Preámbulo
Escuchaba el sonido de los coches que transitaban junto al nuestro, pero estos leves sonidos que se veían opacados por mis turbios pensamientos, no lograban hacerme sentir mejor o incluso peor de lo que ya me sentía.El viejo (papá) me miró desde el espejo retrovisor y mamá que estaba sentada junto a él, extendió su mano hacia mí y agarró mi rodilla. Forcé una sonrisa, quería que pensara que me sentía feliz, pero no podría decirle cosas como que dejé de tomar la medicina hace un par de semanas porque creo que estas me darán cáncer o por lo menos sida, tampoco que he escondido todos mis desayunos para dárselos a “sin pantalones”, el perro callejero que oculto en la despensa que está debajo de las escaleras. Le puse ese nombre porque lo encontré sin pantalones en el parque, no sé si los perros deban usar unos o no, intenté ponerle uno de mis calzoncillos, pero le quedaron muy mal y entonces, no he sabido que pantalones ponerle, así que se llamó sin pantalones hasta que encontrara unos de su talla, pero luego el viejo lo descubrió y lo mandó al refugio, lloré mucho cuando me lo quitó.Bajé el vidrio de la puerta y asomé mi cabeza por completo, pero el camión de carga que pasó junto, activó su bocina haciéndome gritar y gritar a mi madre, quién me haló hacia atrás y me sermoneó hasta llegar a la escuela.-Sé que tienes tus problemas y todo Samuel, pero eres como medio imbécil. –Sentenció el viejo y mamá le pegó en el brazo. Agradecía su honestidad, que no me tratara diferente solo por ser un poco más lento que los demás o bueno, en realidad soy mucho más lento. Tengo dificultad para aprender cosas básicas o cosas que la gente “intuye”. No sé que carajos es intuir. Papá me dijo que debía intuir que meter un cubierto en la tostadora me iba a hacer electrocutarme, pero que por tonto no lo hice. ¿Cómo quiere que “intuya” cuando no sé qué carajos es eso? O cuando mi abuelo Rogelio me dice que tenga sentido común me hace enojar mucho porque sé que él sabe que no sé qué es eso, así como la mayoría de las cosas. Por algo perdí décimo el año pasado, creo que gané solo religión porque mamá hacía los trabajos por mí y ella es un poco fanática religiosa. Perdí décimo dejando mi dignidad entera en esa escuela del diablo, que no solo me hizo reprobar un año, sino que me masacraron por muchos años no solo mis tutores, también mis compañeros, pero ya no más.En noveno una vez, el inútil de Camilo robó mi almuerzo que había dejado en mi mochila y mezcló mis alimentos de una forma asquerosa e insoportable, convirtió las pastas en una especie de masa horrible que me hizo llorar y ellos rieron, pero a mí no me causó gracia. Odio que jueguen con mi comida, no lo soporto, me da ansiedad, no sé cómo explicar lo que me hace sentir o es peor cuando veo a Hugo, mi hermano mayor, entrenar sin parar en el patio para “sacar más abdominales”. ¿Cómo que piensa sacar más abdominales? ¿Dónde los escondió? Su torso es muy desagradable, tiene líneas duras que me desgradan. Papá lo felicita por esto y yo quisiera francamente patearlo, pero no lo hago porque él es bueno conmigo y… me protege. Incluso, aunque él no estudió en mi escuela, se coló muchas veces solo para defenderme de los mequetrefes que revolvían mis alimentos.Él es una persona difícil de tratar, a veces me hace comentarios crueles o bueno, casi siempre los hace, pero me ha defendido en más de una ocasión y no deja que nadie se meta conmigo o se burle de mí. Es un poco confuso para mí que sea bueno conmigo porque con los demás no lo es. Tiene un pésimo carácter, es sarcástico cuando no lo debe ser y sé que pasa sobre los sentimientos de las personas, en especial, de la chica de turno que tenga. Es horrible en ese sentido, pero conmigo al menos se porta bien, a pesar de los comentarios llenos de un humor negro que no soporto, me defiende cuando lo necesito y sé que me quiere, creo que soy la única persona que el en verdad quiere porque ni a mis padres los respeta, siempre vive discutiendo con ellos porque lleva uno o dos fines de semana sin ir a la iglesia (nosotros somos una familia mormona, aunque yo solo voy porque mis padres lo dicen porque no entiendo ni la mitad de lo que dicen en clase y Hugo odia ir, solo va cuando se le apetece y ya le ha roto el corazón a la mitad de las chicas de la escuela dominical).En fin, Hugo está en once, en esta misma escuela pública y por primera vez estudiaré en la misma escuela que él. El ya debería haberse graduado, tiene dieciocho, pero también perdió no solo un año, sino dos, fue sexto y séptimo, pero no fue bajo las mismas condiciones que yo. El tampoco es muy brillante, pero él no lo es porque simplemente no estudia, ni hace nada al respecto. Yo sí estudio, pero de inmediato me pongo mal del estómago, me dan ganas de defecar y en las pruebas sudo frío, mi mente se nubla y me dan ganas de llorar.Quisiera ser más como Alex, uno de los tres amigos de mi hermano, que es brillante y escuché decir a mi madre que ya tiene una universidad propuesta en Cartagena para estudiar ingeniería. Quisiera ser más como él, realmente lo admiro.No sé cuándo exactamente empecé a admirarlo, creo que habrá sido el año pasado en que estuvo en casa por el cumpleaños de Hugo, quién hizo una enorme fiesta que hizo enojar a mis padres, a mí también porque una de sus amigas me besó y me molestó muchísimo, ¡muchísimo! Porque fue mi primer beso y yo quería que Alex… fuera el primero. Durante mucho tiempo deseé que fuera el primero e incluso, tomé cartas en el asunto.Casi todos los fines de semana Alex iba a mi casa junto a los otros dos amigos de Hugo quiénes son hermanos gemelos, pero no memoricé sus nombres, los veía sentarse todos en el patio y los observaba desde mi ventana. Dibujé a Alex durante todo un año, ocupé dos cuadernos y ya iba a empezar el tercero, pero esa noche lo vi subir las escaleras un poco ebrio. Llevaba su buso azul que trajo por primera vez en Halloween y los jeans rasgados que he dibujado tantas veces. Lo escuché tropezarse y por eso, dejé a un lado el castillo de legos que construía en lo que pensaba el dibujo y salí de inmediato. Estaba intentando levantarse fallidamente, entonces lo ayudé a levantarse como mamá levanta al abuelo en sus borracheras y el en un principio se resistió, no sé por qué. Me empujó fuertemente y caí a un costado. Entonces lo miré, Alex gateó hasta la habitación de Hugo y se escabulló ahí.No sé por qué me empujó, no sabía si debía molestarme o sentirme alegre porque era la primera interacción que tenía con él, es que no sé nada, me desespero yo mismo a veces, pero en realidad me sentí mal, muy mal. Más tarde esa noche, cerca de las tres de la mañana (esa es mi hora, nunca me duermo antes porque creo que esa es la hora en que satanás regresará por mí) estaba sentado en mi ventana armando por milésima fallida vez mi cubo Rubik, cuando escuché ruidos de mujer. Eso quería decir que llegó la novia de Hugo, no sé cuál era la del momento y, por ende, sus tres amigos tuvieron que bajar a dormir en la sala.Me asomé a escondidas y vi a los hermanos acomodarse en la sala, pero Alex no tenía donde dormir y parecía tener mucho sueño, pensé en decirle que podría dormir conmigo si quería, pero me daba miedo que quisiera empujarme de nuevo, no soy muy bueno defendiéndome y en especial… si se trata de él.Lo observé unos segundos, pero cuando Alex miró hacia arriba, me asusté tanto al ser descubierto que caí de espaldas y me metí rápidamente en mi habitación. Cerré la puerta con seguro, apagué las luces y me oculté debajo de las cobijas, cerré los ojos también.Conté los segundos, pasaron exactamente trece cuando escuché a Alex golpear. No, no, no. No estoy listo para hablarle, me encogí aún más. Temblaba del terror que me invadía.-Hermano de Hugo. -Escuché su voz, me gustaba, siempre me había gustado. -Perdón por empujarte, te confundí con tu hermano por la oscuridad. -No hablé, tampoco abrí los ojos, pero lo imaginaba articular las palabras. Sonreí un poco y sentí mi rostro arder al visualizar el cabello negro brillante de Alex o sus mejillas que cuando viene de día se ven rosadas y pecosas, pero cuando es de noche, se vuelven pálidas y frías, así como sus ojos verdes que cambian dependiendo del día o del clima. Recuerdo que cuando se me salió decir en la mesa una noche en que estábamos cenando todos juntos, mis padres, mi hermano y mis abuelos, que me gustaban los ojos de Alex, todos rompieron en risas, haciéndome enojar. Papá cada vez que viene Alex me mira burlándose de mí o se ríe porque dice que su hijo se enamoró, pero que es tan mequetrefe que no lo voltearan a mirar. Espero no ser un mequetrefe, tendría que arrancarme la piel por eso y reemplazarla con piel de reptiliano. No sé por qué mi familia no se enoja al saber que estoy tan enamorado de Alex, esto dicen las maestras en la escuela dominical que está mal, que un chico se enamore de otro, pero mis padres nunca se han enojado al respecto y mis abuelos tampoco, me hacen bromas y siempre me preguntan si ya logré hablar con él o cosas así, es confuso, pero no me disgusta.En fin, pensé que Alex se iría, pero luego me pidió algo que me hizo levantar de un salto.-Oye, es muy tarde y no puedo conducir. Sé que tienes un sofá en tu habitación, alguna vez lo vi. ¿Te molesta si duermo ahí? -Abrí lo más rápido que pude y cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, tuve que desviar la mirada de inmediato o podría caerme por tercera vez. -¿Puedo?Asentí, evité sonreír a toda costa.El entró, observó curioso la habitación, pero no tardó mucho antes de desplomarse en el sofá azul que está junto a la puerta. Lo vi acomodarse y eso me hizo sentir muy enojado. Entonces me acerqué y moví su hombro, tal vez de una forma muy brusca porque abrió los ojos, alterado.-¿Pasa algo? -Preguntó.-No puedes dormir ahí, acabo de recordar que derramé una sopa esta mañana y el perro que escondo se orinó también. -Mentí, no iba a permitir que Alex durmiera ahí y no junto a mí, una oportunidad como esta no se repite dos veces, de eso sí estaba seguro.-No huele a nada.-Llega por momentos el hedor.-Está bien. -Se levantó. -Creo que debo irme entonces.-Puedes dormir conmigo si quieres.-¿Seguro? -Preguntó curioso. -No me conoces, ¿no te incomodaría?Negué con la cabeza.-¿No sería extraño?-No.-Bien, como sea.Cuando Alex cerró los ojos, sonreí al verlo e hice algo que no debí hacer. No sé cuánto tiempo pasó, pero luego, cuando terminé de fantasear mi boda con él, abrí los ojos en un arrebato de locura y en un horrible impulso, lo besé. Solo unas cuántas milésimas de segundo, pero me aterré tanto que pensé en huir, pero él dormía profundamente por el alcohol. No debí hacer eso, no estuvo bien, soy de lo peor. En verdad soy un mequetrefe.Al despertar el no dijo nada y solo se marchó, pero con los días que pasaron, las cosas sí cambiaron y mucho, para mi favor. Alex y yo nos hicimos amigos, y no solo eso, con el pasar de cada día de ese año y antes de entrar a su escuela, nos hicimos unidos, pero cuando entré, me volví indispensable para él, su amigo más cercano y eso era justo lo que necesitaba, porque así podría empezar mi plan.
Al estacionar en frente del no tan nuevo instituto (fue construido hace como dos mil años por la fachada) mamá me miró y papá me hizo señas de que saliera, pero me negué y por el contrario, quise salir corriendo y no tardé en hacerlo, no es la primera vez que me daba a la fuga y creo que por eso el viejo me alcanzó muy rápido, ya ha agarrado experiencia y ha aprendido a atraparme bastante rápido, lo cual es muy molesto, pero no puedo hacer nada al respecto. Papá tiene buen estado físico a pesar de estar más viejo que matusalén. Me noqueó, arrojándome al piso, quitándome la poca dignidad que me quedaba, lo cual me molestaba porque siempre carecí de ella o la tuve por muy poco tiempo. Los chicos que pasaron nos miraron extraño, pero al viejo que poco le importaba avergonzarme, jaló mi oreja haciéndome levantar.Me miró enojado y
Evitaba a toda costa sonreír porque él podría llegar y notaría mi vergonzoso estado, así como mis acelerados movimientos. Sequé mis manos en mi pantalón de la escuela y acomodé por enésima vez mi cabello. Es que nada me parecía suficiente, ni las tres veces que cepillé mis dientes, ni el baño de una hora que tomé usando todos los productos de mamá y los de mi hermano (el es muy vanidoso y por ende, tiene miles de cosas para el cabello y cuerpo) e incluso, me eché un poco de perfume que solo he usado un par de veces porque sé que es costoso, mi abuela me lo regaló y me advirtió mil veces que sólo lo usara en ocasiones especiales porque le costó “un ojo de la cara” y papá me explicó que esto se refería a que costó muchísimo, entonces solo lo usé dos veces y la tercera fue hoy, porque era un d&i
Mamá me gritó mucho esa mañana porque extravié mi uniforme nuevo. Le dije que lo lavé porque ella no lo lavó lo suficientemente bien y que como en nuestra casa por la ubicación, poco le pega el sol al patio, lo saqué al techo, escalé y lo colgué ahí hace varias horas, pero ya no estaba. Papá lo encontró a unas calles y por eso, llegaría a la hora exacta en que empezaban las clases: 06:30am y no diez minutos antes como siempre me hacían llegar.Corrí, hoy no huiría porque se lo prometí a Alex. Lo dejaría para la primera prueba nada más, en especial la de matemáticas, de esa prueba planeo huir sin piedad. Entré al aula al mismo tiempo que la profesora, quién era una mujer muy vieja, tanto que se parecía a la abuela Lilia y eso es mucho decir. Su clase fue más aburrida que la sacramental del domingo por la ma
Caminé molesto hacia la cancha de atrás y me senté frustrado en las gradas. Odio cuando Hugo me trata como niño delante de la gente, es vergonzoso, siempre le digo que no lo haga, pero termina haciéndolo siempre. Entonces saqué mi caja de cereal de mi morral y empecé a comerlo. Noté que algunos me miraban y reían, ¿será que les da risa el elefante de la caja? Llené mi boca de estos y sentí que alguien se sentó a mi lado. Era el flaco que habló enojado en la exposición de biología. Pensé que se sentó a mi lado porque quería cereal, aunque bueno, lo hizo en parte por eso, pero lo que no sabía en ese momento, era que él se convertiría en uno de los mejores amigos que tendría en toda la vida.-¿Puedo? -Preguntó el extraño señalando mi caja de cereal. Asentí y agarró un pu&nti
Fiesta de AlexLlegó rápidamente el sábado y yo estaba en pánico por no saber qué hacer. No soporto no tener plan, me da ansiedad y fue peor cuando mamá me llamó a almorzar y vi que había hecho sopa, ¡sopa maldición! Odio la sopa, la odio profundamente. Debo tomarla con los ojos cerrados para así evitar llorar y no pasar con hambre el resto de la tarde.Jugué toda la tarde Resident Evil con Chen y a eso de las 19:30h, me vestí y salimos porque Alex vive bastante lejos de mi vecindario. Yo vivo en paraíso, Chen en Villa Carolina que es bastante cerca, pero Alex vive en Puerto Colombia. Mierda, eso es muy lejos. Yo no sabía dónde era, no sé de direcciones, norte o sur, no sé nada de eso, pero Chen sí sabe y me mostró en el GPS lo lejos que quedaba. No es ni siquiera en Barranquilla, es en un municipio costero cercano. El
-Samuel, ¿por qué rechazaste a Ana? ¿eres tonto? ¡le gustas! -Se quejó Alex, yo estaba sentado en la entrada de su casa esperando ver a Chen antes de que el viejo pasara por nosotros. No quería entrar, me sentía horrible y quería llorar, tampoco quería ver a Ana.-Ella no me gusta.-¿Cómo que no? Es muy guapa.-Eso no me importa Alex.-¿Es que conseguiste una novia y no me lo has dicho?-Alex, no tengo novia, nunca he tenido ni tendré porque no me gustan las mujeres.Escuché su risa.-Qué buen chiste. -No entendí por qué reía. Vi a Chen correr a lo lejos y corrí hacia él. Se veía aturdido y tenía los ojos llorosos. Tenía una marca en su cuello, ¿qué carajos?-Chen, ¿qué pasó? ¿Hugo te atacó? -Chen no respondía y evitaba el contacto
Caminaba por el pasillo y limpiaba las manchas de chocolate de mis mejillas. Mamá se olvidó de llevarse los chocolates que derrite para sus pasteles y no pude resistirlo, los miré toda una hora y luché en contra de la tentación, pero no pude. Mierda.Desde la fiesta de Alex pasaron exactamente dos meses. Sí, dos meses completos en que las cosas cambiaron muchísimo. Tuve que dividir el tiempo para poder estar con mi mejor amigo Chen y Alex. Sí, Alex y yo nos habíamos hecho inseparables, incluso mucho más que antes que lo escondía de todos, pero ya no era así. Mis padres sabían que lo veía, también sus amigos y mi hermano, quién no le agradaba eso en absoluto, pero qué puedo hacer, no me alejaré de Alex. El me llamaba todos los descansos y me sentaba con él, Chen se rehusaba por algún motivo, entonces siempre estaba con Alex en los descansos
Alex’s POVMe desperté por el sol que entraba en la ventana, me pegaba en el rostro, por lo que abrí los ojos para así tomar fuerzas para levantarme y cerrar la cortina. Miré el techo, es machimbre, en mi casa no es así… solo en la de Samu. Mierda. Se hizo tarde, podrían verme sus padres y aunque él no me lo diga, sé que no quiere que ellos me vean, no sé por qué, Samuel es muy raro a veces. Miré hacia todos lados buscando recordar algo, siempre que bebo por algún motivo suelo olvidar al menos la última hora antes de quedarme dormido, siempre es así y hasta ahora no he hecho nada de lo que deba arrepentirme (mis amigos siempre me cuentan todo lo que dije e hice y no es nada a lo que haya darle relevancia), pero ahora no recuerdo mucho de anoche. Recuerdo que jugábamos y yo estaba molesto con Cindy, tengo sospechas de ella, he escuchado rumores d