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Capítulo 255
Ella había cambiado, y naturalmente las cosas de antes ya no estaban a su altura.—Estas cosas... revisen si hay algo que les pueda servir. Si quieren algo, llévenlo. Si no, por favor ayúdenme a tirarlo —dijo.—¿Qué? ¿No vas a quedarte con nada?—No.Sus compañeras de cuarto suspiraron resignadas.Sofía fue a los dormitorios, no tomó nada, y al salir del campus llamó directamente al chofer para que viniera a recogerla.Bajo las miradas sorprendidas, admiradas, envidiosas y especulativas de los demás, se sentó tranquilamente en el asiento trasero y partió con elegancia.Esa noche, Sofía descubrió que Mateo, sorprendentemente, había vuelto a casa.Se acercó a él sonriendo —Mateo, tengo buenas noticias. Hoy presenté mi solicitud de baja en la universidad. De ahora en adelante podré dedicarme por completo a cuidarte a ti y a nuestro bebé.Mateo acababa de terminar una reunión de negocios. La empresa tenía algunas dificultades con un proyecto de licitación en curso.Apenas había logrado res
Capítulo 256
—Jenny, ¿es gota?—¿Cómo lo sabes?—Bueno, la profesora Navarro también tiene esa enfermedad. Tengo una receta de hierbas medicinales que, aunque no la cura por completo, es muy efectiva para el dolor y tiene menos efectos secundarios que los medicamentos occidentales.Los ojos apagados de Jenny se iluminaron al instante.—¡Eso sería maravilloso! Pásame la receta cuando puedas, iré a la farmacia después del trabajo. Te lo agradezco muchísimo.—No tienes idea, la abuela del niño no puede dormir noches enteras por el dolor, y los analgésicos no le funcionan. Me siento tan impotente por no poder ayudarla. Si esta receta funciona, ¡te invito a comer!Lucía sonrió. —No hace falta invitarme a comer, no es nada.—¿Se han dado cuenta —intervino Roberto— que desde que Luci llegó, siempre encuentra solución a todos los problemas? ¡Es como un amuleto de la suerte para nuestro laboratorio!Boris, que acababa de entrar y solo escuchó el final, preguntó: —¿Qué amuleto de la suerte?—Hablábamos de Lu
Capítulo 257
Boris tuvo un destello en la mirada y dudó sin decir nada. Al ver que todos defendían a Lucía, Lisa se enfureció, aunque intentó no demostrarlo y se esforzó por contenerse:—Uno puede conocer la cara de alguien, pero no su corazón. ¿Quién sabe realmente cómo es ella? ¿Y si todo es una actuación?—Ayer por la mañana cuando revisé, los datos estaban bien, hoy han desaparecido. Recuerdo que ayer por la tarde, Jenny y Roberto se fueron primero, luego Boris y yo nos fuimos poco después, quedándose solo Lucía y el profesor Medina.—El profesor Medina no tiene motivos para hacer algo así, ¡así que solo pudo ser Lucía!El razonamiento de Lisa sonaba lógico a primera vista, pero Lucía detectó un fallo y miró a Lisa, pronunciando cada palabra con claridad:—Dices que revisaste los datos ayer por la mañana, pero ¿los comprobaste antes de irte?—¡Por supuesto! ¡Los datos estaban ahí!—¿Estás segura?—¡Claro que estoy segura! ¿Qué insinúas? ¿Que te estoy acusando falsamente?Lucía respondió con cal
Capítulo 258
—¿Tienes alguna solución? —preguntó Roberto.—Podemos recuperar directamente los datos borrados, revisar el registro de eliminación para determinar el momento exacto en que se borraron y luego verificar quién estaba en el laboratorio en ese momento.—En teoría suena bien —respondió Roberto—, pero ¿quién puede recuperar los datos? La papelera de reciclaje ya está vacía, debe ser bastante difícil recuperarlos, ¿no?—Yo puedo intentarlo —ofreció Lucía.No lo había mencionado antes simplemente porque recuperar datos lleva tiempo, y revisar las cámaras era la solución más simple y rápida.Pero ahora la situación claramente ya no se podía resolver con las cámaras.Justo cuando Lucía se sentaba frente a la computadora y colocaba sus manos sobre el teclado, Daniel la detuvo.Todos lo miraron confundidos, incluida Lucía.—Primero —dijo Daniel—, no hay evidencia concreta que señale a Lucía. Tanto las deducciones como las sospechas son solo afirmaciones personales de Lisa.—Es como si te robaran
Capítulo 259
Daniel entendió que ella decía "gracias" sin palabras....A las ocho de la noche, Daniel invitó a todos a cenar.—Este lugar tiene las mejores brochetas, son deliciosas y baratas. Lucía, tienes que probar la especialidad de carne de res picante, voy a pedir varias para ti —dijo Jenny con entusiasmo apenas se sentaron.Roberto se sentó a la izquierda de Lucía y le sirvió té: —También hay entradas, te recomiendo mucho la ensalada rusa, ¿quieres probar?Lucía se sorprendió por su repentino entusiasmo, imaginando que quizás se sentían culpables por haber dudado de ella y querían compensarla, lo cual le causó gracia y ternura a la vez.Lisa observaba la escena en silencio, apretando cada vez más los labios.Antes, ella era quien recibía todas las atenciones. Desde que llegó Lucía, había visto impotente cómo todos se inclinaban poco a poco hacia ella...—Me siento sofocada, voy a tomar aire —dijo, y se levantó.Boris, notando su estado de ánimo, también encontró una excusa para salir.El ca
Capítulo 260
—Aunque Roberto, Jenny y el profesor Medina están pendientes de Lucía, yo no. Para mí solo existes tú. Siempre estaré de tu lado y serás lo más importante en mi vida.—Me gustas muchísimo, ¿me darías la oportunidad de protegerte y estar a tu lado abiertamente?A Boris le había gustado Lisa desde que ella llegó al laboratorio.Ella era entusiasta, vivaz, talentosa y de buena familia. Eran personas completamente diferentes, pero parecía natural e inevitable que él se sintiera atraído por ella.La había pretendido durante mucho tiempo, pero ella nunca le había dado el sí.Ahora, sin embargo, Boris decidió intentarlo una vez más.Lisa no notó la mirada llena de cariño del muchacho. Solo se preguntaba con inquietud ¿qué intenciones tenía Boris al pedirle ser novios en este momento?¿Era una amenaza velada?¿La estaba presionando?¿Si ella lo rechazaba, él revelaría todo lo que ella había hecho?El miedo se apoderó de Lisa. Si tenía que dejar el laboratorio, perdería toda posibilidad con Dan
Capítulo 261
Mientras caminaban junto al río, las luces de neón brillaban en ambas orillas y la ciudad ruidosa se volvió repentinamente tranquila, dándole a Lucía la ilusión de que el tiempo y sus pasos se habían ralentizado.Caminaban uno al lado del otro, envueltos en un silencio suave que, lejos de ser incómodo, creaba una armonía tácita entre ellos.Era como si no necesitaran hacer nada: solo estar junto a esta persona ya era el estado más reconfortante.—¿Quieres ir al puente a sentir la brisa?Lucía rompió el silencio mientras el viento soplaba suavemente, y con sus dedos apartó un mechón de cabello detrás de su oreja.Daniel siguió su mirada hacia la distancia: —Me parece bien. Aunque está algo lejos.Lucía bromeó: —¿Ya te cansaste de caminar?Daniel alzó una ceja y respondió: —¿Qué tal si hacemos una carrera para ver quién llega primero?Después de decirlo, le pareció gracioso - entre los dos sumaban más de cincuenta años y aquí estaban, comportándose como niños.Pero Lucía estaba entusiasm
Capítulo 262
—Cada vez que fallábamos, mi papá y yo analizábamos qué salió mal y buscábamos un lugar más secreto, pero sin falta, como si mi mamá tuviera cámaras instaladas, hasta el escondite más difícil, ella siempre podía...En ese momento, Lucía notó que el hombre llevaba mucho tiempo en silencio: —¿Profesor, me está escuchando?Al voltear, accidentalmente se encontró con su mirada profunda.Lucía se quedó inmóvil.Su cabello, que ya le pasaba los hombros, se había aflojado de la cola que llevaba durante la cena. Ahora, la brisa nocturna lo hacía bailar libremente.En ese instante, se veía inexplicablemente cautivadora.—Sí, te escucho —la voz del hombre sonaba algo ronca.—La señora es muy inteligente y tiene una mirada perspicaz.Lucía desvió la mirada, con la garganta seca. Tragó saliva y después de un momento continuó: —¡Claro, es escritora de novelas de misterio!En las novelas de misterio, lo más importante es la lógica deductiva.Si Sergio le había enseñado sobre la moral, la dignidad y
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