Evitaba a toda costa sonreír porque él podría llegar y notaría mi vergonzoso estado, así como mis acelerados movimientos. Sequé mis manos en mi pantalón de la escuela y acomodé por enésima vez mi cabello. Es que nada me parecía suficiente, ni las tres veces que cepillé mis dientes, ni el baño de una hora que tomé usando todos los productos de mamá y los de mi hermano (el es muy vanidoso y por ende, tiene miles de cosas para el cabello y cuerpo) e incluso, me eché un poco de perfume que solo he usado un par de veces porque sé que es costoso, mi abuela me lo regaló y me advirtió mil veces que sólo lo usara en ocasiones especiales porque le costó “un ojo de la cara” y papá me explicó que esto se refería a que costó muchísimo, entonces solo lo usé dos veces y la tercera fue hoy, porque era un día especial.
Alex pasaría a buscarme.Ayer en la escuela en el descanso (no me senté con él, me avergoncé y me lo crucé en los baños antes de que acabara el descanso), me dijo que mañana me sentara con él sin falta y que pasaría a recogerme hoy ya que no podía llevarme a la salida ayer porque tenía tutorías, entonces hoy, esperaba tan emocionado que incluso, pensé que si no hubiese nadie cerca, brincaría, pero mis vecinos me mirarían mal y ya me bastó con el día en que recibí sus miradas intimidantes cuando el viejo me gritó en la calle porque rompí uno de sus retrovisores con mi balón de baloncesto. Eso fue adrede, lo hice en represalia porque me arrebató a sin pantalones, pero fingí que fue un accidente.En fin, inhalé y exhalé fuertemente al ver ese auto acercarse. Mordí mis labios y me subí feliz a este, sin nervios esta vez.-Perdona tardar un poco, mamá me atrasó regañándome por unas estupideces. -Sonrió, sentí que me derretía al ver esa sonrisa perfecta y su cabellera negra. Alex se ve precioso, maldición, incluso con su sudadera de educación física no podía ocultar su espléndido rostro. Podría mirarlo por horas sin cansarme.-¿Hiciste algo mal?-Mmm, fue que cargué a mi hermana y la aventé en su cama, para sacarla de mi habitación. Ella es molesta, me desagrada y solo va a mi habitación a hacerme enojar.-Te entiendo, Hugo tampoco es que sea mi persona favorita en el mundo.-Es de suponerse. Abróchate el cinturón. -Lo hice torpemente y Alex aceleró. Me dolía el estómago al tan solo pensar en tener que bajarme y alejarme de él, y peor era porque tenía clases de química y no imprimí la tabla periódica como exigió el profesor ni estudié los elementos. Sería una masacre mental que me pase al frente a señalar los elementos, creo que me daría a la fuga. No quiero entrar a su clase, tal vez entonces me ponga a merodear como hacía en mi anterior escuela. -¿En qué tanto piensas Samuel?-Pues… tengo clase de química ahora y no quiero entrar.-¿Por qué? ¿no te gusta?-No hice la tarea.-¿Por qué no la hiciste? -Me incendió con la mirada.-Lo olvidé.-¡Samuel! ¿quieres perder de nuevo el año? Vas a hacerme molestar de verdad si acá vas a hacer lo mismo de la otra escuela.-¡No! Yo… la haré la próxima. Perdón. -Bajé la mirada, me sentía mal por haber hecho enojar a Alex.-Oye, no pongas esa cara. -Puso su mano libre en mi rodilla izquierda, me puse rojo como un tomate y reprimí una sonrisa. -Me hace sentir mal cuando te pones así, niño consentido.-No soy consentido…-Sí lo eres. -Sonrió. -Te gusta que te hablen bonito y el más mínimo regaño, te hace sentir triste.-Vaya que me conoces. -Admití, tenía razón. Detesto ser tan sentimental, pero no lo puedo evitar. -Pero Alex…-¿Sí?-No quiero entrar a esa clase, solo hoy, ¿sí?-¿Y qué insinúas?-Se detuvo en un semáforo y me miró.-¿Podríamos hoy no asistir a la escuela?-Mmm, ¿sabías que mi promedio está sobre 4,49?-Lo sé, sé que eres brillante. No te afectará faltar a una clase, porfi. -Agarré su brazo y lo sacudí varias veces, el me miró divertido.-Está bien, solo por hoy.Alex condujo por un rato, unos quince minutos y llegamos a la biblioteca piloto. De inmediato me dirigí a la sección de historietas y agarré un cómic de Marvel. Lo abrí y al ver que me gustaba, caminé hacia la sección de lectura donde Alex estaba sentado. Me hice a su lado y vi que leía una novela de asesinatos sin resolver. Me sentí tan feliz que a pesar de que no hablábamos porque aquí no se podía hacerlo. El me miraba entre veces y sonreía, haciéndome sentir dichoso y afortunado por este momento.A eso de las 8:30am, Alex se levantó y me hizo señas de que nos fuéramos. Nos subimos en su auto y puse música en la radio de su auto desde el teléfono de Alex. Puse una canción de Iron Maiden que se llama Phantom of the opera y Alex me miró curioso.-¿Te gusta ese tipo de música?-Sí. -Admití. -Creí que lo sabías.-Eres satánico.-¿Qué?-Es broma, es que eso dicen de ese tipo de música, pero es mentira. Es genial, un ejemplo: la música de Judas Priest me gusta para tener sexo, me excita más. -Abrí los ojos como platos y exhalé. Maldito seas Alex, si supieras la forma en que me maltrata que digas esas cosas… no puedo visualizarte con nadie más que no sea yo y sé bien que es absurdo, no soy una posibilidad en tu vida.-Genial.-¿Te molestaste? -Me miró divertido y rodé los ojos.-¿Era necesario ese comentario tan desagradable?-Lo siento, a veces olvido que no eres como el resto de mis amigos. -Lo miré de reojo. -Eres inocente.-Es una porquería.-¿A qué te refieres?-Nada…Llegamos a un centro comercial del norte y subimos hasta donde están los juegos. No había nadie por ser tan temprano, solo los empleados. Alex se detuvo en frente de mí.-Samuel.-¿Sí?-Ya no estés molesto conmigo… -Hizo pucheros y rodé los ojos. -No me gusta.-No lo estoy.-Si lo estás, ¿crees que no te conozco? No me sonríes ahora y frunces el ceño. -Pasó sus dedos por mi frente y quise evitar sonreír, pero fue imposible. El sonrió también.-Me gustas más así, niñito enojón.Jugamos toda la mañana. Primero nos subimos a los simuladores de carreras, me gustan muchísimo y quedamos casi a la par, el me ganó solo por una carrera de diferencia. Luego jugamos a encestar, a disparar, nos subimos a los carros chocones y a muchos juegos más.A eso de las 12pm, bajamos y caminábamos hacia su auto, el parqueadero subterráneo es bastante grande.-Sabes, nunca me había saltado las clases para hacer algo como esto o bueno… en realidad nunca me las había saltado.- Confesó.-¿Es broma? Yo lo hago todo el tiempo.-Lo hacías. -Se detuvo en frente de mí. -Porque estando tú en mi escuela no lo voy a permitir, no quiero que vuelvas a reprobar.-Está bien. -Me sentí feliz porque el se preocupara tanto por mí, tal vez… reprobar no fue del todo malo, no lo fue porque ahora puedo verte a diario Alex. Eso me da tanta felicidad que no puedo describirla.Mamá me gritó mucho esa mañana porque extravié mi uniforme nuevo. Le dije que lo lavé porque ella no lo lavó lo suficientemente bien y que como en nuestra casa por la ubicación, poco le pega el sol al patio, lo saqué al techo, escalé y lo colgué ahí hace varias horas, pero ya no estaba. Papá lo encontró a unas calles y por eso, llegaría a la hora exacta en que empezaban las clases: 06:30am y no diez minutos antes como siempre me hacían llegar.Corrí, hoy no huiría porque se lo prometí a Alex. Lo dejaría para la primera prueba nada más, en especial la de matemáticas, de esa prueba planeo huir sin piedad. Entré al aula al mismo tiempo que la profesora, quién era una mujer muy vieja, tanto que se parecía a la abuela Lilia y eso es mucho decir. Su clase fue más aburrida que la sacramental del domingo por la ma
Caminé molesto hacia la cancha de atrás y me senté frustrado en las gradas. Odio cuando Hugo me trata como niño delante de la gente, es vergonzoso, siempre le digo que no lo haga, pero termina haciéndolo siempre. Entonces saqué mi caja de cereal de mi morral y empecé a comerlo. Noté que algunos me miraban y reían, ¿será que les da risa el elefante de la caja? Llené mi boca de estos y sentí que alguien se sentó a mi lado. Era el flaco que habló enojado en la exposición de biología. Pensé que se sentó a mi lado porque quería cereal, aunque bueno, lo hizo en parte por eso, pero lo que no sabía en ese momento, era que él se convertiría en uno de los mejores amigos que tendría en toda la vida.-¿Puedo? -Preguntó el extraño señalando mi caja de cereal. Asentí y agarró un pu&nti
Fiesta de AlexLlegó rápidamente el sábado y yo estaba en pánico por no saber qué hacer. No soporto no tener plan, me da ansiedad y fue peor cuando mamá me llamó a almorzar y vi que había hecho sopa, ¡sopa maldición! Odio la sopa, la odio profundamente. Debo tomarla con los ojos cerrados para así evitar llorar y no pasar con hambre el resto de la tarde.Jugué toda la tarde Resident Evil con Chen y a eso de las 19:30h, me vestí y salimos porque Alex vive bastante lejos de mi vecindario. Yo vivo en paraíso, Chen en Villa Carolina que es bastante cerca, pero Alex vive en Puerto Colombia. Mierda, eso es muy lejos. Yo no sabía dónde era, no sé de direcciones, norte o sur, no sé nada de eso, pero Chen sí sabe y me mostró en el GPS lo lejos que quedaba. No es ni siquiera en Barranquilla, es en un municipio costero cercano. El
-Samuel, ¿por qué rechazaste a Ana? ¿eres tonto? ¡le gustas! -Se quejó Alex, yo estaba sentado en la entrada de su casa esperando ver a Chen antes de que el viejo pasara por nosotros. No quería entrar, me sentía horrible y quería llorar, tampoco quería ver a Ana.-Ella no me gusta.-¿Cómo que no? Es muy guapa.-Eso no me importa Alex.-¿Es que conseguiste una novia y no me lo has dicho?-Alex, no tengo novia, nunca he tenido ni tendré porque no me gustan las mujeres.Escuché su risa.-Qué buen chiste. -No entendí por qué reía. Vi a Chen correr a lo lejos y corrí hacia él. Se veía aturdido y tenía los ojos llorosos. Tenía una marca en su cuello, ¿qué carajos?-Chen, ¿qué pasó? ¿Hugo te atacó? -Chen no respondía y evitaba el contacto
Caminaba por el pasillo y limpiaba las manchas de chocolate de mis mejillas. Mamá se olvidó de llevarse los chocolates que derrite para sus pasteles y no pude resistirlo, los miré toda una hora y luché en contra de la tentación, pero no pude. Mierda.Desde la fiesta de Alex pasaron exactamente dos meses. Sí, dos meses completos en que las cosas cambiaron muchísimo. Tuve que dividir el tiempo para poder estar con mi mejor amigo Chen y Alex. Sí, Alex y yo nos habíamos hecho inseparables, incluso mucho más que antes que lo escondía de todos, pero ya no era así. Mis padres sabían que lo veía, también sus amigos y mi hermano, quién no le agradaba eso en absoluto, pero qué puedo hacer, no me alejaré de Alex. El me llamaba todos los descansos y me sentaba con él, Chen se rehusaba por algún motivo, entonces siempre estaba con Alex en los descansos
Alex’s POVMe desperté por el sol que entraba en la ventana, me pegaba en el rostro, por lo que abrí los ojos para así tomar fuerzas para levantarme y cerrar la cortina. Miré el techo, es machimbre, en mi casa no es así… solo en la de Samu. Mierda. Se hizo tarde, podrían verme sus padres y aunque él no me lo diga, sé que no quiere que ellos me vean, no sé por qué, Samuel es muy raro a veces. Miré hacia todos lados buscando recordar algo, siempre que bebo por algún motivo suelo olvidar al menos la última hora antes de quedarme dormido, siempre es así y hasta ahora no he hecho nada de lo que deba arrepentirme (mis amigos siempre me cuentan todo lo que dije e hice y no es nada a lo que haya darle relevancia), pero ahora no recuerdo mucho de anoche. Recuerdo que jugábamos y yo estaba molesto con Cindy, tengo sospechas de ella, he escuchado rumores d
Alex’s POVRespiraba ahogadamente, sudaba y mi cuerpo estaba caliente por completo, mucho más al sentirla a ella moverse sobre mí, al ver sus redondos y rosados senos erectos y duros por mí, los apreté y ella se movió más rápido, cerré los ojos mientras me corría… Cindy se tiró a un lado, agarró su camisón, me dio un corto beso y se dirigió a tomar una ducha. Suspiré, era domingo por la noche, tuvimos sexo todo el fin de semana, fue genial y odiaba que fuera a acabarse. Al menos sé que lo aproveché lo más que pude y eso me deja una gran satisfacción. Tomé el control remoto de la tv y al encenderla, escuché que sonó mi teléfono. Lo agarré de la mesita y vi que no era el mío, eso pensé porque tenemos el mismo tono de notificación. Lo iba a dejar, pero un mensaje me llam&o
Samuel’s POVHoy era el gran día, digo, noche. Alex en los meses que llevo siendo su amigo nunca ha venido a verme estando mis padres en casa, por eso hoy era tan especial. Estaba tan emocionado que le pedí a mamá que cocinara por mí, le dije que Alex vendría a las seis y ella sonrió.-¿Es el mismo Alex, tu Alex o es otro que se llama así?-Es él mamá.-¿Tienes una cita con él?-No… solo vendrá a explicarme límites, pero quiero que se sienta feliz conmigo. -Ella soltó el cuchillo, me miró y me indicó que me sentara en la mesa junto a ella, lo hice. Me miró a los ojos y sujetó mis manos.-Samuel, ¿quieres de verdad a ese chico? Hasta ahora creíamos que en el fondo lo decías como broma.-Sí mamá, es en serio. Amo a Alex…-Sé que lo quieres y creo que es algo que no puedes evitar Samuel, por eso no te juzgo, pero ambos sabemos que ustedes no pueden estar juntos, no es lo correcto ante los ojos de Dios, lo sabes, ¿no es así?-Sé que no está bien… pero… ¿cómo dejo de quererlo?-Ay mi niño.