutos escucho que la puerta se abre.—¡